Fungairi?o califica la violencia callejera como "terrorismo urbano"

El fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairi?o, califica de "terrorismo urbano" los 400 episodios de violencia callejera que llevaron a cabo los grupos Y de apoyo a ETA en 1999, de los cuales 350 se cometieron en el Pa¨ªs Vasco y los 50 restantes en Navarra. As¨ª se refleja en la Memoria de la Fiscal¨ªa de la Audiencia Nacional, que destaca que esos sucesos disminuyeron en unos 100 en relaci¨®n con el a?o anterior.

Eduardo Fungairi?o, en el texto, realiza una matizada cr¨ªtica a la actuaci¨®n policial: "Frente a tal c¨²mulo de acciones terroristas, que no dejan de repercutir de forma absolutamente negativa en la convivencia urbana y en la perspectiva de libertad deambulatoria y del libre ejercicio de los derechos c¨ªvicos que es esperable encontrar en una sociedad moderna y organizada, la acci¨®n policial, con haber tenido indudables ¨¦xitos, no ha sido todo lo fruct¨ªfera que hubiera sido de desear, si no para erradicar completamente el problema, s¨ª, por lo menos para paliarlo hasta niveles m¨ªnimos".La Memoria destaca que se han producido en 1999 un total de 42 detenciones de miembros de grupos Y, de los cuales 25 lo fueron por el Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, nueve por la Guardia Civil y ocho por la Ertzaintza. Todos ellos se encuentran en libertad.

Fungairi?o recuerda que disponer de una legislaci¨®n espec¨ªfica y adecuada puede constituir una de las bases para enfrentar jur¨ªdicamente "el sangriento fen¨®meno terrorista". Tras recordar que otros pa¨ªses tambi¨¦n cuentan con legislaci¨®n espec¨ªfica contra el terrorismo, Fungairi?o se queja de la deficiente redacci¨®n de varios art¨ªculos del C¨®digo Penal , como el 346, el 351 y el 577, "que, en casos de insuficiencia probatoria. obliga a transformar una acusaci¨®n por terrorismo (castigado con penas de hasta 10 a?os de prisi¨®n) en una acusaci¨®n de des¨®rdenes p¨²blicos o simples da?os (penados con multa), lo que a veces ha sido aceptado por la Fiscal¨ªa en una muy discutible aplicaci¨®n del principio de oportunidad, que ha estimado m¨¢s segura una condena aceptada, inmediata y firme por un delito menor, que una hipot¨¦tica condena y a m¨¢s largo plazo por un delito m¨¢s grave".

Fungairi?o concluye que es claro que la Audiencia debe ser la competente para juzgar esta clase de delitos.