?Federal?.
?Europa federal? El t¨¦rmino, lo ha vuelto a poner en circulaci¨®n el ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores, Joschka Fisher, con un impacto positivo, aspectos negativos, y dos contradicciones de grueso calibre. El positivo, es que, ahora que est¨¢ en curso una nueva reforma de la instituciones de la UE, resulta saludable forzar un debate sobre las finalidades de la Uni¨®n, aunque ya se empiece a hablar de que las grandes reformas para hacer posible unas instituciones en las que participen 27 o 30 miembros llegar¨¢n despu¨¦s, dentro de unos a?os. Pero siembra confusi¨®n, pues no se sabe muy bien qu¨¦ es esto del federalismo aplicado a Europa. La UE , quiz¨¢s la aportaci¨®n m¨¢s original del siglo XX por parte de Europa a las formas pol¨ªticas, es un ser extra?o. No es, ni previsiblemente ser¨¢, un Estado, federal o confederal. Pero estos son vocablos anticuados que no corresponden a este mundo, a esta Europa de soberan¨ªas superpuestas, compartidas y en redes. Tal es la dificultad de definir lo que la UE es ahora, no digamos ya lo que ser¨¢ en un futuro, que en su famosa sentencia de 1993 sobre el Tratado de Maastricht, el Tribunal Constitucional alem¨¢n tuvo que inventar una palabra, Staatenverbund, para definir la UE, tercera v¨ªa entre la federaci¨®n de Estados (Bundesstaat) y la confederaci¨®n de Estados (Staatenbund). Esta Uni¨®n tiene m¨¢s poderes en algunos campos, y menos en otros, que, por ejemplo, el Gobierno federal en EE UU. Delors habla de ir a una "Federaci¨®n de Estados naci¨®n", pero ante todo es un nuevo pacto institucional, desde la conciencia de que, tal como est¨¢ la UE, incluso con las reformas que se plantean ahora, no habr¨¢ ni ampliaci¨®n ni profundizaci¨®n.Te¨®ricos del federalismo hay muchos. Uno de ellos, el gran Karl Deutsch, consideraba que, frente a la confederaci¨®n, un sistema federal debe tener unas instituciones centrales fuertes -desde luego m¨¢s fuertes que las partes-, en organizaci¨®n, funcionariado, presupuesto y jurisdicci¨®n. Nada de esto ocurre, ni ocurrir¨¢ en el futuro previsible. Ah¨ª radica una de las contradicciones de la propuesta del alem¨¢n: de dinero, no habla. Y no se puede hacer federalismo con un l¨ªmite presupuestario del 1,27% del PIB total de la UE. Una federaci¨®n no se puede construir sobre el principio de que uno legisle y otro pague. No puede haber federalismo pol¨ªtico sin federalismo fiscal. Segunda contradicci¨®n, es que la doctrina de las vanguardias, y de las cooperaciones reforzadas entre los que quieren avanzar en la integraci¨®n, est¨¢ re?ida con la igualdad que subyace al federalismo. Y al cabo lleva a preguntarse si Francia, por ejemplo, estar¨ªa dispuesta a delegar a la UE el bot¨®n nuclear o su esca?o permanente en el Consejo de Seguridad.
Hasta ahora, la integraci¨®n europea en vez de debilitar ha reforzado, o al menos salvado, a los Estados que comparten soberan¨ªa. Quiz¨¢s la excepci¨®n, relativa, sea el Banco Central Europeo. Probablemente el impacto psicol¨®gico del euro f¨ªsico a partir de 2002 sirva para cambiar las mentalidades, a lo que puede contribuir una Carta de Derechos Fudamentales, si es justiciable y no se queda en mera declaraci¨®n. Pero dif¨ªcilmente se llegar¨¢ a una federaci¨®n cuando no hay pueblo, demos, europeo que pueda democr¨¢ticamente delegar la soberan¨ªa a un centro. Es, adem¨¢s, dif¨ªcil compaginar tradiciones pol¨ªticas y culturas jur¨ªdicas tan diferentes.
En los actuales Quince hay siete monarqu¨ªas, pero ninguno de ellos, ni de las rep¨²blicas, quiere dispensarse de un jefe de Estado. Y cabe indicar que los que llaman a la puerta de la UE, que acaban de recuperar su soberan¨ªa nacional tras d¨¦cadas bajo el yugo sovi¨¦tico, no son precisamente los m¨¢s integracionistas y s¨ª los que miran con inter¨¦s hacia EE UU, ?federador externo de Europa? ?Federalismo? Habr¨¢ que pensar en otra cosa. Lo que no quita para que haya una enorme distancia entre los que quieren conservar la soberan¨ªa nacional a toda costa, y los m¨¢s integracionistas. Nominalismos aparte, a lo que hay que responder es a la pregunta que se hace Delors: "?Qu¨¦ queremos hacer juntos?".
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