Amnist¨ªa Internacional denuncia el acoso de ETA a los pol¨ªticos no nacionalistas

La organizaci¨®n de derechos humanos Amnist¨ªa Internacional (AI) exigi¨® ayer a la banda terrorista ETA que ponga fin de forma inmediata y definitiva a los homicidios, secuestros y toma de rehenes y que deje de cometer actos violentos e intimidatorios, como incendios, atentados con explosivos y amenazas de muerte, que ha continuado llevando a cabo contra representantes pol¨ªticos vascos, empresas, peri¨®dicos, personalidades judiciales y agentes encargados de hacer cumplir la ley tras el anuncio del fin de la tregua el pasado mes de noviembre."ETA contin¨²a matando y ETA contin¨²a ejerciendo la violencia callejera", declar¨® ayer el director de la secci¨®n espa?ola de AI, Esteban Beltr¨¢n. Como denunci¨® Beltr¨¢n, esta violencia callejera prosigui¨® durante el periodo que dur¨® la tregua (del 18 de septiembre de 1998 hasta el 3 de diciembre de 1999) de la organizaci¨®n terrorista, as¨ª como que persistieron la pol¨ªtica de violencia y el acoso e intimidaci¨®n contra concejales vascos del PP, PSOE y pol¨ªticos del ¨¢mbito no nacionalista. La situaci¨®n de falta de respeto a los derechos humanos que se sufre cada d¨ªa en el Pa¨ªs Vasco y los asesinatos de ETA abren el cap¨ªtulo dedicado a Espa?a en el informe anual de la organizaci¨®n titulado El olvido est¨¢ lleno de memoria.

El final de la tregua de ETA se ti?¨® de sangre con la muerte en enero del oficial del Ej¨¦rcito, Pedro Antonio Blanco Garc¨ªa. A este atentado le siguieron otros cuatro asesinatos m¨¢s, incluido el de Jos¨¦ Luis L¨®pez de Lacalle, columnista, pacifista y expreso pol¨ªtico durante la dictadura del general Franco. La muerte de L¨®pez de Lacalle formaba parte de una campa?a creciente de ETA contra los periodistas.

Amnist¨ªa volvi¨® a pedir ayer a la banda armada que respete los derechos humanos, con independencia de la existencia de un proceso de paz, manifestando que estos derechos nunca son negociables.

Beltr¨¢n resalt¨® las denuncias por presuntos miembros de ETA de torturas y malos tratos infligidos por agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa o de la Guardia Civil en el momento de la detenci¨®n, durante su traslado a comisar¨ªas y durante el periodo de detenci¨®n en r¨¦gimen de incomunicaci¨®n. Existen persistentes referencias a la asfixia mediante la colocaci¨®n de bolsas de pl¨¢stico en la cabeza, as¨ª como reiteradas palizas. En algunos casos, las denuncias alud¨ªan a abusos sexuales.