Fin del bloqueo en Reino Unido sin un compromiso de reducci¨®n de impuestos

Con la victoria moral en la mano, transportistas aut¨®nomos y granjeros brit¨¢nicos levantaron ayer la mayor¨ªa de los bloqueos de refiner¨ªas y dep¨®sitos de combustible que manten¨ªan desde el pasado viernes. Respaldada en gran medida por la opini¨®n p¨²blica, la protesta no logr¨® su objetivo inmediato de forzar la reducci¨®n de impuestos sobre los carburantes, la m¨¢s elevada de Europa. La vuelta a la normalidad costar¨¢ a¨²n varios d¨ªas. Los supermercados han quedado desbastecidos y se han visto obligados a racionar alimentos como leche y pan.

"Entendemos vuestro agravio y estamos dispuestos al di¨¢logo, pero no nos dejaremos amenazar", dijo a los manifestantes el primer ministro, Tony Blair, quien adopt¨® un tono comprensivo en su tercera intervenci¨®n p¨²blica consecutiva desde el estallido de la crisis del carburante que a punto estuvo de paralizar la actividad econ¨®mica y social del Reino Unido. "Nos damos cuenta de la intensidad de vuestros sentimientos y os escucharemos, pero el Gobierno debe tomar decisiones de una forma sensible y ordenada", dijo mientras se confirmaba el levantamiento progresivo de los bloqueos. El primer ministro justific¨® su negativa a rendirse a la protesta, pero dej¨® entrever que la reforma de la carga fiscal, la m¨¢s alta de Europa, podr¨ªa efectuarse durante la revisi¨®n presupuestaria, prevista en el oto?o. Un paso en falso provocar¨¢ nuevas interrupciones en la distribuci¨®n de combustible en tanto que los manifestantes dieron ayer un plazo de 60 d¨ªas para ver recortados los impuestos sobre el gas¨®leo. Claudicar ante la protesta es, dijo Blair, "irresponsable y de consecuencias catastr¨®ficas".

Los manifestantes comenzaron a retirarse de madrugada pero muchos regresaron a sus puestos de lucha al extenderse la noticia de que Esso, la principal petrolera del pa¨ªs, y Jet, acababan de subir el precio de la gasolina sin plomo y diesel. "No lo puedo comprender. El precio del crudo ha bajado en los ¨²ltimos d¨ªas", reconoci¨® Blair al mediod¨ªa. Poco despu¨¦s, la presi¨®n pol¨ªtica y popular oblig¨® a Jet y Esso a retractarse y mantener estables los precios, y adem¨¢s pidieron disculpas.

Pero la provocadora estrategia del coloso petrol¨ªfero entorpeci¨® la distribuci¨®n de carburante que ayer comenz¨® a salir de las refiner¨ªas sin mayores obst¨¢culos por primera vez en una semana. Para agilizar el suministro, el Gobierno ech¨® man¨® de 80 camiones cisternas de las Fuerzas Armadas. Para el fin de la jornada se esperaba abastecer a 300 gasolineras de las 16.000 que hay en Gran Breta?a y cubrir el 20% de la red nacional en las pr¨®ximas 24 horas.

Blair reconoci¨® que llevar¨¢ "d¨ªas" normalizar el flujo de combustible y los primeros suministros se destinar¨¢n a abastecer servicios "esenciales", como autobuses escolares, personal m¨¦dico y medios de comunicaci¨®n. El Pr¨ªncipe Carlos declin¨® recibir carburante para atender un acto p¨²blico porque, dijo a trav¨¦s de su protavoz, "no soy un servicio de emergencia". La industria, por su parte, calcula la demora en solventar la crisis en unas tres semanas y en torno a los 170.000 millones de pesetas la factura global de la protesta.

El Servicio de Salud P¨²blica segu¨ªa anoche en estado de alerta y algunos supermercados se vieron obligados a racionar la venta de alimentos esenciales, como pan y leche. La opini¨®n p¨²blica apoy¨® la acci¨®n de los manifestantes pero el p¨¢nico a quedarse sin suministros llev¨® a muchos brit¨¢nicos a llenar despensas. El miedo a perder su respaldo contribuy¨® a poner fin a una disputa que, como denunciaron los sindicatos, intentaba chantajear al Gobierno y al pa¨ªs.