Vuelve el futbol¨ªn
Mendieta revitaliza a una selecci¨®n que no acaba de tomarle el pulso al torneo
El equipo espa?ol no le acaba de tomar el pulso al torneo. Los cambios le revitalizaron en acciones puntuales, en actos de fe como el que protagoniz¨® Mendieta en el segundo gol, en un par de intervenciones de m¨¦rito de Ca?izares, o la buena defensa de anticipaci¨®n de Abelardo y en el entrejuego de Alfonso. Tuvo m¨¢s presencia porque el peso de los futbolistas entrantes fue superior al de los salientes. El grupo, sin embargo, no ha armado todav¨ªa el juego. No hay despliegue. El bal¨®n no marca los movimientos que se imponen sino que provoca el repliegue. Ha vuelto el futbol¨ªn. M¨¢s que fatigados, los futbolistas parecen inanimados. Las decisiones de Camacho tampoco parecen ayudar al sosiego. El cambio de portero y la sustituci¨®n de Guardiola por Helguera en el ¨²ltimo tramo no son precisamente s¨ªntomas de confianza.Alrededor de Guardiola se ha organizado en la selecci¨®n el mismo debate que en el Bar?a. Que si no se mueve, que si es previsible, que si no va. El medio centro siempre fue el mejor indicador para saber sobre el equipo, y Guardiola labor¨® ayer m¨¢s defensivamente que en ataque, mal asunto en un jugador que nunca fue f¨ªsico. El buen juego posicional le permiti¨® entrar m¨¢s en acci¨®n, que no en el partido. El problema no es s¨®lo de los que juegan parados, sino de los que tienen que moverse. Al igual que frente a Noruega, Espa?a no tuvo el control del encuentro que se le exig¨ªa por su superioridad sobre Eslovenia, un equipo que le puso en muchos apuros en el intercambio de golpes.
Las mejoras en el equipo se apreciaron de forma intermitente, aunque evidente. Sustituyendo a Fran, Camacho volvi¨® a renunciar a un zurdo nato para jugar en el carril del 10. Mendieta ped¨ªa un sitio en la media, y si tuvo m¨¢s presencia que otros en el partido fue m¨¢s por su buen estado f¨ªsico y sapiencia futbol¨ªstica que por la demarcaci¨®n que ocup¨®. El volante del Valencia aviv¨® la circulaci¨®n por el carril izquierdo, conect¨® con asiduidad con Aranzabal, el equipo progres¨® m¨¢s por banda y tuvo mejor salida que ante Noruega. No hubo novedades en el otro costado, donde M¨ªchel Salgado sigue sacando jugadas de gol de todos los barullos en que se mete. El juego por banda, consecuentemente, tuvo m¨¢s incidencia que el del doble pivote, pues Valer¨®n no acaba de encontrar el sitio, obsesionado por mirar lo que hace Guardiola.
La entrada de Alfonso ayud¨® a oxigenar el ataque, a tener m¨¢s la pelota y a mejorar la movilidad ofensiva. Los puntas tuvieron m¨¢s recorrido, engancharon mejor con los medios y soltaron unos cuantos remates, sobre todo Ra¨²l, elegido mejor jugador del partido.
El b¨¦tico profundiz¨®, amag¨® y enga?¨®, tir¨® paredes, mand¨® un par de pases corridos muy interesantes y busc¨® la falta cuando vio que perd¨ªa la pelota. Quiz¨¢ la fluidez subi¨® un punto por encima respecto al primer partido, en el que Urzaiz jug¨® de poste sin que los volantes le hicieran caso.
Ca?izares y Abelardo tuvieron intervenciones decisivas y, sin embargo, el equipo tom¨® demasiadas ocasiones de gol, s¨ªntoma de inestabilidad. El tanto encajado retrat¨® la mala colocaci¨®n de los zagueros, as¨ª como los dos escorzos de Abelardo, que sac¨® dos pelotas de gol a los eslovenos, provocaron una sensaci¨®n de que Espa?a era un equipo menor en las dos ¨¢reas.
Hay dos asuntos que provocan desasosiego por repetidos: la falta de consistencia de la l¨ªnea de medios y su dificultad en la elaboraci¨®n del juego. La selecci¨®n ensanch¨® y alarg¨® el campo para dar una mayor velocidad y profundidad al juego, pero no lig¨® un f¨²tbol mejor porque los jugadores no respondieron a la propuesta ambiciosa. Los nuevos, los que entraron ayer, fueron de los mejores, y el equipo lo agradeci¨® m¨¢s en el marcador que en el juego.
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