Propuestas sobre inflaci¨®n.
Que la inflaci¨®n espa?ola est¨¢ empeorando desde hace un a?o, y no solamente en su componente energ¨¦tico, es algo que ya no se escapa a la atenci¨®n de ning¨²n observador. Sin embargo, conviene recordar que la inflaci¨®n, tanto en sus ¨¦xitos como en sus fracasos, es una responsabilidad del conjunto de la sociedad y no s¨®lo del Gobierno. Por ello, me atrevo a enunciar siete propuestas para contribuir al debate sobre el problema de la inflaci¨®n en Espa?a.1. Olvidarse del a?o 2000. Dar este a?o por perdido. El problema del diferencial de inflaci¨®n lo es en la medida en que se convierta en un asunto cr¨®nico. Consideremos ¨¦ste como un a?o en que el choque energ¨¦tico, las consecuencias del proceso electoral, la rebaja del IRPF y la relajaci¨®n monetaria del Banco Central Europeo han impedido un ajuste suficiente para atajar el n¨²cleo de la inflaci¨®n y su diferencial con Europa. Seguir insistiendo sobre el cumplimiento o no del objetivo del 2% para diciembre no va a llevar a ninguna parte.
2. Adoptar el objetivo europeo de inflaci¨®n para 2001. Una vez incorporados a la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria, nuestra inflaci¨®n no puede ser permanentemente superior a la del resto de nuestros socios comerciales con los que tenemos un tipo de cambio irrevocablemente fijo. Por ello, y siguiendo con el criterio de Maastritcht, deber¨ªamos fijarnos en la tasa de inflaci¨®n objetivo de los pa¨ªses del n¨²cleo europeo para nuestros presupuestos, tanto p¨²blicos como privados.
3. Acelerar las reformas estructurales incluyendo el mercado de trabajo. Favorecer la competencia, tanto la interior como la externa, con medidas de largo plazo, e impedir que el poder de decisi¨®n en la negociaci¨®n salarial se concentre en un n¨²cleo reducido del mercado de trabajo, m¨¢xime en una situaci¨®n de reducci¨®n de la tasa de paro.
4. Favorecer la inmigraci¨®n. Evitar los cuellos de botella en algunos sectores y zonas geogr¨¢ficas, tanto en el mercado de trabajo como en el suministro de algunos bienes y servicios. Adem¨¢s, la inmigraci¨®n contribuye a resolver otros problemas que a largo plazo tiene planteada la econom¨ªa espa?ola.
5. Endurecer la pol¨ªtica fiscal. De forma inmediata se podr¨ªa adelantar el objetivo de d¨¦ficit cero, as¨ª como un objetivo de super¨¢vit en torno al 0,5% para el a?o que viene. Se deben retrasar los recortes de impuestos, excepto aquellos que estimulen el ahorro, mientras la situaci¨®n c¨ªclica no los aconseje.
6. Evitar la tentaci¨®n de bajar las tarifas. La reducci¨®n de tarifas maquilla puntualmente el IPC, pero no soluciona el problema de la inflaci¨®n. De hecho, puede empeorarlo al introducir una distorsi¨®n sobre los ajustes de los precios relativos. Adem¨¢s, perjudica a nuestras principales empresas, tanto en su cotizaci¨®n en Bolsa como en su proyecci¨®n internacional.
7. No bajar los impuestos de la gasolina. Dichos impuestos son inmunes al fraude fiscal y a la econom¨ªa sumergida. Todo el mundo los paga. Se grava un producto que contamina y que provoca congesti¨®n en las ciudades. Adem¨¢s, su carga fiscal es relativamente baja, comparada con la media europea. Todo ello, junto con el argumento de la libertad de ajuste de los precios relativos, desaconseja contrarrestar la subida del precio del petr¨®leo o del d¨®lar con bajadas de estos impuestos especiales.
Estas siete propuestas se pueden agrupar en dos. En primer lugar, respetar los precios relativos, es decir, aceptar que el problema de la inflaci¨®n no es el de la variaci¨®n de algunos precios sobre los cuales se puede actuar con intervenci¨®n puntual en las tarifas, sino una cuesti¨®n sobre la evoluci¨®n general del nivel de precios cuya mayor distorsi¨®n es, precisamente, que impide el ajuste de los precios relativos. Por tanto, la estrategia ¨®ptima es liberalizar la econom¨ªa y no intervenir a trav¨¦s de las tarifas. El largo plazo frente al dato de diciembre. En segundo lugar, compensar la todav¨ªa excesiva relajaci¨®n monetaria que vive nuestro pa¨ªs como consecuencia de los tipos de inter¨¦s que fija el Banco Central Europeo, con una pol¨ªtica fiscal m¨¢s estricta, que posibilite una combinaci¨®n de pol¨ªticas m¨¢s adecuada para la situaci¨®n c¨ªclica de nuestra econom¨ªa.
Miguel Sebasti¨¢n es director del Servicio de Estudios del BBVA.
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