Una exposici¨®n escenifica en Sevilla la ruta del Gale¨®n de Manila
M¨¢s de 100 piezas forman la muestra, que inauguran hoy los Reyes
Desde finales del siglo XVI hasta principios del XIX la llamada ruta del Gale¨®n de Manila uni¨® a Espa?a y Filipinas a trav¨¦s de M¨¦xico. Sevilla, Veracruz, Acapulco y Manila eran los puertos de una permanente comunicaci¨®n y del intercambio comercial, cultural y espiritual entre Occidente y Oriente. La exposici¨®n El Gale¨®n de Manila, que inaugurar¨¢n hoy en Sevilla los reyes de Espa?a, escenifica con m¨¢s de 100 piezas aquella aventura.
La muestra, organizada por el Ministerio de Cultura y la Fundaci¨®n Focus-Abengoa, presenta en el Hospital de los Venerables de Sevilla m¨¢s de un centenar de obras entre cuadros, grabados, esculturas, mapas y objetos de decoraci¨®n y lit¨²rgicos que ilustran sobre la ruta comercial, pero tambi¨¦n cultural y religiosa, que arrancaba del puerto de Sevilla, cruzaba el Atl¨¢ntico hasta Veracruz, y de all¨ª, siguiendo el denominado camino de Asia, se prolongaba por tierra hasta Acapulco, donde continuaba la carrera hasta la capital filipina.El Gale¨®n de Manila (1571-1815) no era s¨®lo barco, tambi¨¦n conocido como la Nao de China, sino que constitu¨ªa una red de intercambios entre ambas orillas del Pac¨ªfico, el ¨²ltimo tramo de la Carrera de Indias. La exposici¨®n, abierta hasta el 10 de diciembre, se ha montado con piezas procedentes de instituciones p¨²blicas y privadas tanto espa?olas como mexicanas y pretende representar "el modo en el que el mundo hisp¨¢nico se abre a Oriente durante m¨¢s de dos siglos", seg¨²n los comisarios Carlos Mart¨ªnez Shaw y Marina Alfonso Mola.
La exposici¨®n se divide en cuatro secciones: La Carrera de Indias, en la que la Casa de la Contrataci¨®n de Sevilla fue la cabecera de esa ruta que llegaba hasta el Pac¨ªfico y que se abre con una reproducci¨®n -la ¨²nica de la exposici¨®n- de la nao Nuestra Se?ora del Pilar de Zaragoza, modelo de gale¨®n de Manila construido en 1731. Un ¨®leo an¨®nimo de grandes dimensiones que muestra una visita idealizada de Sevilla, del siglo XVII, se presenta en todo su esplendor en el inicio del recorrido, que ofrece abundante documentaci¨®n gr¨¢fica sobre el sistema portuario espa?ol, el camino de Asia y la Carrera de Acapulco. En M¨¢s all¨¢ de Manila queda de manifiesto a trav¨¦s de mapas, cartas, gram¨¢ticas y muebles que la capital filipina fue la lanzadera para la penetraci¨®n en China, Jap¨®n, Siam, Camboya y el resto de Asia. En la tercera secci¨®n, El gale¨®n de Manila, destaca un lienzo de Vel¨¢zquez, La venerable madre sor Jer¨®nima de la Cruz, entre una serie de objetos lit¨²rgicos, arcones y porcelanas. "El gale¨®n, en su ruta a Manila, transportaba fundamentalmente frailes y plata", dice Mart¨ªnez Shaw para resumir el flujo de mercanc¨ªas e ideas entre el mundo hisp¨¢nico y Oriente.
En Ensayando una doble v¨ªa se recogen documentos sobre las rutas a Filipinas que se abrieron desde C¨¢diz a finales del siglo XVIII a trav¨¦s del Cabo de Hornos o del de Buena Esperanza. La muestra, que viajar¨¢ posteriormente a M¨¦xico, re¨²ne algunos de los restos del pecio de San Diego, hundido en 1600 en aguas de Manila, que ha cedido el Museo Naval de Madrid.
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