Un reincidente de la renuncia

En 1983, Jean-Pierre Chev¨¨nement dimiti¨® como ministro de Investigaci¨®n e Industria. Encarnaba el ala izquierda del socialismo y estaba en contra de la nueva pol¨ªtica de reducci¨®n del gasto p¨²blico adoptada por Fran?ois Mitterrand tras descubrir que sus tesis electorales de "romper con el capitalismo" se traduc¨ªan en una peligrosa inflaci¨®n de dos d¨ªgitos.En 1991, Chev¨¨nement dimite de nuevo, esta vez como ministro de Defensa, contrario a la intervenci¨®n de su pa¨ªs en la guerra del Golfo y, sobre todo, al¨¦rgico a que soldados, aviones y portaaviones franceses quedasen bajo mando de generales o almirantes de EE UU. Es cuando hizo c¨¦lebre la f¨®rmula "un ministro, o cierra su bocaza o dimite".

Durante el mes de julio, sin necesidad de dimitir, Chev¨¨nement ha hecho o¨ªr su punto de vista contrario a cualquier veleidad autonomista que intente poner fin al prolongado conflicto corso. "La Rep¨²blica es una e indivisible, la Rep¨²blica es la igualdad para todos", dice.

Lo cierto es que el actual ministro del Interior est¨¢ al frente de un min¨²sculo grupo pol¨ªtico -el Movimiento de los Ciudadanos- que aporta su fama jacobina y republicana al conglomerado gubernamental de la izquierda global.

Su presencia supone un contrapeso necesario a las tentaciones libertarias de los ecologistas, un gui?o a los anti-Maastricht y otro a la derecha m¨¢s tradicional, nacionalista y antiestadounidense. El pasado oto?o, cuando sufri¨® un prolongado paro cardiaco -m¨¢s de 50 minutos- en el transcurso de una operaci¨®n quir¨²gica, pareci¨® que Chev¨¨nement iba a perder su puesto por razones de salud. El primer ministro, Lionel Jospin, prefiri¨® esperarle cuatro meses, dejar que un suplente provisional y anodino ocupase el puesto y as¨ª conservar su comod¨ªn.