Ley y transg¨¦nicos
La UE mantiene desde 1998 una moratoria de hecho sobre la autorizaci¨®n de nuevos productos transg¨¦nicos y bloquea la comercializaci¨®n de los ya autorizados. Tal moratoria responde, sobre todo, a la presi¨®n de los grupos ecologistas y a la opini¨®n p¨²blica, que desconoce en buena parte la naturaleza real de los alimentos gen¨¦ticamente modificados y sus diferencias con los naturales, pero teme sus efectos contra la salud y el medio ambiente y no encuentra beneficios tangibles a su uso. La Comisi¨®n Europea admite ahora que esa moratoria no estaba legalmente justificada y se dispone a aplicar las normas que se dio en 1999, m¨¢s exigentes en materia de controles y etiquetado, ante las nuevas autorizaciones solicitadas.Las multinacionales del sector agroalimentario monopolizan la mayor¨ªa de los productos transg¨¦nicos e imponen condiciones que pueden resultar lesivas a agricultores o consumidores, especialmente en los pa¨ªses m¨¢s pobres. Pero la presencia dominante de esas grandes empresas es, en parte, consecuencia de la retirada paulatina de fondos p¨²blicos para la investigaci¨®n en los pa¨ªses m¨¢s desarrollados. Las dudas o los temores que este estado de cosas pueda suscitar de forma leg¨ªtima no debe llevar a considerar que los productos transg¨¦nicos sean en s¨ª mismos peligrosos. De hecho, no existe ninguna prueba cient¨ªfica de que se hayan producido da?os por su uso, a pesar de que existe una experiencia acumulada de d¨¦cadas y millones de consumidores en EE UU. Descalificar una tecnolog¨ªa porque est¨¢ en manos de determinadas empresas, en lugar de centrar el problema en el control de la misma, podr¨ªa llevarnos a renunciar a un instrumento potencialmente beneficioso en el futuro.
El tal¨®n de Aquiles de los productos transg¨¦nicos en la opini¨®n p¨²blica es la falta de percepci¨®n de sus beneficios. Por el contrario, cuando se perciben con claridad sus efectos positivos, como ocurre en la producci¨®n de algunos f¨¢rmacos, no existe una oposici¨®n radical al uso de la biotecnolog¨ªa. Disponer de plantas que requieran menos tierra cultivable, menos abonos, menos insecticidas o menos agua gracias a los transg¨¦nicos, por citar algunos ejemplos, no deja de ser un activo de futuro que no debemos despreciar. La UE endureci¨® hace ahora un a?o la legislaci¨®n sobre transg¨¦nicos para proteger a los consumidores y al medio ambiente. Parece l¨®gico que se disponga ahora a utilizarla en lugar de mantenerse en una situaci¨®n legalmente discutible.
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