Perdidos entre tabiques
Unos butroneros se desorientan tras agujerear tres paredes en busca de una joyer¨ªa y aparecen en Correos
Un butr¨®n sin br¨²jula. Una pareja de desorientados butroneros agujere¨® el interior de un portal para acceder a una fruter¨ªa; desde all¨ª, con otro hueco, pasaron a un banco, y desde all¨ª, con el ¨²ltimo esfuerzo, a una oficina de Correos. Pero no alcanzaron su verdadero objetivo: los s¨®tanos de la joyer¨ªa Yag¨¹e de la avenida Cardenal Herrera Oria.Los ladrones, muy bien equipados, se despistaron al taladrar las paredes y trazar los t¨²neles durante la hora de la siesta del pasado mi¨¦rcoles. Su aventura naufrag¨® entre un mar de escombros y ladrillos.
La polic¨ªa sospecha que los delincuentes desistieron por que acabaron hartos de calar las paredes y los vecinos mantienen que terminaron descarriados por desconocer los planos del laber¨ªntico s¨®tano del bloque que est¨¢ situado entre el n¨²mero 20 de la calle Isla de Tavira y el 241 de la avenida del Cardenal Herrera Oria.
La acci¨®n arranc¨® el mi¨¦rcoles a las tres y media de la tarde. Dos ladrones que se hicieron pasar por alba?iles entraron al portal del n¨²mero 20 de la calle de la Isla de Tavira, en Fuencarral. Ambos llevaban martillos, mazos, cortafr¨ªos y un m¨®vil en cada mano. Varios residentes se cruzaron en el portal con los malhechores sin sospechar nada. "Les di las buenas tardes y me contestaron tan amables, aunque eran extranjeros. Parec¨ªa que iban a hacer algo en el bloque y no me extra?¨® nada", contaba ayer una vecina. Otra mujer, que baj¨® con su perro a la calle, tambi¨¦n habl¨® amistosamente con ellos: "Uno me dijo que si mi perro mord¨ªa. Se apart¨®, pas¨¦ y nada m¨¢s".
Los dos butroneros abrieron con pl¨¢cidez una tapa y accedieron a la caja de registros del bloque. Se colaron en los conductos y abrieron su primer agujero, de medio metro, que les comunic¨® con la fruter¨ªa Diego Mu?oz, cerrada por vacaciones.
Varios vecinos oyeron estruendosos golpes, pero nadie les delat¨®. "Es que llevamos medio a?o con obras en la calle y el bloque. Por eso no me extra?aron los ruidos", explic¨® ayer Emiliano, de 69 a?os.
Los malhechores prosiguieron con su faena y dieron un segundo paso. Desde la fruter¨ªa hicieron otro boquete que les llev¨® al s¨®tano de una sucursal de La Caixa. En esta planta baja no encontraron ning¨²n obst¨¢culo, ya que no hab¨ªa alarmas en esa estancia, ya que s¨®lo almacena papeles.
Una vez dentro del banco, eligieron el camino distinto al que quer¨ªan seguir. En los bajos de la sucursal abrieron otro boquete que les deb¨ªa llevar a la joyer¨ªa. Pero se encontraron con una estafeta de Correos. Hab¨ªan fallado y volvieron a intentarlo. Perforaron otra pared en busca del alijo de oro y diamantes que buscaban y fracasaron de nuevo, ya que la joyer¨ªa no tiene s¨®tano. "Al final optaron por retirarse cansados de acribillar paredes", dice Diego Mu?oz, el due?o de la fruter¨ªa.
Nadie vio c¨®mo hu¨ªan los ladrones, aunque se sospecha que invirtieron s¨®lo una hora en romper todas las paredes, ya que a las cinco de la tarde abr¨ªa la joyer¨ªa.
El hallazgo de los butrones no se produjo hasta las nueve de la noche del mi¨¦rcoles, cuando el hijo del frutero, Jos¨¦ Mu?oz, de 25 a?os, acudi¨® al local de su padre. "Mi hijo vino a traer una televisi¨®n que hab¨ªa utilizado en las vacaciones para irse de c¨¢mping. Al entrar en la tienda vio un agujero y se extra?¨®. Me llam¨® para decir que si hab¨ªa hecho alguna obra durante las vacaciones y le dije que no, y que tuviese cuidado con los pasos que daba porque ocurr¨ªa algo extra?o en la tienda. Entonces me vine corriendo para la fruter¨ªa y descubrimos los agujeros entre las cajas de fruta, por los que se ve¨ªa la planta baja del banco", coment¨® Diego Mu?oz.
El frutero avis¨® a la polic¨ªa, que pudo investigar el resto de boquetes abiertos en los establecimientos de la manzana. La polic¨ªa no hall¨® ninguna herramienta. Los butroneros tan s¨®lo dejaron abandonada una botella de licor.
Los agentes de la Brigada de Polic¨ªa Judicial recogieron numerosas huellas en las paredes y tomaron numerosas fotograf¨ªas del trabajo efectuado por los ladrones.
Pablo Yag¨¹e, el due?o de la joyer¨ªa, que ha sufrido ya varios butrones y asaltos en su negocio, dec¨ªa que se hab¨ªa librado por poco. "Tengo claro que ven¨ªan a por m¨ª, pero se han equivocado. Por suerte no contaban con que mi comercio no tiene s¨®tano".
El joyero piensa que "quiz¨¢s prepararon todos los boquetes durante la tarde del mi¨¦rcoles" para actuar de madrugada. "Hace 14 a?os ya me hicieron otro butr¨®n desde la oficina de Correos y entraron en la joyer¨ªa de esa forma", agregaba.
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