El plan de Londres y Francfort para crear una gran Bolsa europea acaba en fracaso

El plan para crear el mayor mercado de valores paneuropeo -bautizado como iX- alcanz¨® ayer un final cantado despu¨¦s de que la Bolsa de Londres abandonara el proyecto de fusi¨®n con la Bolsa de Francfort, anunciado a bombo y platillo en primavera. La plaza brit¨¢nica argumenta que necesita concentrar sus esfuerzos en repeler la oferta de compra hostil lanzada por el grupo sueco OM, propietario de la Bolsa de Estocolmo. Pero el fracaso de la operaci¨®n con Francfort pone de manifiesto la complejidad creciente para consolidar una plataforma burs¨¢til paneuropea.

Concluir una fusi¨®n complicada y combatir un intento de compra hostil no son compatibles, seg¨²n la Bolsa de Londres, que ayer se rindi¨® ante la adversidad y abandon¨® el plan para constuir iX con su socio en Francfort. "Cuando la oferta presentada por el grupo OM sea retirada, el consejo supervisor, tras consultar a accionistas y clientes, revisar¨¢ el papel de Londres en los mercados de valores europeos", indicaron un comunicado. El proyecto anglogermano se vio seriamente golpeado con la entrada en escena de la propietaria de la Bolsa de Estocolmo, que el 29 de agosto lanz¨® una oferta de compra hostil sobre la Bolsa de Londres.El anuncio de la ruptura, que no tom¨® por sorpresa a nadie, se produjo un d¨ªa despu¨¦s de que la Bolsa de Francfort cancelara la votaci¨®n, prevista para ma?ana, en la que los accionistas deb¨ªan de dar su consentimiento a la fusi¨®n. Londres ya suspendi¨® una reuni¨®n similar el mes pasado. En todos los casos, el grupo sueco OM ha sido esgrimido como el culpable. Pero el fracaso de la fusi¨®n para crear iX pone en evidencia dificultades de fondo de los mercados, sumidos en una marea de consolidaciones, uniones y alianzas.

La uni¨®n de Londres y Francfort naci¨® con la idea de coordinar las dos mayores Bolsas europeas y formar una hipot¨¦tica plataforma burs¨¢til continental. Pero lo que empez¨® como un ambicioso plan de colaboraci¨®n ha resultado m¨¢s dif¨ªcil de llevar a la pr¨¢ctica.

Uno de los mayores escollos para el matrimonio de Londres y Francfort consist¨ªa en que, seg¨²n el preacuerdo de fusi¨®n, la bolsa alemana se llevaba los valores de m¨¢s alto crecimiento de la nueva econom¨ªa diferente a la brit¨¢nica. "Hab¨ªa continuas discusiones sobre ese punto", indic¨® ayer una persona cercana a las negociaciones al diario estadounidense The New York Times. "Francfort era intratable".

Otra de las barreras era la fecha en la que, en teor¨ªa, deb¨ªa de consumarse la uni¨®n: el 31 de diciembre. Demasiado pronto para Londres, sobre todo ahora que tiene que hacer frente a los suecos. Los responsables de la plaza brit¨¢nica admitieron ayer que "todas las dudas levantadas" por la fusi¨®n "no han sido resueltas". "Ni disponemos del tiempo suficiente para estar seguros de que lo est¨¦n", afirm¨® su presidente, Don Cruickshank.

No s¨®lo se trata de un problema de dos. La Bolsa de Londres, la tercera de mundo, es la pieza esencial para construir un mercado paneuropeo y muchos la codician. Un posible pretendiente es Euronext, el mercado formado por las bolsas de Par¨ªs, Amsterdam y Bruselas. Francfort, que ayer lament¨® la ruptura y dej¨® las puertas abiertas a todas las "alternativas", tampoco descarta lanzar una oferta de compra por los brit¨¢nicos. Y el Nasdaq, mercado estadounidense de valores tecnol¨®gicos y sobre el papel socio de iX, amenaza con unirse al ataque de Estocolmo.