La dif¨ªcil ruta de la supervivencia
Una docena de hombres esperan su turno frente a un mostrador. Algunos llevan una toalla en la bolsa, otros aguardan con un bote de champ¨² en la mano y todos tienen en sus ojos el reflejo de la pobreza. Son las nueve de la ma?ana y las duchas del centro de d¨ªa Meridiana de Barcelona funcionan a pleno rendimiento. Muchos de sus usuarios no han dormido en una cama, sino en parques p¨²blicos, cajeros autom¨¢ticos o albergues municipales. Casi todos son inmigrantes.La ducha matutina en este servicio municipal es una lecci¨®n de interculturalidad. Y de miseria. Para sus usuarios, darse una ducha es la primera parada de un v¨ªa crucis diario para la supervivencia. Despu¨¦s ir¨¢n a buscarse la vida y a comer donde les den algo.
El de la ducha es uno m¨¢s de los recursos que existen en Barcelona para paliar la situaci¨®n de los sin techo, tanto inmigrantes como aut¨®ctonos. Pero la llegada masiva de extranjeros ha puesto estos servicios al borde del colapso. Este a?o el Ayuntamiento prev¨¦ casi duplicar el n¨²mero de inmigrantes atendidos por los servicios sociales. De los 11.000 que los utilizaron el a?o pasado se llegar¨¢ a unos 20.000 cuando acabe el mes de diciembre.
Y llegar¨¢n m¨¢s. La concejal de Bienestar Social del Ayuntamiento de Barcelona, N¨²ria Carrera, considera que, pese al esfuerzo realizado por la administraci¨®n local, los recursos para atender la avalancha de inmigrantes son claramente insuficientes. En su opini¨®n, los cambios que ha sufrido la Ley de Extranjer¨ªa "s¨®lo sirven para generar incertidumbre". Unas modificaciones que, por cierto, no aportan dinero para sufragar los servicios. Y falta mucho. La inversi¨®n municipal en servicios sociales para los inmigrantes ascender¨¢ este a?o a 1.000 millones de pesetas, el 40% m¨¢s que el pasado ejercicio. N¨²ria Carrera cree que los ayuntamientos est¨¢n solos en la atenci¨®n a los inmigrantes. "La Generalitat tampoco hace nada", asegura.
Pero los inmigrantes no son ni mucho menos los ¨²nicos beneficiarios de los servicios sociales. Los ciudadanos extranjeros s¨®lo suponen el 13% del total de los atendidos por Bienestar Social en Barcelona. La falta de recursos es especialmente acuciante en atenci¨®n primaria. Los comedores no dan abasto. Al de la Meridiana acuden cada d¨ªa unas 270 personas. La comida de rancho ha pasado a la historia. El pasado viernes el men¨² era crema de zanahorias y pechuga de pollo a la plancha. "Est¨¢ muy bueno", sentenciaba George, un joven ghan¨¦s de 28 a?os. El del viernes fue su primer men¨² en el comedor de los servicios sociales. Pero teme que probar¨¢ muchos m¨¢s.
Por ahora ya tiene pendiente una cita con la asistente social. Visitarla es el requisito previo para beneficiarse del comedor p¨²blico. Si no lo hace perder¨¢ el derecho a comer gratis.
Durante el verano, George ha trabajado algunas semanas recogiendo fruta en El Segri¨¤. Acabada la campa?a ha regresado a Barcelona, su punto de origen desde que se instal¨® en Espa?a hace medio a?o. Ahora busca un trabajo "de lo que sea" antes de que le caduque su permiso. La situaci¨®n le estresa bastante, pero su caso no es de los m¨¢s graves. "Yo tengo un techo. Pero no s¨¦ por cu¨¢nto tiempo". Su techo no es m¨¢s que una vieja habitaci¨®n cerca de la Rambla de Canaletes en la que vive invitado por un compatriota. Es la solidaridad africana.
El caso de George es muy frecuente entre los inmigrantes de Barcelona. Vienen y van. La ciudad ejerce como polo de atracci¨®n, pero tambi¨¦n de redistribuci¨®n de personas extranjeras hacia el extrarradio y ciudades del interior de Catalu?a. Y ello obliga a los servicios sociales a prepararse para todo, puesto que existe una gran fluctuaci¨®n en el n¨²mero de usuarios. Pero tambi¨¦n aumenta la poblaci¨®n extranjera fija. As¨ª lo reflejan los ¨²ltimos datos del padr¨®n, en los que se muestra que en el ¨²ltimo a?o, la poblaci¨®n inmigrante inscrita ha aumentado en un 30%. Actualmente ya casi se empadronan tantos inmigrantes como nacionales.
El Servicio de Atenci¨®n al Inmigrante Extranjero y Refugiado (SAIER) es la aut¨¦ntica puerta de entrada de los inmigrantes a Barcelona. "Pero a veces es demasiado estrecha" admite una de sus responsables. Esta oficina municipal, punto de paso obligado en la ruta para la supervivencia, engloba los servicios de asesoramiento para la regularizaci¨®n de extranjeros. Tambi¨¦n acuden a ella los inmigrantes que necesitan informaci¨®n para conseguir un primer empleo, asesorarse sobre cursos o quejarse de posibles abusos laborales.
El servicio est¨¢ colapsado. Hasta hace unas pocas semanas era frecuente ver colas de inmigrantes esperando delante de la oficina del SAIER, ubicada en la avenida del Paral.lel. La situaci¨®n ha mejorado, pero los t¨¦cnicos que all¨ª trabajan no consiguen acabar con las listas de espera para desesperaci¨®n de los usuarios.
Uno de ellos es Joseph, un ciudadano de Sierra Leona que esta semana ha acudido al servicio en m¨¢s de una ocasi¨®n para informarse sobre c¨®mo regularizar su situaci¨®n en Espa?a. "Mi pa¨ªs est¨¢ devastado por la guerra", dice, por lo que est¨¢ intentando conseguir el asilo pol¨ªtico en Espa?a. Pero no lo tendr¨¢ f¨¢cil. S¨®lo el 4% de las solicitudes de asilo pol¨ªtico son atendidas y muchas veces se tarda hasta cuatro meses en conseguirlo. Mientras tanto, intentar¨¢ sobrevivir gracias a los servicios sociales.
Pero no de la beneficencia. Por lo menos eso se intenta desde el ¨¢rea de Bienestar Social. La concejal N¨²ria Carrera considera que "la beneficencia, sin integraci¨®n, no tiene ning¨²n sentido". Y con esta m¨¢xima se prepara para afrontar una nueva oleada de inmigrantes. El problema acaba de comenzar.
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