Australia entre ceja y ceja
La Ensaladera y el Open de Australia son los dos ¨²nicos retos que le quedan al tenis espa?ol
Si alguien busca argumentos para tocar los puntos m¨¢s dolorosos del tenis espa?ol, hay dos que realmente hacen da?o: no haber ganado nunca la Copa Davis ni el Open de Australia. "S¨ª", dijo McEnroe en una de sus conferencias de prensa en Santander, "Espa?a tiene un gran equipo, hay grandes jugadores, y saben que les falta ganar la Copa Davis. Por eso est¨¢n tan motivados. Son duros de pelar". Tanto ¨¦l como el capit¨¢n australiano, John Newcombe, intentaron anteriormente salvaguardar sus intereses afirmando que Espa?a siempre falla en las rondas finales.Y, desgraciadamente, tienen raz¨®n. Pero su an¨¢lisis es incompleto. Ninguno de los dos explic¨® que las dos finales a las que accedi¨® Espa?a, en 1965 y 1967, se disputaron en Australia y sobre hierba, una superficie que cerraba pr¨¢cticamente las puertas del t¨ªtulo a los espa?oles. Tampoco se acordaron de que el tenis femenino espa?ol ha proporcionado cinco t¨ªtulos de la Copa Federaci¨®n en menos de 10 a?os. Y parecieron algo distra¨ªdos sobre un dato que marca el potencial real del tenis espa?ol: tiene 14 Grand Slam en su libro de oro.
Espa?a figura en todos los grandes palmar¨¦s del tenis mundial, excepto en dos. Entre la generaci¨®n de legendarios, con Santana, Orantes y Gimeno, y la que ha ilustrado la ¨²ltima d¨¦cada, se han cubierto casi todos los objetivos: Roland Garros (Santana, Gimeno, Bruguera, Moy¨¤ y Arantxa), Wimbledon (Santana y Conchita Mart¨ªnez), Open de EEUU (Santana, Orantes y Arantxa), Masters (Orantes y Corretja), Copa Federaci¨®n (cinco veces con Arantxa y Conchita), n¨²meros uno mundiales (Arantxa y Moy¨¤).
Un cuadro completo en el que s¨®lo quedan dos huecos por rellenar. Y, por una raz¨®n u otra, siempre Australia se interpone entre el tenis espa?ol y la cuadratura del c¨ªrculo. A pesar de que cinco espa?oles han jugado la final de Australia (Gimeno, Gisbert, Moy¨¤, Arantxa y Conchita), ninguno logr¨® coronarse. Tambi¨¦n fue Australia el pa¨ªs que dej¨® a Santana y Orantes sin ganar la Copa Davis. Y ahora, los aussies vuelven a ser el ¨²ltimo obst¨¢culo para la Ensaladera.
"Si hemos llegado tan lejos no es para perder", asegur¨® ?lex Corretja tras concretar el triunfo sobre EE UU en Santander. "Queremos ganar", se reafirm¨® Ferrero, tras colocar el 4-0. "La historia se est¨¢ forjando y, desde luego, queremos continuarla", corrobor¨® Corretja. Australia viajar¨¢ a Espa?a, entre el 8 y el 10 de diciembre, con todo su potencial: Patrick Rafter (doble campe¨®n del Open de EEUU y finalista en Wimbledon), Mark Philipusis (finalista en el Open de EEUU), Lleyton Hewitt (la revelaci¨®n de este a?o), y Mark Woodforde y Sandon Stolle (dos de los mejores doblistas del mundo).
"Yo no me creo eso de que Philipusis no jugar¨¢", coment¨® Juan Bautista Avenda?o, uno de los componentes del G-4. "Lo dijo Newcombe. Pero faltan cinco meses para la final, y estoy convencido de que vendr¨¢n con sus mejores jugadores. No renunciar¨¢n a nada". Avenda?o afirma que Australia es un rival dur¨ªsimo, se juegue donde se juegue. "Pueden componer al menos tres dobles potent¨ªsimos, y en los individuales... Hoy por hoy es el equipo m¨¢s fuerte. S¨®lo le superar¨ªa EEUU con Agassi y Sampras".
Australia, por otra parte, es el segundo pa¨ªs que m¨¢s veces ha ganado la Copa Davis, 27, s¨®lo superado por EE UU. Su ¨²ltima victoria se produjo el a?o pasado en Francia, tras 13 a?os en los que hab¨ªa accedido dos veces a la final (1990 y 1993). "Haber llegado ahora a la final es el fruto del trabajo de muchos a?os", dijo Balcells tras ganar ayer. "Es mi primer a?o en el equipo y es incre¨ªble haber llegado tan lejos. Y ahora vamos a jugar la final y a ganarla. No vale quedarse con la miel en los labios; no queremos que se repita lo que en 1965 y 1967". Antes de finalizar el a?o, Espa?a tendr¨¢ la posibilidad de cubrir el primero de los dos retos que tiene pendientes. El segundo, el Open de Australia, no se plantear¨¢ hasta enero.
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