Casta y cat¨®lica
El pueblo lo eligi¨® papa, por unanimidad, el d¨ªa de la Rep¨²blica, II, 14 de abril, pero de 1073. Los cardenales lo confirmaron a los ocho d¨ªas. El abad Hildebrando acept¨® con "mucho dolor, gemido y llanto" la votaci¨®n un¨¢nime del reba?o soberano, que aplicaba, cuando pod¨ªa, el principio de san Le¨®n Magno: "El que ha de presidir a todos, debe ser elegido por todos". San Cipriano, el de Cartago, ?eh!, no el de Picanya ni sus paniagudos ac¨®litos, defend¨ªa que s¨®lo la comunidad cristiana, por derecho divino, desde la base, mediante primarias y secundarias, ten¨ªa potestad para escoger y deponer a sus l¨ªderes, incluidos los obispos, que no eran m¨¢s que "supervisores" (del griego episkopos, observador, inspector, explorador).Se llam¨® Gregorio (egregorien, vigilante) VII, sigui¨® usando la cogulla benedictina, luch¨® contra la simon¨ªa -"no encuentro obispos leg¨ªtimos, que gobiernen por amor y no por ambici¨®n mundana"- y la intromisi¨®n del emperador, trat¨® de dignificar al clero y al papado (Benedicto V, 964, tuvo que huir por deshonrar a una chica y lo mat¨® un marido que no quer¨ªa compartir su esposa con el santo padre, Benedicto IX, 1045, era un golfillo de once a?os al adquirir la tiara y, seg¨²n san Pedro Damiano, "se regocij¨® en el desenfreno y la inmoralidad"...). Trabaj¨® para que la esposa de Cristo fuera "libre, casta y cat¨®lica", lo abandonaron hasta los cardenales, muri¨® el 1085 exilado y pas¨® a la historia por su frase final: "Am¨¦ la justicia y aborrec¨ª la inquinidad, por eso muero en el destierro". No fue canonizado hasta 1606 y se la asign¨® el d¨ªa de san Urbano -62 aniversario del vil bombardeo franquista que ensangrent¨® las calles de Alicante-, que, martirizado con un clavo en la cabeza, tuvo que asumir su patronazgo: De malalties de cap lliureu al que us ha invocat.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.