El poder de los paramilitares encona la guerra en Colombia

"Paro armado"

El principal debate en Colombia respecto a la guerra y la paz en este momento es sobre el papel de los paramilitares. "Nadie sabe qu¨¦ hacer con las autodefensas, si destruirlas o incluirlas, si meterlas en una mesa o no meterlas", dijo Rafael Pardo, ex ministro de Defensa del Gobierno de C¨¦sar Gaviria. "Hoy en d¨ªa, los paramilitares son una voz importante, aunque no est¨¦n en el proceso de paz", agreg¨® Pardo.Varios editoriales y columnas period¨ªsticas versaban ayer sobre el tema del papel de estos grupos sanguinarios, culpables del mayor numero de matanzas en el pa¨ªs, y, en un alto porcentaje, del desplazamiento. 'El desaf¨ªo paramilitar', titul¨® su editorial el diario El Tiempo, el m¨¢s influyente del pa¨ªs. Asegura que la atenci¨®n de los canales televisivos a los paramilitares es "significativo y revelador del innegable protagonismo que ha adquirido Casta?o".

Recientemente, Carlos Casta?o, el l¨ªder de los paramilitares, concedi¨® una entrevista de hora y media a la cadena RCN, que fue caja de resonancia para las opiniones del paramilitar. Pero sorprendi¨® m¨¢s que al d¨ªa siguiente la misma cadena promoviera una consulta, propuesta por Casta?o, para preguntar a los colombianos si cre¨ªan que los paramilitares deber¨ªan entregar sus armas antes de lograr la paz con la guerrilla. La gran mayor¨ªa, un 70%, dijo que no. Muchos opinan hoy que lo que busca Casta?o, con apoyo de muchos sectores colombianos, es un reconocimiento pol¨ªtico.

Hace poco, en su columna de El Tiempo, el analista Alfredo Rangel hablaba de los paramilitares como "una realidad militar y pol¨ªtica inocultable". Seg¨²n Rangel, los "crecientes nexos con el establecimiento" les garantiza a estos grupos "su crecimiento futuro".

Esta situaci¨®n complica cada vez m¨¢s el conflicto colombiano. Cada una de las partes enfrentadas ha optado por intensificar la guerra para fortalecerse en la negociaci¨®n. La noche del s¨¢bado pasado termin¨® una semana de "paro armado" decretado por el Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n Nacional (ELN) en el norte de Colombia. Durante siete d¨ªas, la noticia recurrente fue la voladura de torres de energ¨ªa el¨¦ctrica, 37 en total; el bloqueo de carreteras, y el incendio de camiones y autobuses. Tambi¨¦n fueron recurrentes los testimonios de impotencia de los due?os y conductores de los 60 veh¨ªculos destruidos. Al ELN se le atribuye tambi¨¦n el secuestro de dos pol¨ªticos de la ciudad de Cali, uno de ellos aspirante a la alcald¨ªa en octubre. El ELN, las FARC y los paramilitares han anunciado, con diferentes discursos, que "supervisar¨¢n" las campa?as electorales y exigir¨¢n a los candidatos sus programas de gobierno. Diez aspirantes a cargos p¨²blicos regionales han sido asesinados en los ¨²ltimos meses.