Abella pagaba en met¨¢lico la cuota mensual del piso comprado a N¨²?ez

El ex inspector de Hacienda Manuel Abella, imputado en una causa penal por supuesto trato de favor fiscal al grupo inmobiliario N¨²?ez y Navarro, declar¨® ante el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 33 de Barcelona que ingresaba cada mes 600.000 pesetas en met¨¢lico para pagar las cuotas de la hipoteca con la que adquiri¨® dos viviendas de lujo al mismo. Abella relacion¨® el origen de estos fondos con su patrimonio familiar y una herencia de sus padres.Abella, que tambi¨¦n fue preguntado por la obtenci¨®n de una hipoteca de 75 millones en Caixa de Catalunya con un salario anual de nueve millones y que lo atribuy¨® a su fondo patrimonial, leevant¨® 215 de las 275 actas abiertas mientras fue responsable de la Unidad Regional de Inspecci¨®n en procesos tan r¨¢pidos que "resultaba imposible leer la documentaci¨®n contable", seg¨²n la fiscal¨ªa.

Las inspecciones de Abella finalizaron con el saldo de una devoluci¨®n neta a N¨²?ez y Navarro de 20,8 millones de pesetas. Justo en los d¨ªas en que se cerraban las actas de inspecci¨®n [1994], compr¨® dos viviendas a la inmobiliaria N¨²?ez y Navarro que, a pesar de estar tasadas en 104 millones, le fueron vendidas por la mitad.

Josep Llu¨ªs N¨²?ez Navarro, hijo del presidente saliente del FC Barcelona e imputado en la misma causa, manifest¨® ante el juez que su empresa no hab¨ªa influido en la entidad de ahorro para otorgar el cr¨¦dito.

A pesar de ello, tanto N¨²?ez como Abella fueron interrogados por una nota en el expediente de la hipoteca que resume una recomendaci¨®n de N¨²?ez y Navarro a favor de Abella. Ambos imputados alegan que desconocen el sentido de la misma: "Darle el cr¨¦dito. Es amigo de Josep N¨²?ez Navarro".

El ex inspector fiscal Abella reconoce en sus declaraciones que obtuvo una hipoteca de 75 millones, aunque, en realidad, solo precisaba 66 millones para adquirir las dos viviendas unificadas de su propiedad. Abella tampoco justific¨® el pago de las obras realizadas para unir ambos pisos, aunque neg¨® recibir trato de favor.