Unos ladrones asesinan cerca de Barcelona a una pareja de ancianos
Los asaltantes torturaron al matrimonio para hacerse con los objetos de valor
Un empresario jubilado, Miquel Berenguer, de 69 a?os, y su esposa, Emilia Casagolda, de 71, fueron brutalmente asesinados la noche del pasado viernes cuando se encontraban en su domicilio, una mas¨ªa aislada situada en una urbanizaci¨®n de Sentmenat (Barcelona). La Guardia Civil sospecha que las cuatro personas que participaron en los hechos torturaron a sus v¨ªctimas antes de matarlas para saber d¨®nde escond¨ªan los objetos de valor.
El asesinato no es m¨¢s que el final de un plan urdido minuciosamente y llevado a cabo con grandes dosis de sangre fr¨ªa y crueldad: las v¨ªctimas presentaban m¨²ltiples golpes y cortes realizados con arma blanca en diversas partes del cuerpo.Todo comenz¨® a las seis y media de la tarde en el centro de Barcelona. Los presuntos asesinos, cuatro personas entre 25 y 40 a?os, seg¨²n fuentes policiales, secuestraron al taxista D. R. R, de 52 a?os. Le obligaron a salir del centro y tomar la autopista en direcci¨®n de Sabadell, luego se desviaron hacia castellar del Vall¨¦s y finalmente hacia Sentmenat, ¨²ltimo objetivo, prefijado antes de subir al taxi. Se lo tomaron con calma.
Pararon en un bar
Antes de llegar a la urbanizaci¨®n en la que est¨¢ la mas¨ªa de los asesinados, se pararon por el camino en una bar de la zona para tomar una copa. Luego, y presumiblente siguiendo el plan previsto, amenazaron al taxista con varios machetes y navajas para que les condujera al lugar del crimen.
Cuando estaban ya muy cerca de la urbanizaci¨®n de Can Vinyals, en Sentmenat, amordazaron al taxista y lo ataron a un ¨¢rbol, en el barrio de Buanta. Adem¨¢s, le robaron todo el dinero que llevaba encima. A pesar de ello, y por suerte para el taxista, all¨ª termin¨® para ¨¦l la dram¨¢tica aventura. Los cuatro ladrones siguieron con el taxi hasta la casa de los jubilados -el hombre es un conocido y adinerado industrial de Sabadell, ahora retirado-.
All¨ª tambi¨¦n se lo tomaron con calma y, sobre todo, sangre fr¨ªa. Torturaron a los dos ancianos, cuya salud no era muy buena, para que les desvelaran d¨®nde escond¨ªan los objetos de m¨¢s valor. Despu¨¦s de robarles, los asesinaron r¨¢pidamente.
Incluso despu¨¦s del crimen, matuvieron los nervios tranquilos. Decidieron regresar al lugar donde hab¨ªan dejado al taxista. Ya no estaba all¨ª. Hab¨ªa sido liberado por unos excursionistas, que avisaron a la polic¨ªa.
Los supuestos asesinos alteraron r¨¢pidamente sus planes y decidieron entonces borrar las huellas del atraco: arrojaron el taxi a un lago, al lado de la mas¨ªa asaltada, y volvieron a la casa para apoderarse del veh¨ªculo de las v¨ªctimas, con el que definitivamente huyeron sin dejar rastro, al menos aparentemente. Los investigadores, como primera medida, est¨¢n buscando el cohe de la pareja de ancianos por toda la zona.
La Guardia Civil ha podido rescatar el taxi del lago en el que lo abandonaron y conf¨ªa en encontrar las huellas de los presuntos asesinos, una de las pistas fundamentales.
Todo parece indicar que los atracadores conoc¨ªan perfectamente el lugar, pues la mas¨ªa se encuentra en una zona de dif¨ªcil acceso y aislada, y algunas hip¨®tesis apuntan que pod¨ªan conocer a la familia y su situaci¨®n econ¨®mica.
El matrimonio fallecido hab¨ªa sido uno de los primeros en llegar a la urbanizaci¨®n de Can Vinyals hace unos treinta a?os y presisamente por ello eran muy conocidos en el lugar. Los vecinos de la zona les definen como una pareja "muy tranquila y feliz".
El matrimonio, que ten¨ªa tres hijos, viv¨ªa retirado y dedicado al cultivo de la huerta y a la crianza de animales. Seg¨²n un vecino, Berenguer se encontraba en un "delicado estado de salud" y pensaba vender la torre porque le comportaba demasiado trabajo y en su estado no pod¨ªa mantenerla.
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