La muerte de Korta culmina la extorsi¨®n a los empresarios vascos que ETA inici¨® en la tregua

Los empresarios no se han podido beneficiar de la tregua. El asesinato del presidente de la patronal guipuzcoana, Jos¨¦ Mar¨ªa Korta, pr¨®ximo al PNV, es la culminaci¨®n de una campa?a de extorsi¨®n que ETA prepar¨® durante la tregua indefinida. Durante ese a?o y dos meses, los empresarios vascos recibieron cartas cada vez m¨¢s amenazantes. Al comprobar que las patronales se resist¨ªan a pagar a los terroristas, ETA intent¨® asesinar a uno de ellos en Ordizia con una bomba lapa que fall¨®. Adem¨¢s atent¨® dos veces contra zonas residenciales de empresarios, en Bilbao, en el barrio de Neguri.

Al final lo consiguieron. Despu¨¦s de varios intentos los terroristas lograron asesinar a un empresario vasco para que los dem¨¢s tengan un ejemplo de lo que les puede pasar si se siguen negando a pagar el chantaje que ellos denominan impuesto revolucionario. El asesinato de Korta, un empresario muy pr¨®ximo ideol¨®gicamente al PNV, es, de momento, el ¨²ltimo zarpazo de una organizaci¨®n que en 1993 orden¨® a sus comandos "atacar directamente" a los empresarios, y que durante la tregua organiz¨® la campa?a de extorsi¨®n que culmin¨® ayer con un nuevo crimen.El 19 de junio de 1996, ETA coloc¨® una bomba lapa bajo el coche del n¨²mero dos de la patronal guipuzcoana, el secretario general de Adegi, Jos¨¦ Mar¨ªa Urtxegi, pero el artefacto estall¨® cuando el veh¨ªculo estaba siendo utilizado por el conserje de la organizaci¨®n patronal. ?l se salv¨® pero el conserje result¨® gravemente herido. El atentado tuvo lugar en el garaje del n¨²mero 86 de la Avenida de Zarautz de San Sebasti¨¢n, donde se encuentra la sede de Adegi y donde Urtxegi hab¨ªa dejado estacionado su veh¨ªculo porque hab¨ªa tenido que salir de viaje de forma inesperada.

Cartas amenazantes

Tras el acuerdo entre los partidos nacionalistas y ETA, que dio lugar a la proclamaci¨®n por parte de la banda terrorista de la tregua indefinida, en setiembre de 1998, los empresarios fueron el ¨²nico colectivo que qued¨® al margen. No iban a ser asesinados ni secuestrados durante el tiempo que durara, pero ETA no renunci¨®, en el comunicado que hizo p¨²blico a lo que llamaba "autoabastecimiento", es decir, entre otras cosas, seguir recaudando el impuesto revolucionario de los empresarios.En aquellas fechas, entre setiembre de 1998 y noviembre de 1999, numerosos miembros de este colectivo en el Pa¨ªs Vasco y Navarra recibieron numerosas cartas solicitando el pago de cantidades econ¨®micas para financiar a la banda. Demanda que los presidentes de la tres patronales vasca y navarra se encargaron de descalificar. Ellos lideraron una campa?a para convencer a los empresarios de que no financiaran a la banda armada.

Adem¨¢s, las patronales se posicionaron en contra del camino soberanista que hab¨ªan iniciado en com¨²n los partidos nacionalistas, PNV, HB y EA. En varios comunicados, los miembros de la patronal hicieron p¨²blica su satisfacci¨®n con el actual marco jur¨ªdico pol¨ªtico, el Estatuto de Gernika que emana de la Constituci¨®n y mostraban su prevenci¨®n y preocupaci¨®n por el giro hacia un proyecto independentista indefinido.

La intimidaci¨®n fue subiendo enteros y ETA cambi¨® el sello de las cartas por dinamita. El 25 de junio hizo estallar un coche bomba en Las Arenas, Bilbao, frente a la casa de un miembro de la familia Delclaux, (Cosme Delclaux fue secuestrado por ETA)provocando numerosos destrozos. Fue la primera advertencia seria de que las cartas no eran ninguna aviso falso.

La materializaci¨®n de estas amenazas se produjo el pasado 7 de julio, d¨ªa en el que la hija de un peque?o empresario de Ordizia result¨® ilesa al fallar la bomba lapa que hab¨ªa sido colocada bajo el coche de su padre y que ella conduc¨ªa por el pueblo.

Defensa de la Constituci¨®n

A la vista de la presi¨®n que empezaban a soportar los empresarios, Confebask, la organizaci¨®n que agrupa a las patronales de ?lava, Vizcaya y Guip¨²zcoa, hizo p¨²blica el 14 de julio una defensa en¨¦rgica del marco estatutario y constitucional, lo que motiv¨® cr¨ªticas desde el nacionalismo. La segunda advertencia de ETA, antes de consumar el asesinato de Jos¨¦ Mar¨ªa Korta, se produjo el 24 de julio en Neguri, Bilbao, tradicional barrio residencial del empresariado vizca¨ªno, frente a la casa de la senadora del PP Pilar Aresti. Minutos antes de que estallara el coche bomba ETA dej¨® muy claro, por tel¨¦fono, que el destino del ataque era "la oligarqu¨ªa vasca".