Luis Vilches, por la puerta grande

A la ver¨®nica

El p¨²blico respondi¨® con alegr¨ªa y casi llen¨® los tendidos en una noche calurosa. Los novillos de Rom¨¢n Sorando dieron un recital de buenas embestidas, que los novilleros debutantes en Las Ventas aprovecharon cuanto pudieron para deleite del personal. El mejor librado fue Luis Vilches, de Utrera, que abri¨® la puerta grande.El sevillano ya demostr¨® su buen corte en los lances de saludo a su primero. Dos ver¨®nicas a pies juntos y una media muy recogida de singular personalidad. Con la muleta le cogi¨® la distancia al noble y flojo burel, y sin obligarle mucho le tore¨® con temple por ambos pitones, m¨¢s centrado por el izquierdo. Recursos para adornarse y conocimiento de lidiador. Le falt¨® emoci¨®n a su primera faena y el premio se qued¨® en silencio.

En su segundo, el de Utrera tore¨® con el percal muy bien. Unas ver¨®nicas en las que meci¨® la capa, algunas de campanillas. El juego de los brazos con ritmo y el remate hondo. Una grata sorpresa en tiempos en que tan caro es ver torear de capote de manera cl¨¢sica. La faena de muleta la comenz¨® en los medios, con un precioso cartucho de pescao y unos naturales limpios. Bien concebido el trasteo, sobrio y con toques de gracia, en series por los dos pitones templadas y de gusto en la interpretaci¨®n. Tumb¨® al novillo de una estocada en todo lo alto y, aunque el premio de las dos orejas sea un tanto excesivo, la impresi¨®n causada, de novillero de gusto, t¨¦cnica y amplios recursos es muy de agradecer. Qu¨¦ bien ese toreo fundamental a la ver¨®nica.Tom¨¢s L¨®pez pas¨® apuros para torear a su primero, que de salida intent¨® saltar al callej¨®n. Se quedaba corto por los dos pitones y hubo de fajarse con arrojo para intentar dome?ar al manso y garbanzo negro de la novillada. Sufri¨® una voltereta en los primeros compases de la faena de muleta, sin consecuencias. Y se desquit¨® en su segundo, al que recibi¨® de capote con prestancia, regusto y unas ver¨®nicas de manos bajas que calentaron los tendidos. La faena de muleta, en la que luci¨® al novillo al darle sitio, estuvo compuesta de muletazos en corto, mandones, y de alguna serie ligada que el respetable celebr¨®.

El novillero de Guanajuato manej¨® el capote de forma variada y ajustada a los c¨¢nones en su respectivos quites por gaoneras. En sus dos faenas de muleta dej¨® claro que tiene buen sentido del temple y de la lidia. Estuvo m¨¢s centrado en el sexto, una faena que pec¨® de frialdad, en la cual le salieron pases de pecho impecables y alg¨²n muletazo de buen trazo.