Un espect¨¢culo circense parodia en Santiago el mundo del f¨²tbol
Mientras la barbarie de los hooligans arrasa las ciudades belgas y los pa¨ªses europeos defienden su orgullo nacional sobre un campo de f¨²tbol, en Santiago de Compostela han decidido tomarse a chirigota el gran espect¨¢culo deportivo de nuestra era. Bajo la direcci¨®n de un payaso holand¨¦s, Eric de Bont, y con un elenco de actores de variada procedencia, el espect¨¢culo Champi?¨®ns Ligue Clownf¨²tbol ofrece a partir de hoy en la ciudad gallega una mezcla de circo, teatro y deporte. El montaje es el ¨²nico de producci¨®n propia que presenta Santiago dentro de los actos de la capitalidad europea de la cultura.
"A quien le guste el f¨²tbol, tambi¨¦n le gustar¨¢ este espect¨¢culo, y el que lo odie pasar¨¢ un rato inolvidable", ironiza De Bont, disc¨ªpulo de algunos de los m¨¢s c¨¦lebres payasos europeos, fundador del Pardoes Theatre de Arnhem (Holanda) y en la actualidad director de la Bont's International Clownschool, con sede en Sant Josep (Ibiza). Hace dos a?os, mientras jugaba en la playa con un grupo de alumnos, a De Bont se le ocurri¨® que el f¨²tbol podr¨ªa servir de base para un inusual espect¨¢culo circense. Durante un viaje a Santiago entr¨® en contacto con el grupo de teatro Ch¨¦vere y consigui¨® la financiaci¨®n necesaria del consorcio de la ciudad, el organismo que coordina los actos de la capitalidad europea.Las pretensiones de De Bont no van mucho m¨¢s all¨¢ de hacer re¨ªr e ironizar sobre el deporte que concita las pasiones y desvelos de medio planeta. Pero al director tampoco se le escapa que el f¨²tbol tiene algo de met¨¢fora de la sociedad actual. "El f¨²tbol nos toca a todos", se afirma en la presentaci¨®n del proyecto, "ejerce mucha atracci¨®n para gente de cualquier edad, sexo y condici¨®n. Pero con frecuencia es tambi¨¦n un mundo loco muy representativo de nuestra sociedad, en la que priman el ¨¦xito, el dinero y la competitividad".
Desde hoy, y hasta el 2 de julio, a diario se jugar¨¢ un singular duelo futbol¨ªstico en el pabell¨®n polideportivo de Vite. Sobre un c¨¦sped que en realidad es un campo de lechugas se enfrentar¨¢n dos equipos formados por cuatro jugadores. La escuadra con vestimenta roja alinear¨¢ un portero-esp¨ªa, el temible defensa La Bestia, un hippy reconvertido en libero y el inevitable crack en el ataque. El conjunto azul presentar¨¢ a un guardameta esot¨¦rico, una diva que no cesa de cantar en el centro de la defensa, un ciego en el medio del campo y un hombre gol.A su alrededor ir¨¢n apareciendo los dem¨¢s personajes habituales en un estadio: desde Walter Winterbottom, fil¨®sofo del f¨²tbol, hasta el ¨¢rbitro, entrenadores, hinchas, camilleros, masajistas, polic¨ªas, fot¨®grafos... En el palco, los directivos y el rey y la reina, que los jugadores confundir¨¢n con los Reyes Magos. Una orquesta fanfarria dar¨¢ el ambiente musical. Enfrente de la grada del p¨²blico se instalar¨¢ un tel¨®n por el que ir¨¢n apareciendo distintos personajes (el locutor radiof¨®nico, el hincha an¨®nimo y su mujer...) y servir¨¢ de plataforma para efectos mec¨¢nicos que simular¨¢n el lanzamiento de almohadillas, bengalas y confetis. De las vallas publicitarias brotar¨¢ humo, agua y fuego, junto a consejos y m¨¢ximas filos¨®ficas. De Bont pretende aprovechar toda esta parafernalia para reivindicar el valor del fracaso, porque, como insiste con reiteraci¨®n, "el ¨¦xito del clown nace de su propio fracaso".
Babelia
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