Un Benidorm m¨¢s denso
Arquitectos holandeses plantean alternativas a los horrores urban¨ªsticos de la costa levantina
En menos de 50 a?os, el litoral ib¨¦rico se ha transformado en la ciudad m¨¢s densa de Europa. El sol, el mar y los precios baratos han fomentado una ciudad artificial a la que llegan sin cesar habitantes del norte de Europa y del centro de Espa?a en busca de libertad, despreocupaci¨®n y diversi¨®n. Son ciudades fantasma que viven tan s¨®lo tres meses al a?o, pobladas por rascacielos de escasa calidad y nulo valor arquitect¨®nico, sin estilo, cultura ni historia. Un provocador libro sugiere ahora algunas alternativas.
El grupo de arquitectos holandeses MVRDV, autor del pabell¨®n de su pa¨ªs en la Exposici¨®n Universal de Hannover y responsable de numerosas propuestas para la creaci¨®n de paisajes artificiales, ha reunido en el libro Costa ib¨¦rica (Actar) sus reflexiones en torno al litoral ib¨¦rico y, naturalmente, sus propuestas alternativas. "?Debemos exigir una mayor explotaci¨®n de la vulgaridad? ?Puede sobrevivir una ciudad basada ¨²nicamente en un turismo de bajo presupuesto, o podemos reconsiderar su existencia y ampliar las posibilidades de ocio y diversi¨®n?", se preguntan los proyectistas, y se muestran muy cr¨ªticos en su descripci¨®n de la "ciudad lineal" que conforma la costa ib¨¦rica. Se trata de un lugar camale¨®nico que se transforma de fiesta disco en asilo para ancianos o pueblo fantasma cuando llega el invierno.Las ciudades costeras del Mediterr¨¢neo espa?ol tienen mayor densidad que Nueva York o Hong Kong (Benidorm, por ejemplo, concentra el 6% del turismo nacional en apenas siete kil¨®metros de costa), pero carecen de tipolog¨ªas constructivas. Son ciudades sin barrios residenciales, sin zonas industriales, y carecen de oficinas, museos, auditorios o universidades.
La cantidad de bares y hoteles de estas urbes es superior a cualquier otro lugar del mundo. Se trata, en su opini¨®n, de una especie de Las Vegas europea. A los peligros ecol¨®gicos de semejante concentraci¨®n -entre otros, los problemas en el suministro de agua, la acumulaci¨®n de residuos y la erosi¨®n- el grupo MVRDV une una seria advertencia: en una era en la que viajar est¨¢ al alcance de cualquier bolsillo, cuando es posible viajar a Tailandia o al Caribe por poco dinero, la costa ib¨¦rica se est¨¢ convirtiendo en una regi¨®n devaluada. Su propia devaluaci¨®n marca una espiral descendente que har¨¢ que las propias ciudades costeras terminen con su fuente de ingresos: la belleza del paisaje. ?Qu¨¦ sentido tiene rodearse de vulgaridad?, preguntan los arquitectos. Sus propuestas para paliar un porvenir que ellos auguran desastroso son una "acci¨®n rascadora" que ellos llaman "densificaci¨®n" (la concentraci¨®n de turistas en dos puntos de la costa: por ejemplo, Torremolinos y Benidorm), que acumular¨ªa hasta 45 millones de turistas y librar¨ªa el resto de la costa de sufrir el desgaste del turismo indiscriminado. Propuestas para reconvertir estas ciudades (como extender la playa hacia los rascacielos del interior, forzando la circulaci¨®n peatonal y evitando la contaminaci¨®n, o llevar hasta sus playas r¨¦plicas de los edificios m¨¢s famosos del mundo como la Sagrada Familia o el Guggenheim) cierran un libro que tiene la misma dosis de provocaci¨®n que de advertencia, imaginaci¨®n y realidad.
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