La feria cierra sus puertas con optimismo y anuncia cambios para la edici¨®n de 2001
Los nuevos directores luchan por la limpieza y transparencia de la lista de los m¨¢s vendidos
M¨¢s de 300 escritores firmaron ejemplares en el ¨²ltimo domingo de una feria que se cerr¨® ayer con aire de fiesta y tambi¨¦n con cierto cansancio (f¨ªsico) de quienes han estado a pie de caseta casi tres semanas. En el paseo de Coches del Retiro se habl¨® ayer m¨¢s del futuro que del presente, de los cambios que proyecta el nuevo equipo directivo de la feria, cambios que la mayor¨ªa de libreros, editores y distribuidores ven con buenos ojos: reducci¨®n del n¨²mero de casetas, su reorganizaci¨®n para que resulte m¨¢s c¨®moda para los visitantes y, sobre todo, la potenciaci¨®n de los actos culturales.
Hay consenso en que la Feria del Libro de Madrid ha crecido desordenadamente en los ¨²ltimos a?os, y que al mismo tiempo se ha estancado: aunque ha crecido, el n¨²mero de casetas no ha aumentado en proporci¨®n de los ingresos. "Gente muy interesante ha dejado de venir por el aburrimiento que producen las payasadas comerciales, que han sido llevadas a un extremo burdo", resumi¨® el distribuidor Miguel Garc¨ªa, de Visor. "Es indignante que se haya puesto a competir a unos escritores con otros, hasta el punto de que autores tan importantes como Antonio Mu?oz Molina o Arturo P¨¦rez-Reverte hayan dejado de asistir".Y este problema, el de las listas de los que m¨¢s han firmado o de los que m¨¢s han vendido, es uno de los primeros que piensa abordar el nuevo equipo directivo: Fernando Valverde, presidente del Gremio de Libreros de Madrid y de la feria, y Antonio Albarr¨¢n, este a?o director adjunto y director en la pr¨®xima edici¨®n.
"El murmullo de los autores es imprescindible en la feria, es el punto donde se encuentran con sus lectores, y hemos de buscar f¨®rmulas veros¨ªmiles sobre las cifras que se dan. Hemos de hacerlo por respeto a escritores como Ana Mar¨ªa Matute, Alfonso Uss¨ªa o Antonio Gala, que se sentir¨ªan muy ofendidos si sus nombres fueran manipulados. Insisto, por respeto a su prestigio y buen nombre debemos evitar cualquier manipulaci¨®n", afirm¨® Albarr¨¢n. Y cit¨® un ejemplo: de los 10 autores que m¨¢s vendieron hasta el domingo 4 de junio, entre los tres primeros se hallaba un autor que no firmaba en la feria, P¨¦rez-Reverte. "La venta de sus libros ven¨ªa avalada por los datos facilitados por m¨¢s de 100 librer¨ªas que est¨¢n en la feria". En cambio, las cifras de otro de los "m¨¢s vendidos" proced¨ªan casi exclusivamente de la caseta de la editorial que lo publica. "Con permiso del presidente", dijo Albarr¨¢n, "estableceremos negociaciones con los editores de los 10 o 12 m¨¢s vendidos para ver c¨®mo reconducimos el tema a partir de ahora".
Evitar corruptelas
El Gremio de Libreros de Madrid es quien organiza la feria, y por eso Albarr¨¢n quiso destacar la relevancia del papel que ha de tener su presidente, Fernando Valverde. "Yo ser¨¦ ¨²nicamente el primer ejecutivo de un proyecto en el que tambi¨¦n participo. Hasta ahora la feria funcionaba como una empresa gestionada por un administrador ¨²nico". El nuevo director quiso, no obstante, destacar la labor realizada durante 20 a?os por su predecesor, Jes¨²s Garc¨ªa Bay¨®n. El gremio descargaba en ¨¦l toda la responsabilidad y apenas interven¨ªa en la marcha de la feria.
Uno de los primeros objetivos de Valverde ser¨¢ tratar de evitar "las corruptelas" que se han producido. "Los nuevos organizadores vamos a ser honestos", dijo Valverde.
El proyecto de reducir el n¨²mero de casetas a unas 350 caus¨® ayer cierta alarma en el Retiro. En alguna caseta se dijo incluso que a partir de la pr¨®xima edici¨®n no se permitir¨ªa la presencia de editores, sino s¨®lo de libreros. "Tenemos la idea de reducir casetas con la perspectiva de aumentar las ventas", dijo Valverde. "Pensamos en reorganizar la distribuci¨®n de las casetas por zonas o plazas: las librer¨ªas, las librer¨ªas especializadas, las editoriales... para que su recorrido resulte m¨¢s c¨®modo para el visitante".
"No va a haber ning¨²n golpe de fuerza. Iniciamos un periodo de reflexi¨®n", a?adi¨® Albarr¨¢n. "Tendremos los resultados de una encuesta que se ha realizado entre los expositores [editores, libreros y distribuidores], y eso nos dar¨¢ muchas pistas. Tambi¨¦n queremos abrir un foro en Internet con la prensa que sigue la feria. Al fin y al cabo, los periodistas son quienes m¨¢s se patean el Retiro, y nos parece bueno contar con su opini¨®n profesional. Y a partir de todas esas consultas elaboraremos una lista de las mejoras que se pueden introducir en la feria".
Los nuevos organizadores de la feria est¨¢n pensando en un nuevo eslogan para la 60? edici¨®n: "Feria y Fiesta del Libro de Madrid". "Nos gustar¨ªa hacer compatible el car¨¢cter comercial de la feria con el l¨²dico y cultural", afirm¨® Valverde. "Queremos aprovechar un foro tan importante como la feria para trasladar al p¨²blico los problemas de la cultura del libro. Por ejemplo, en estos d¨ªas deber¨ªamos haber hecho llegar, de manera no reivindicativa, lo que significa la liberalizaci¨®n del precio de los libros".
No lo han hecho, pero s¨ª han encargado imprimir 100.000 separadores de libros con la columna que escribi¨® sobre el tema Juan Jos¨¦ Mill¨¢s el pasado viernes en este diario.
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