Tom Cruise afirma que le empuja una irrefrenable necesidad de superarse

Dentro de una semana, Tom Cruise cumplir¨¢ 38 a?os. Lo har¨¢ convertido en el actor m¨¢s poderoso de Hollywood. Una estrella imbatible desde hace m¨¢s de una d¨¦cada. Cruise present¨® ayer en Madrid Misi¨®n: Imposible 2. Ni su cuerpo menudo, ni su piel lechosa, ni su nariz ligeramente torcida hacen palidecer su sorprendente aura. Tiene la mirada y la sonrisa m¨¢s cautivadoras y rentables del cine de hoy. "Como cualquier actor, tengo ansiedades y miedos, temo fallar y fracasar", afirm¨® ayer, "pero el miedo no me paraliza, me empuja la irrefrenable necesidad de superarme a m¨ª mismo".

Un espeso silencio rode¨® el encuentro de Tom Cruise y los periodistas espa?oles. Desde el momento de su entrada en el sal¨®n del hotel todo pareci¨® extra?amente quieto. No se escuch¨® ni un murmullo, ni siquiera el inevitable timbre de un tel¨¦fono m¨®vil. S¨®lo brot¨® una cadena de carcajadas cuando una periodista pregunt¨® al actor c¨®mo un supuesto amante de la cultura espa?ola como ¨¦l, aficionado incluso al flamenco y rodeado de un equipo de asesores de primera, hab¨ªa podido dejar pasar que en la escena inicial de Misi¨®n: Imposible 2 se mezclaran en las calles de Sevilla la Semana Santa con las Fallas. El actor mir¨® entonces a los periodistas con ojos de disculpa, levant¨® con aire ingenuo los hombros y sac¨® su arma invencible. Con una hilera de blancos dientes como ¨²nica respuesta, todo estaba dicho.Cruise, demasiado lento en sus contestaciones, dedic¨® la mayor¨ªa de su tiempo a hablar de John Woo, director de la segunda entrega de Misi¨®n imposible -que se estrena en Espa?a el 7 de julio- y de las diferencias de ¨¦ste con Brian de Palma, director de la primera. "Brian de Palma buscaba la exactitud; Woo, el movimiento", manifest¨® el actor. "Son dos directores totalmente diferentes; Woo es m¨¢s emocional; Brian, m¨¢s fr¨ªo. Las dos pel¨ªculas no tienen nada que ver una con otra, en la misma medida que ellos no tienen nada que ver uno con otro. Brian de Palma ten¨ªa dibujada la pel¨ªcula meses antes de empezar a rodarla. Woo improvisa constantemente, el plat¨® est¨¢ m¨¢s abierto con ¨¦l, a ¨¦l la realidad le importa poco", a?adi¨® el actor.

Tom Cruise ha sido el soldado mutilado de Nacido el 4 julio y ha interpretado formas ins¨®litas de orfandad y de irreverencia en Magnolia y Algunos hombre buenos, donde sus r¨¦plicas interpretativas a Jason Robards y Jack Nicholson, respectivamente, le han valido dos de los grandes momentos de su carrera. Fue el h¨¦roe de Top Gun, el buen hermano de Rainman, el aprendiz de jugador de El color del dinero y el marido desorientado de Eyes wide shut. "Siempre me ha interesado hacer pel¨ªculas diferentes, personajes diferentes", afirm¨® ayer; "como espectador me gusta todo tipo de cine y esos intereses se reflejan en mi carrera como actor. Siempre he intentado hacer de todo". "Como cualquier otro int¨¦rprete, tengo miedos", continu¨® el actor. "Tengo miedo a fallar, a equivocarme, a que mi trabajo no funcione o que no funcione la pel¨ªcula. Temo hacerlo mal. Pero el miedo no me paraliza, al contrario. El miedo me ayuda a trabajar m¨¢s y m¨¢s fuerte. No rechazo ning¨²n tipo de personaje, ni ning¨²n tipo de pel¨ªcula. No soy de esas personas que se echan para atr¨¢s ante la adversidad. Los errores, que los he cometido, me han servido siempre para aprender". "Yo", continu¨® Cruise, "soy de esas personas que piensan que ma?ana ser¨¢ otro d¨ªa".

Alturas

"Cuando veo un precipicio me invade la sensaci¨®n de querer lanzarme al vac¨ªo. No para matarme, sino para tener la sensaci¨®n de flotar". Ni siquiera al explicar su "necesidad" de experimentar riesgo f¨ªsico Tom Cruise resulta presuntuoso. "No tengo miedo a las alturas, ning¨²n miedo. El riesgo me divierte", a?adi¨® el actor, con cara de buen chico. "No quise dobles en las escenas de alpinismo de Misi¨®n imposible porque para m¨ª esas escenas forman parte de la diversi¨®n de la pel¨ªcula". Cruise acude a su infancia para ilustrar su vocaci¨®n por el peligro y recuerda c¨®mo se arrojaba con una s¨¢bana en forma de paracaidas -"cuando s¨®lo ten¨ªa cuatro a?os"- por las escaleras del s¨®tano de su casa. "Me gustan las motos, los coches de competici¨®n... el riesgo f¨ªsico no me produce temor alguno, mi adrenalina seguramente reacciona, pero yo no siento nada".