Amenaza nuclear para la recuperaci¨®n de los cuerpos
Los expertos noruegos y brit¨¢nicos que han colaborado en la operaci¨®n de b¨²squeda de supervivientes del Kursk coinciden con los rusos en que, por el momento, no existe riesgo de contaminaci¨®n radiactiva por escape del combustible de los dos reactores. Al apagarse los reactores en el momento del accidente, se hizo m¨¢s dif¨ªcil una cat¨¢strofe ecol¨®gica, pero se redujeron tr¨¢gicamente las escasas posibilidades de salvar la vida que ten¨ªan quienes superaron inicialmente el siniestro. El intento de rescatar los cuerpos de los 118 tripulantes tendr¨¢ que conjurar la amenaza nuclear, lo que limitar¨¢ considerablemente algunas de las hip¨®tesis que se barajan. Una de ellas consiste en levantar el sumergible desde el fondo del mar (ahora, a 107 metros de profundidad) hasta unos 30 o 40 metros de la superficie. Para ello, tendr¨ªa que retirarse una gran cantidad de arena y lodo y pasar por debajo del submarino unas cuerdas especiales que sostendr¨ªan flotadores que tendr¨ªan que inflarse con bombas de gran potencia accionadas desde varios barcos.
T¨¦cnicamente es posible, pero los graves da?os sufridos por el Kursk, especialmente en su proa, y las m¨¢s de 25.000 toneladas que pesa ahora (10.000 de ellas de agua) suponen un grave peligro de fractura, incluso en varios pedazos, algo que se deber¨ªa evitar a toda costa al haber dos reactores at¨®micos por medio.
El barco Seaway Eagle, de la empresa noruega Stolt Offshore, cuyos buceadores abrieron la escotilla del Kursk, emprendi¨® ayer viaje de regreso a su base, mientras sus buceadores comenzaban un proceso de readaptaci¨®n a la presi¨®n normal en la superficie que, durante cinco d¨ªas, les har¨¢ inaccesibles para la prensa. Ellos mismos, u otros compa?eros, volver¨¢n pronto a la zona, una vez que se decida qu¨¦ se va a hacer, lo que puede tardar semanas. No es seguro que se vayan abriendo, uno a uno, los nueve compartimentos de la nave para ir sacando de ellos los 118 cuerpos. Eso supondr¨ªa un grave riesgo de trampas mortales para los rescatadores. Otra hip¨®tesis es que se abran boquetes en el casco, una operaci¨®n dif¨ªcil pero hasta cierto punto rutinaria para expertos en exploraciones petroleras submarinas. El problema es que, antes de perforar, hay que estar seguro de que, con ello, no se abrir¨¢ la caja de Pandora at¨®mica.
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