La justicia impide divulgar la foto del supuesto asesino de Dando

Acusado formalmente del asesinato de Jill Dando, la presentadora del programa de sucesos Crimewatch de la BBC muerta de un tiro en la cabeza hace m¨¢s de un a?o, Barry Michael George, un m¨²sico parado de 40 a?os, compareci¨® ayer ante los tribunales en medio de fuertes medidas de seguridad. A falta de una ¨²ltima diligencia de reconocimiento en rueda, los jueces denegaron el permiso para divulgar su fotograf¨ªa. El detenido, que se hac¨ªa llamar tambi¨¦n Barry Bulsara, seguir¨¢ bajo custodia policial y ha sido citado de nuevo para dentro de cuatro semanas.Escoltado por los agentes y en el interior de una camioneta con los cristales velados, el rostro del detenido permaneci¨® oculto para los numerosos fot¨®grafos reunidos ayer en los juzgados de primera instancia del oeste de Londres. Una vez dentro de la sala, los dibujantes que recogen las im¨¢genes de los procesos en Reino Unido s¨®lo pudieron esbozarle de espaldas. Esta cautela contrasta con la actitud habitual en otros casos: las caras de los presuntos asesinos suelen aparecer en la prensa brit¨¢nica en cuanto se produce su detenci¨®n por la polic¨ªa.

Para el grupo de 40 agentes que lleva 13 meses investigando, el caso no est¨¢ cerrado. Varios expertos continuaron ayer con el registro del domicilio del acusado, situado a cinco minutos del hogar de la v¨ªctima. Jill Dando era una de las periodistas m¨¢s famosas del pa¨ªs, pero llevaba una vida discreta en una zona residencial de la capital brit¨¢nica.

Barry Michael George, que estuvo casado con una japonesa y hab¨ªa servido en el Ej¨¦rcito, no trabajaba a causa de problemas de salud. Asombrados por lo ocurrido, algunos amigos suyos indicaron que poco despu¨¦s del crimen les confi¨® que pose¨ªa cierta informaci¨®n sobre lo ocurrido.

Hamish Campbell, el comisario encargado del caso, declin¨® ayer hacer declaraciones. ?l ha sostenido que la muerte puso ser obra de un admirador desequilibrado.