Mensaje inequ¨ªvoco
La verdad es que no me he encontrado hasta hoy nunca ante una situaci¨®n como aquella en la que se encontr¨® Francisca Gil en 1997. Pero, de encontrarme en una situaci¨®n parecida, me imagino que me comportar¨ªa igual que ella. Dar cobijo y alimento a un ser humano que se encuentra en estado de necesidad, aunque se tenga la impresi¨®n de que se trata de un inmigrante ilegal, es una reacci¨®n admirable, que no repugna a la conciencia de ninguna persona de bien, sino todo lo contrario.Por eso me llam¨® profundamente la atenci¨®n y me result¨® repugnante la noticia ofrecida ayer por EL PAIS de la confirmaci¨®n por el TSJA de la sanci¨®n impuesta a Francisca Gil por la Subdelegaci¨®n del Gobierno de C¨¢diz en 1997 por ayudar a un ciudadano argelino.
Llevamos un mont¨®n de meses en los que pr¨¢cticamente todas las noticias que nos llegan sobre la forma en que reaccionamos ante los inmigrantes son deprimentes. Deprimente ha sido la actuaci¨®n del Gobierno de la naci¨®n, que abri¨® la legislatura pasada drogando y amordazando a los emigrantes que se encontraban en un campamento de acogida en Ceuta, para poderlos repatriar de manera m¨¢s c¨®moda. Deprimente ha sido la actuaci¨®n del Gobierno esta misma semana, repatriando a Marruecos a los inmigrantes interceptados en Mijas, con una interpretaci¨®n m¨¢s que discutible de la Ley de Extranjer¨ªa. Deprimentes fueron los acontecimientos de El Ejido, la forma de abordar el problema del alcalde del municipio y el apoyo que recibi¨® de toda la direcci¨®n del PP, con la ¨²nica excepci¨®n del entonces ministro de trabajo, Manuel Pimentel. Deprimentes han sido los acontecimientos en Almorad¨ª, en donde se empez¨® atacando a los gitanos pero se acab¨® agrediendo a unos marroqu¨ªes para rematar la faena, ante la pasividad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y de la Polic¨ªa Local.
La primera noticia en mucho tiempo que transmite un mensaje de solidaridad respecto de los inmigrantes es la de Francisca Gil. Y es noticia por la reacci¨®n que su conducta ha provocado en los poderes p¨²blicos. Denuncia ante la justicia penal primero y sanci¨®n administrativa despu¨¦s. Sanci¨®n administrativa que ha sido confirmada esta semana por el TSJA.
Si los poderes p¨²blicos hubieran actuado en los casos del El Ejido o en el de Almorad¨ª con el mismo celo con que lo han hecho en el caso de Francisca Gil, posiblemente no habr¨ªan llegado las aguas a donde llegaron y se habr¨ªa procedido despu¨¦s contra quienes fueron protagonistas de las agresiones a los inmigrantes de la forma en que debe hacerse en un Estado de Derecho.
Mal pa¨ªs aquel en el que se sanciona una conducta como la de Francisca Gil y se alaba la conducta de los alcaldes de El Ejido o de Almorad¨ª, que no s¨®lo no hicieron nada para impedir lo que ocurri¨®, sino que han justificado a posteriori la conducta de los vecinos. El mensaje, en todo caso, no puede ser m¨¢s inequ¨ªvoco.
JAVIER P?REZ ROYO
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