La agenda de la ministra de Educaci¨®n
AULA LIBRE
En su primera intervenci¨®n en el Parlamento para exponer las l¨ªneas principales de su actuaci¨®n, la ministra de Educaci¨®n plante¨® dos iniciativas de enorme calado: modificar la ense?anza de las humanidades y cambiar aspectos sustanciales de las leyes educativas actualmente en vigor. En declaraciones posteriores se ha comprometido a que el Gobierno, antes de que termine el a?o 2000, cambie las ense?anzas m¨ªnimas, que son las que incluyen los aprendizajes comunes para todos los alumnos espa?oles, y modifique no s¨®lo aspectos relativos a la ense?anza de las humanidades, sino tambi¨¦n a otras ¨¢reas de conocimiento.
Debo dejar claro que ambos objetivos son razonables y que responden a problemas e inquietudes ampliamente sentidos, aunque su propuesta concreta, todav¨ªa desconocida, suscitar¨¢ la l¨®gica controversia y la normal oposici¨®n. No es esto lo que me preocupa ahora, sino m¨¢s bien las prisas de la ministra por aprobar las nuevas ense?anzas, el orden de sus prioridades y los olvidos en su agenda.
Considero conveniente que transcurridos 10 a?os desde la aprobaci¨®n de la LOGSE se aborde la revisi¨®n y actualizaci¨®n de los conocimientos que han de aprender los alumnos. Pero debe hacerse no s¨®lo a la luz de sus posibles disfunciones, sino teniendo tambi¨¦n en cuenta los cambios que se han producido en la sociedad en este tiempo. El crecimiento imparable de las nuevas redes de comunicaci¨®n e informaci¨®n, la configuraci¨®n de una sociedad multicultural y la mayor dificultad para construir un mundo de valores y de sentido de la acci¨®n personal plantea serios desaf¨ªos a la educaci¨®n: ?qu¨¦ nuevas competencias b¨¢sicas hay que desarrollar? ?C¨®mo construir un curr¨ªculo intercultural? ?C¨®mo usar de manera creativa el conocimiento? ?C¨®mo organizar en disciplinas un conocimiento en permanente cambio y cada vez m¨¢s interdisciplinar? ?C¨®mo se educa a los alumnos para que se sientan ciudadanos del mundo sin perder su identidad nacional? ?C¨®mo se les educa en la construcci¨®n de valores propios en una sociedad plural y relativista? La necesaria tarea de rehacer los contenidos educativos ha de plantearse mirando al siglo XXI y no con los esquemas de d¨¦cadas pasadas. Dedicar tres meses a este tema es muy poco serio. Conviene recordar que los contenidos educativos actualmente vigentes se empezaron a dise?ar en 1987 y se elaboraron durante dos a?os, se debatieron despu¨¦s con la comunidad educativa public¨¢ndose sus opiniones, se discutieron con las comunidades aut¨®nomas y, al final de este proceso, en 1991, el Gobierno realiz¨® la propuesta definitiva.
Pero los problemas no est¨¢n s¨®lo en que las prisas impiden una reflexi¨®n serena y profunda, sino en el desorden de los objetivos. La ministra plantea cambiar primero los contenidos de la ense?anza y despu¨¦s la ley en la que se establece el marco jur¨ªdico de esos contenidos. Resulta incoherente. ?Pretende la ministra cambiar ahora los contenidos educativos, modificar despu¨¦s la LOGSE y volver a cambiar unos meses despu¨¦s los contenidos reci¨¦n aprobados? Parece m¨¢s razonable el orden contrario: cambiar primero la ley y despu¨¦s los contenidos de la ense?anza. De esta forma habr¨¢ m¨¢s tiempo para elaborar un proyecto coordinado sobre lo que deben aprender los alumnos espa?oles en la pr¨®xima d¨¦cada, para abrir un amplio debate, para recoger las aportaciones interesantes y para negociar con todos los sectores pol¨ªticos y educativos, especialmente con las comunidades aut¨®nomas. Al final, desde luego, el Gobierno debe decidir. Pero el resultado final ser¨¢, sin duda, mucho mejor para la educaci¨®n.
Una ¨²ltima consideraci¨®n. Uno de los temas pendientes es la reforma de la funci¨®n p¨²blica docente. Es necesario abrir nuevas perspectivas profesionales a los docentes a lo largo de su vida laboral que integren formaci¨®n, innovaci¨®n, evaluaci¨®n y progreso profesional, as¨ª como modificar la distribuci¨®n de su horario laboral para asumir las nuevas funciones que se les est¨¢n exigiendo. En la agenda de la ministra, este objetivo no aparece, y merece la pena incorporarlo. Es urgente adaptar las condiciones de trabajo de los profesores a las demandas actuales y establecer un sistema transparente y previamente negociado para su desarrollo profesional. Tampoco se puede hacer bien en tres meses, pero si el proceso se inicia ahora, podr¨¢ estar terminado antes de que finalice la legislatura.
?lvaro Marchesi es catedr¨¢tico de Psicolog¨ªa Evolutiva de la Universidad Complutense y ex secretario de Estado de Educaci¨®n con el PSOE.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ministerio de Educaci¨®n
- Opini¨®n
- Pilar del Castillo
- VII Legislatura Espa?a
- Materias educativas
- PP
- Educaci¨®n primaria
- Educaci¨®n secundaria
- Humanidades
- Ense?anza general
- Ministerios
- Legislaturas pol¨ªticas
- Centros educativos
- Gobierno
- Sistema educativo
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Educaci¨®n
- Administraci¨®n p¨²blica
- Legislaci¨®n
- Pol¨ªtica
- Justicia