El tercer cintur¨®n de Valencia arrasar¨¢ tantas hect¨¢reas de huerta como la ZAL del puerto

El proyecto del Ministerio de Fomento para cerrar la V-30 al norte de Valencia, conocido como el tercer cintur¨®n de ronda, arrasar¨¢ entre 50 y 90 hect¨¢reas de la huerta valenciana, es decir, tanta superficie agr¨ªcola ocupada como la Zona de Actividades Log¨ªsticas (ZAL) que, con 70 hect¨¢reas, est¨¢ a punto de desarrollarse junto al puerto. Mientras varios grupos c¨ªvicos y los grupos ecologistas denuncian la destrucci¨®n del patrimonio natural, cultural y paisaj¨ªstico que supone la p¨¦rdida de la huerta, la mayor¨ªa de los municipios afectados han mostrado su oposici¨®n a la carretera.

"De toda la huerta que exist¨ªa en Valencia m¨¢s del 50% ya est¨¢ asfaltada", asegura Jos¨¦ Luis Miralles, profesor de Urbanismo y Territorio en la Escuela de Caminos de la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia y miembro de la Plataforma Per un Cintur¨® d'Horta, opuesta al cierre de la V-30. Y si hace poco la ZAL ha desahuciado 70 hect¨¢reas, ahora con la V-30 se pretende sustituir por asfalto otra parte sustancial de las menos de 5.000 hect¨¢reas que quedan. Miralles asegura que todas las opciones del proyecto prev¨¦n expropiaciones que afectan directamente a una superficie que oscila entre las 50 y 60 hect¨¢reas. Sin embargo, habr¨¢ terrenos que, aunque no sean expropiados, quedar¨¢n aislados por la obra, como glorietas, retales de predios ocupados en su mayor parte por la carretera y zonas de dif¨ªcil laboreo. En total, la plataforma c¨ªfica estima que el cierre de la V-30 supondr¨¢ el sacrificio de entre 80 y 90 hect¨¢reas de terreno, en su mayor¨ªa de huerta, aunque tambi¨¦n expulsar¨¢ a una veintena de familias y alguna f¨¢brica.

Miralles critica el desprecio con el que Fomento ha tratado este paisaje en el estudio informativo de la obra, en periodo de exposici¨®n p¨²blica desde el pasado 26 de abril y durante 30 d¨ªas h¨¢biles. Efectivamente, pese a que el Libro Blanco del Medioambiente de la Uni¨®n Europea considera la huerta como un paisaje de alto valor a protejer, con s¨®lo seis representaciones en el continente (Murcia y Valencia entre ellas), Fomento s¨®lo considera la superficie a ocupar por la carretera como zona agr¨ªcola fuertemente antropizada (transformada por el hombre). Sin m¨¢s. Y solventar¨¢ su ocupaci¨®n con el pago de expropiaciones por 1.295,4 millones de pesetas.

Dictamen del CVC

Los ecologistas tambi¨¦n han denunciado que la declaraci¨®n de impacto ambiental del estudio informativo de la obra evite mencionar a la huerta como un valor paisaj¨ªstico, medioambiental, cultural y econ¨®mico a proteger. Precisamente cuando al fin el Consell Valenci¨¤ de Cultura (CVC) ha alertado del peligro que sufre este paisaje tradicional en un informe avalado por 11 instituciones (entre ellas las consejer¨ªas de Obras P¨²blicas y Medio Ambiente). Y hasta los alcaldes de Alboraia, Alm¨¤ssera, Bonrep¨°s y Tavernes Blanques (s¨®lo faltar¨ªa Valencia entre los municipios afectados) se han opuesto directamente a la obra.

Pero el temido bocado a la huerta ser¨¢ s¨®lo el principio. Joan Francesc Peris, de Nova Esquerra y diputado del Grupo Socialistas-Progresistas, ve un peligro mucho mayor que la simple destrucci¨®n producida directamente por la obra: "La agresi¨®n no es s¨®lo la de la infraestructura; van a aparecer nuevas espectativas de reclasificaci¨®n de suelo en las inmediaciones", advierte. Y explica que siempre que se construye una gran carretera, los municipios pr¨®ximos sucumben a la tentanci¨®n urbanizadora y hacen proliferar a su alrededor "zonas de uso industrial, comercial o urban¨ªstico o hasta de los tres usos juntos".

Por eso, a Peris no le estra?ar¨ªa que al calor de la obra, una vez construida, fueran creciendo nuevos pol¨ªgonos industriales y zonas residenciales que terminaran por dar la puntilla a una de las zonas de huerta "mejor preservadas, la de L'Horta Nord". Y recuerda que el valor de la huerta no es s¨®lo el de los productos agr¨ªcolas que genera, sino que hay que sumar los beneficios ambientales y paisaj¨ªsticos que proporciona.

Peris tambi¨¦n critica que "el cierre de la V-30 forma parte de un modelo de ingenier¨ªa tecn¨®crata cuyo origen se encuentra en el desarrollismo de los a?os setenta y que carece de criterios que contemplen par¨¢metros medioambientales o de desarrollo sostenible". Lo mismo opina Miralles, que advierte que ¨¦ste es el tercer intento del Gobierno de construir la carretera, el primero en 1976 y el segundo a mediados de los ochenta.

Obra "innecesaria"

Un empe?o que al parecer nunca se ha justificado bajo criterios de mejor¨ªa de tr¨¢fico. Al igual que Pere Mayor, l¨ªder del Bloc Nacionalista Valenci¨¤, que tambi¨¦n se ha manifestado rotundamente en contra de la carretera, Peris considera que la obra es "totalmente innecesaria" pues pretende dar soluci¨®n a un problema de tr¨¢fico inexistente. Todos los cr¨ªticos con la infraestructura coinciden en que el cierre del segundo cintur¨®n (m¨¢s pr¨®ximo al casco urbano de Valencia) y la proximidad del by-pass y de la N-211 a los municipios de L'Horta Nord pueden absorver los futuros incrementos de tr¨¢fico.

Aunque Miralles reconoce que si se construye la carretera ¨¦sta "se llenar¨¢ de coches". Seg¨²n afirma, aunque una v¨ªa de comunicaci¨®n se dise?e eligiendo al azar dos puntos de un mapa acabar¨¢ captando tr¨¢fico. Y seg¨²n Fomento, el tramo norte del tercer cintur¨®n de ronda ser¨¢ usado por 42.000 coches en el 2028.