Los gitanos, una naci¨®n sin territorio
El V Congreso Mundial Roman¨ª declara la igualdad de derechos para hombres y mujeres
El infierno de Kosovo
La ¨²nica presencia espa?ola en el Congreso en Praga fue una carta de Juan de Dios Ram¨ªrez Heredia, presidente de la Uni¨®n Roman¨ª Espa?ola, enviada "desde Espa?a, tierra hospitalaria donde vivimos casi 700.000", para disculparse de no poder asistir debido a "problemas personales e institucionales" y desear que la IRU, organizacion no gubernamental fundada hace 30 a?os, tenga ¨¦xito y se dote de "instrumentos leg¨ªtimos, profundamente democr¨¢ticos y transparentes".La misiva parece que surti¨® efecto. En una votaci¨®n democr¨¢tica se eligi¨® nuevo presidente de la IRU al jurista checo Emil Scuka, de 43 a?os, fundador del primer partido roman¨ª de la Republica Checa y uno de los once diputados gitanos del Parlamento antes de la separaci¨®n de Chequia y Eslovaquia, y en los nuevos estatutos se incluy¨® una innovaci¨®n revolucionaria: la igualdad de derechos para hombres y mujeres.
"Es la primera vez en la historia que los roman¨ª no discriminan a la mujer", coment¨®, feliz, Nadezhda Demeter, doctora en filosof¨ªa en la Universidad de Mosc¨². Autora de varias t¨ªtulos sobre la historia de los gitanos, coment¨® que en Rusia todav¨ªa existe un respeto tradicional hacia los gitanos, pero ¨²ltimamente "est¨¢n surgiendo grupos neofascistas a los que con raz¨®n tenemos que temer".
El racismo est¨¢ en auge en todos los pa¨ªses poscomunistas, especialmente en Rumania, donde viven unos 2.500.000 gitanos; en Bulgaria, con 1.500.000; en Hungr¨ªa, con medio mill¨®n; en Eslovaquia, donde casi uno de cada 16 ciudadanos pertenece a la comunidad roman¨ª, y en la Rep¨²blica Checa, donde en el ¨²ltimo decenio unos 20 gitanos murieron a manos de cabezas rapadas.
Dushako Delmatho ans¨ªa emigrar a Canad¨¢. Desde 1982 vive en Croacia y percibe que hay mucha m¨¢s aversi¨®n racista que la que vivi¨® en su juventud en su tierra natal, Priszen, en Kosovo, que se ha convertido ahora en el peor de los infiernos para los gitanos . "Hace 50 a?os que acab¨® el holocausto, pero en los Balcanes nos sentimos hoy como marcianos", dice Dushako. De los 150.000 roman¨ªes que llevaban generaciones enteras viviendo en Kosovo hoy no quedan m¨¢s que 50.000, y ¨¦stos viven en perpetuo p¨¢nico."Los gitanos somos como conejos. Cuando nos atacan salimos corriendo. ?Basta! ?Este congreso ser¨¢ el comienzo de una revolucion!", grit¨® un orador. Orhan Galjus, coordinador de proyectos roman¨ªes en la Fundaci¨®n George Soros de Budapest, opina que si no han sabido nunca defenderse es "porque en roman¨ª no existe ninguna palabra que signifique guerra, porque nuestro legado es no ser nunca ni guerreros ni terroristas. Tampoco hemos basado nuestra cultura en los miedos y prejuicios de los dem¨¢s, como otras naciones que crearon fronteras para protegerse y cortaron la libertad de movimiento".
Pero ahora quieren que, tanto la ONU y como la Uni¨®n Europea, les reconozca como naci¨®n, aunque sin territorio. "Invitamos a la UE a que busque con nosotros una soluci¨®n para la mayor minor¨ªa de Europa", explica Emil Scuka. "Tanto para frenar el tr¨¢gico ¨¦xodo de Kosovo de otros pa¨ªses del este de Europa, la IRU queremos que la UE colabore en un plan de estabilidad destinado a mejorar la seguridad y las perspectivas de educaci¨®n y trabajo de los roman¨ªes en sus pa¨ªses de origen. S¨®lo as¨ª se puede evitar que caigan en la marginaci¨®n y delincuencia, que abandonen sus hogares y que queden excluidos del proceso de construcci¨®n de las nuevas democracias. Otro de los objetivos primordiales de la IRU es fomentar y codificar la lengua roman¨ª, que tiene sus or¨ªgenes en el s¨¢nscrito de la India y hoy se habla en un sinf¨ªn de dialectos.
Entre los participantes del congreso -juristas, catedr¨¢ticos, m¨¦dicos, empresarios, artistas y comerciantes- estaba Luminita Mihai Cioaba, hija del autoproclamado rey de los gitanos de Rumania , Florin Cioaba. La poeta fue recibida con fuertes aplausos cuando apareci¨® con sus largas trenzas negras y el colorido atuendo de legendaria gitana para instar a llevar con orgullo la tradici¨®n roman¨ª.
"Si es por sobrevivir, siempre hemos preferido perder parte de nuestra cultura, como el caso de los gitanos espa?oles que ya no hablan roman¨ª", cont¨® Orhan Galjus. "Yo para llegar a ser quien soy me vi obligado a inventarme muchas identidades. Curs¨¦ primaria en alban¨¦s, me hice pasar por turco para poder estudiar periodismo en la Universidad de Belgrado, tengo pasaporte holand¨¦s, vivo en Hungr¨ªa, hablo once idiomas y a veces tengo problemas porque me creen jud¨ªo".
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