"S¨®lo cuento lo que dicen los muertos"
Hacer hablar a los muertos podr¨ªa parecer una tarea de locos. Pero ¨¦se es el trabajo que desde hace casi 50 a?os realiza Jos¨¦ Antonio Garc¨ªa Andrade, un afamado forense criado en una familia de m¨¦dicos en el Madrid de los a?os treinta, cuando los ni?os jugaban a escabullirse de los soldados de la Rep¨²blica en el parque del Retiro para o¨ªr los ca?onazos de El Abuelo. Dos experiencias pintaron el boceto de su destino. Estudiaba tercero de bachillerato en el colegio San Carlos y le encantaba merodear por el sanatorio quir¨²rgico de su padre. Un d¨ªa oy¨® a su padre: "Pepe, ay¨²danos". Levant¨® a una mujer muerta y la puso sobre una camilla. "No me dio miedo ninguno, pero no olvid¨¦ nunca la sensaci¨®n, el tacto y la frialdad del muerto". Cuando era estudiante de tercer curso de Medicina en la Universidad Complutense de Madrid sigui¨® con atenci¨®n el caso de una muchacha a la que le practicaron un aborto y le perforaron la matriz. Muri¨® desangrada y para simular un suicidio la tiraron a las v¨ªas del tren. La autopsia demostr¨® que hab¨ªa fallecido antes de ser atropellada. Fue entonces cuando lo supo: "Tengo que ser forense". En 1968 gan¨® la oposici¨®n "con el n¨²mero 1".
Estuvo destinado en Ibiza, donde realiz¨® su primera autopsia en un cementerio, encima de una l¨¢pida y con una cizalla de cortar setos. "Siempre hemos sido los olvidados de la Administraci¨®n de Justicia", comenta. Tambi¨¦n trabaj¨® en ?vila, "donde los ganaderos pensaban que profan¨¢bamos cad¨¢veres". Pas¨® por Logro?o y, tras sacar la oposici¨®n, estuvo 20 a?os en el psiqui¨¢trico penitenciario de Carabanchel. Todos esos a?os de experiencia profesional, que le llevaron a realizar autopsias como la de los marqueses de Urquijo, est¨¢n reflejados en varios libros como El hombre, el delito y la muerte y Lo que me contaron los muertos. En 1983 fue elegido decano de los forenses de Madrid.
El contacto casi diario con la muerte y sus causas le han hecho ver la fuerza y la fragilidad de la vida. "Un cent¨ªmetro arriba o abajo, un segundo antes o despu¨¦s marcan la flaca distancia entre la vida y la muerte". Se ha convertido en un amante de la vida con una total pasi¨®n por un trabajo entregado a la muerte. Garc¨ªa Andrade seguir¨¢ dando clases de psiquiatr¨ªa forense en la Complutense y en el CEU y seguir¨¢ aportando su conocimiento y su experiencia siempre que se lo pidan, como sucedi¨® en el caso Fonseca. "Una vez m¨¢s, s¨®lo dije lo que me contaba el muerto: muri¨® de un golpe".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.