Regreso al tesoro de los f¨®siles humanos en la Sima de los Huesos
Los paleont¨®logos explican las estrategias de excavaci¨®n de los yacimientos de Atapuerca
Huesos fr¨¢giles
La excavaci¨®n paleontol¨®gica es una labor delicada que hay que planificar con mucho cuidado para obtener resultados cient¨ªficos. No vale arremeter con el pico y la pala all¨¢ donde est¨¢n los f¨®siles o los restos arqueol¨®gicos. Por eso, los especialistas que se ocupan de la Sima de los Huesos, en la cueva mayor de la Sierra de Atapuerca (Burgos), se han contenido durante ocho a?os, comi¨¦ndose las u?as, para dejar a un lado el trozo de suelo m¨¢s rico en f¨®siles humanos. De ese trozo rescataron, en 1992, los valios¨ªsimos cr¨¢neos humanos de hace 300.000 a?os y centenares de huesos. Y durante estos ocho largos a?os han ido excavando alrededor del tesoro para estudiar a fondo el yacimiento. Ahora han vuelto a la brecha de la enorme acumulaci¨®n de f¨®siles de Homo Heidelbergensis, como se denomina t¨¦cnicamente la especie de la Sima de los Huesos."Ya hemos solucionado el problema que ten¨ªamos: delimitar bien el yacimiento", afirma en la boca de Cueva Mayor Juan Luis Arsuaga, codirector de la excavaci¨®n. "Quer¨ªamos saber si el nivel de f¨®siles humanos se extiende en toda la cavidad o no, porque en la c¨¢mara hay una gran cantidad de huesos de oso y debajo est¨¢n los humanos". Ignacio Mart¨ªnez, profesor de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares, apunta: "En este mes de campa?a hemos sacado ya 300 f¨®siles humanos, entre ellos un sacro y unos cien huesos de los pies y de las manos, que son muy interesantes y no hay apenas ninguno en el registro f¨®sil mundial. Tambi¨¦n acabamos de sacar un martillo del o¨ªdo medio".
El Portal¨®n
Y todo eso en un trocito de la Sima de medio metro cuadrado y 15 cent¨ªmetros de profundidad. En total, la colecci¨®n de f¨®siles ah¨ª extra¨ªdos hasta el momento supera las 3.500 piezas, incluidos 10 cr¨¢neos, algo inconcebible en la paleontolog¨ªa internacional hasta que se encontr¨® la Sima.
Gran Dolina
"Cuando nos preguntan qu¨¦ hemos sacado este a?o y contestamos que 300 f¨®siles... ?qu¨¦ significa? Pues es m¨¢s o menos lo descubierto en el resto de Europa en toda la vida ?y aqu¨ª lo obtenemos cada a?o!", enfatiza Mart¨ªnez. "Es como si excav¨¢semos en Egipto y nos preguntaran qu¨¦ hay de nuevo y respondieramos: 'Bueno, lo de siempre, una tumba de Tutankamon...' ?Una tumba de Tutankamon cada a?o!". ?Por qu¨¦ es tan dif¨ªcil encontrar f¨®siles humanos, excepto en la Sima? "Porque son huesos fr¨¢giles, que se rompen y porque los humanos en esa ¨¦poca no enterraban a sus muertos, los cad¨¢veres se quedaban expuestos a la intemperie y a los animales carro?eros", dice Mart¨ªnez. "Adem¨¢s la especie ten¨ªa entonces poca densidad de poblaci¨®n".El nuevo coxal est¨¢ en el laboratorio de la campa?a y Arsuaga comenta: "Nos gustar¨ªa sacar a Lola". Lola ser¨ªa una pelvis femenina que acompa?ase a la excelente pieza masculina bautizada Elvis, que se encontr¨® en la Sima hace unos a?os.
Muchos fragmentos de huesos, perfectamente catalogados, esperan el lento trabajo de reconstrucci¨®n que estos cient¨ªficos van haciendo a lo largo del a?o. Tal vez est¨¦ parte de Lola en trocitos en las bolsas de pl¨¢stico cuidadosamente marcadas... El equipo de la Sima, liderado por Arsuaga y formado por seis investigadores, baja a la cueva dos d¨ªas de cada tres durante la campa?a, excavan varias horas soportando dif¨ªciles condiciones de trabajo (12 grados cent¨ªgrados, humedad y poco ox¨ªgeno) y dedican el resto del tiempo a la limpieza de piezas, a la clasificaci¨®n y a la documentaci¨®n del yacimiento. Desde luego no todo es pico y pala o, mejor dicho, pincel, jeringuilla y esp¨¢tula en la excavaci¨®n cient¨ªfica.
En la entrada de Cueva Mayor, 20 especialistas est¨¢n atareados en otro agujero practicado en el suelo. Es el yacimiento del Portal¨®n. Jos¨¦ Miguel Carretero, de la Universidad de Burgos, estudia la perforaci¨®n (de dos por tres metro y dos de profundidad) junto con el ge¨®logo Alfredo P¨¦rez Gonz¨¢lez. Dos semanas han tardado en hacer la perforaci¨®n y eliminar las capas revueltas por viejas excavaciones, unas profesionales y abandonadas y otras de furtivos. "Ahora estamos en el nivel de la edad del bronce, de hace unos 4.000 a?os, y hemos encontrado ya mucha cer¨¢mica, f¨®siles de animales dom¨¦sticos, puntas de flecha en hueso, muchas piedras talladas...", explica Carretero. Los hombres de la edad del bronce viv¨ªan en estas cuevas, guardaban el ganado, hac¨ªan cer¨¢mica, cocinaban y, a unos metros, en la Cueva del S¨ªlex, colocaban a sus muertos en una galer¨ªa que usaban de santuario.
Con el Portal¨®n, cuenta Carretero, entr¨® Atapuerca en los libros de prehistoria, en 1910, cuando se descubri¨® all¨ª una pintura de un caballo que puede tener 11.000 a?os. Los estudios geol¨®gicos y geof¨ªsicos del Portal¨®n indican que la acumulaci¨°n de sedimento es extensa y profunda, y los cient¨ªficos esperan encontrar los niveles correspondientes a 10.000 a?os o quiz¨¢s 30.000, y tal vez aparezcan entonces restos neandertales.
La nueva estrategia que se abre en el proyecto cient¨ªfico de Atapuerca es ampliar el tiempo de registro estudiado para conocer "la actividad econ¨®mica y social de los humanos desde hace algo m¨¢s de un mill¨®n de a?os hasta casi la actualidad", como dice Eudald Carbonell, otro de los codirectores de la excavaci¨®n junto con Jos¨¦ Mar¨ªa Berm¨²dez de Castro. Los yacimientos excavados en Atapuerca hasta ahora se acababan hace 125.000 a?os.
Para completar la visi¨®n de ese tiempo m¨¢s reciente, se ha abierto otro yacimiento contempor¨¢neo al del Portal¨®n, el del Mirador, situado en un resguardo de la cueva amplio, orientado al sur, protegido de los vientos del norte y con un buen panorama sobre los alrededores. Carbonell est¨¢ entusiasmado con ese lugar. ?Qui¨¦n podr¨ªa resistirse a ocuparlo en cualquir ¨¦poca del pasado? Su olfato le dice que ah¨ª hay neandertal y le gustar¨ªa ir deprisa en la excavaci¨®n, pero el m¨¦todo cient¨ªfico se impone y, explica, el Portal¨®n y el Mirador se ir¨¢n abriendo estrat¨¦gicamente en funci¨®n de lo que se vaya encontrando.
De momento se ha excavado en el Mirador un agujero de sondeo. "Estamos en la edad del bronce y hemos encontrado varias capas blanquecinas de ceniza, restos de incendios de paja y excrementos de animales que har¨ªan los ocupantes de la cueva por razones higi¨¦nicas", explica Josep Mar¨ªa Verges (Universidad Rovira y Virgili de Tarragona).
Uno de los yacimientos que ha dado tremenda fama a Atapuerca es Gran Dolina. All¨ª se encontraron, en994, los primeros f¨®siles de Homo Antecessor, el europeo m¨¢s antiguo conocido. La reducida superficie que se excav¨® hasta el nivel de m¨¢s de 800.000 a?os, en que aparecieron unos cien huesos humanos, alcanz¨® ya al nivel inferior del yacimiento. Por arriba, en el nivel de 350.000-400.000 a?os, se afanan 50 personas excavando poco a poco 90 metros cuadrados. Este a?o han aparecido muchos restos de fauna y unos mil instrumentos de piedra, pero ni rastro de f¨®siles humanos. Carbonell explica que la estrategia en este caso ser¨¢ dividir en dos partes la excavaci¨®n y avanzar m¨¢s r¨¢pidamente en una. A unas decenas de metros de Gran Dolina, Antonio Rosas (CSIC) y cuatro colegas se ocupan del yacimiento del Elefante. Trabajan ahora en el nivel de m¨¢s de un mill¨®n de a?os y han encontrado " una lasca de s¨ªlex y dos trocitos m¨¢s", explica Rosas. El hallazgo es muy interesante, seg¨²n los investigadores, porque apunta que en la Sierra de Atapuerca estuvo el hombre hace m¨¢s de un mill¨®n de a?os.
Este a?o participan 120 personas en las excavaciones de Atapuerca, cada vez m¨¢s complejas y completas. Para hacerse una idea del volumen de tierra investigado granito a granito: cada d¨ªa, durante algo m¨¢s de un mes, Gloria Cuenca y su equipo lavan en el r¨ªo dos toneladas de sedimentos extra¨ªdos de los cinco yacimientos abiertos.
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