Kurnikova alimenta su leyenda negra

El dinero no lo es todo, pero ayuda a soportar las penas. Kurnikova puede hablar con conocimiento de estas cosas. A los 19 a?os, ha disputado ya 62 torneos, pero sigue sin ganar ning¨²n t¨ªtulo. En cambio, ha firmado contratos publicitarios que le reportan alrededor de 3.000 millones de pesetas anuales, aunque en premios ha ganado menos de 500 millones en su carrera profesional. El ¨²ltimo cap¨ªtulo de su historia negra se escribi¨® el s¨¢bado por la tarde en Flushing Meadows, cuando fue eliminada por la belga Justine Henin (58? mundial) por 6-4, 7-6 (7-5) en la tercera ronda. Esta temporada no ha logrado superar la cuarta ronda de un torneo del Grand Slam. Y lo mejor de su historial son las semifinales de Wimbledon a las que accedi¨® en 1997."Estoy convencida de que es s¨®lo un accidente", dijo Kurnikova. "S¨¦ que puedo jugar mucho mejor". Sin embargo, su mal d¨ªa acab¨® de concretarse unas horas m¨¢s tarde, en la pista central, cuando Arantxa S¨¢nchez y Martina Navratilova la apearon (junto a Jennifer Capriati) del doble femenino. La rusa y la ex ni?a prodigio perdieron por 7-5, 6-0, a pesar de que Navratilova decidi¨® jugar sin gafas a partir del 3-0 de la segunda manga, tras olvidarlas en un intercambio. Kurni-kova, que ahora juega ya s¨®lo en el doble mixto, no respondi¨® a las expectativas que hab¨ªa despertado. "Creo que estaba a¨²n tensa por su derrota", coment¨® Martina, de 43 a?os, al respecto. "Pero pienso que Ana es una buena jugadora y que no logra demostrar el nivel que atesora. Estoy convencida de que alg¨²n d¨ªa ganar¨¢ un torneo".

El pasado mes de julio, en Wimbledon, rompi¨® con el t¨¦cnico holand¨¦s Eric Van Harpen, y ahora son sus padres quienes dirigen su carrera profesional. El a?o pasado particip¨® en una pel¨ªcula con Jim Carrey (Yo, yo mismo e Irene), en la que desarroll¨® un papel secundario. Y es la jugadora que recibe m¨¢s solicitudes de entrevistas y sesiones fotogr¨¢ficas del circuito. Durante el torneo de Wimbledon, un diario sensacionalista anunci¨® que publicar¨ªa una foto de la rusa cada d¨ªa del torneo. Todos estos aspectos marginales acaban distrayendo su atenci¨®n en el tenis. "No es cierto", afirma ella. "Mi prioridad es mi carrera deportiva". Pero los t¨ªtulos siguen sin llegar.