Bassat experiment¨® la pasi¨®n 'cul¨¦'
El publicista qued¨® atrapado entre la felicidad de los que le votaron y el hostigamiento de los rivales
Sonrisas, saludos, carreras, requiebros y cierta dosis de miedo. El arte de las relaciones p¨²blicas al servicio de una ¨²nica causa: alcanzar la presidencia del Bar?a. Llu¨ªs Bassat encontr¨® ayer el escaparate id¨®neo para demostrar su destreza en uno de los dominios de su profesi¨®n. Tras dos meses de campa?a, de exponer proyectos y programas, las votaciones de ayer ejercieron de prueba final. Alumno aventajado por gracia de su profesi¨®n, Bassat pas¨® en 12 horas un master de los que otorgan diploma con condecoraci¨®n. "En toda su vida no hab¨ªa hecho tantas relaciones p¨²blicas como hoy", confesaba una de las personas de su mayor confianza. Y es que el publicitario apenas par¨®.Sonrisa pl¨¢cida a las 10.30 de la ma?ana al depositar, entre aplausos, su voto en la mesa 89. Semblante serio, semidescompuesto, nueve horas m¨¢s tarde, cuando, amedrentado por un grupo de exaltados, se recluye en su oficina para confesar: "Por primera vez en muchos a?os, siento miedo f¨ªsico".
Entretanto, Bassat vivi¨® una jornada marcada por la sorpresa. Como la que le produjo la confesi¨®n de un matrimonio de edad que abandon¨® su descanso en un balneario valenciano para hacer 550 kil¨®metros y votar. "S¨®lo faltar¨ªa que por un voto ganase Gaspart", se justificaba el marido. O la que le caus¨® el alboroto que origin¨® la llegada de Johan Cruyff.
Se acercaba la hora del almuerzo y el cansancio se empezaba a notar. El publicitario busc¨® refrigerio, consult¨® las encuestas con gesto esc¨¦ptico -"esperemos un poco m¨¢s"- y recuper¨® su chaqueta para acudir al plat¨® de televisi¨®n. Despu¨¦s, durante hora y media, agradeci¨® uno por uno la labor de los empleados de las 120 mesas. El paseo result¨®, para su s¨¦quito, agotador. Pero el candidato parec¨ªa fresco. A su lado, asesores, guardaespaldas, su esposa y su hijo menor. Otro de sus cuatro hijos ejerc¨ªa en una mesa de interventor. Los m¨®viles escup¨ªan los datos de los sondeos y las felicitaciones de personalidades, que el rostro de Bassat acog¨ªa con absoluta serenidad.
No eran todav¨ªa las cinco de la tarde cuando lleg¨® el tiempo de las carreras. En dos requiebros, el publicitario tom¨® la delantera a su oponente, Joan Gaspart, para ser el primero en recibir el saludo de Jordi Pujol y estrechar la mano de Pep Guardiola. La agudeza le llen¨® de satisfacci¨®n. Para entonces, su esposa, siempre cerca pero siempre discreta, hab¨ªa optado por dedicar un poco de tiempo, en el interior de la oficina, a sus nietos. Y en los corrillos, los apoyos al publicitario causaban cierto estupor: "?Has visto la gente tan moderna que apoya a Bassat?".
De repente, la lluvia se torna molesta. Aparecen los paraguas, Bassat se cambia de camisa y multiplica su actividad a pesar de las inclemencias. "Va como un presidente de gobierno", se oye comentar en alusi¨®n a su equipo de seguridad. El candidato parece sereno. Los datos de sus sondeos le suenan bien. Pero, asustado por algunos incidentes, su actividad sufre un par¨®n. S¨®lo unos momentos para la reflexi¨®n, antes de proseguir la actividad. Su agenda ya est¨¢ prevista y en ella s¨®lo cabe la celebraci¨®n. Independientemente del resultado, se sentir¨¢ ganador.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.