El declive de los financieros asturianos

La compra por el Banco Sabadell, propietario a su vez de Solbank y Banco de Asturias, del Banco Herrero, hasta ahora controlado por La Caixa, coloca en manos de un mismo propietario a las dos ¨²nicas entidades bancarias que han sobrevivido con sede y personalidad asturianas, tras el declive protagonizado en las ¨²ltimas d¨¦cadas por la anta?o poderosa banca del Principado, ligada en su origen al desarrollo minero y sider¨²rgico de la regi¨®n y tambi¨¦n al ¨¦xodo ultramarino.El Banco Herrero, uno de los cinco bancos medianos del pa¨ªs, hab¨ªa sido fundado por la dinast¨ªa del mismo nombre en 1912 a partir de una experiencia bancaria y prestamista familiar que se remontaba a 1848, cuando los Herrero establecieron en Oviedo un negocio de venta de pa?os.

La entidad, una de las marcas hist¨®ricas de la banca espa?ola, y cuya influencia se hizo notable cuando los Herrero dirigieron simult¨¢neamente los destinos del Banco Hispano Americano, fue adquirida por La Caixa en junio de 1995 mediante una OPA amistosa que valor¨® el 100% del Herrero en 56.941 millones de pesetas.

Con la venta del Banco Herrero y la posterior crisis del Banco Espa?ol de Cr¨¦dito (Banesto), en el que tambi¨¦n tomaban asiento algunas poderosas dinast¨ªas financieras e industriales del Principado, la burgues¨ªa asturiana pon¨ªa fin a una era de esplendor y de relevante protagonismo bancario, merced a la acumulaci¨®n capitalista que hab¨ªa permitido durante el ¨²ltimo siglo y medio la emigraci¨®n a Am¨¦rica y la explotaci¨®n hullera.

Ello les hab¨ªa hecho fuertes en Banesto, en el Hispano, en el Herrero y en el Central, am¨¦n de en otras entidades bancarias regionales paulatinamente absorbidas por grupos for¨¢neos.

Una oligarqu¨ªa del norte

Era lo que el historiador Ramos Olivera defini¨® como "la gran oligarqu¨ªa bancaria, singularmente asturiana y vizca¨ªna", y a la que Manuel Tu?¨®n de Lara se refiri¨® como "el ascenso vigoroso de la del norte".Pero la peculiaridad del modelo de desarrollo burgu¨¦s asturiano, muy supeditado a la iniciativa y afluencia de capitales for¨¢neos desde mediados el XIX, se traduce en una cr¨®nica dependencia accionarial de sus proyectos bancarios e industriales de grupos capitalistas for¨¢neos.

Lo fue en su origen el Banco Herrero, y lo ha sido siempre el Banco de Asturias, nacido como Banco de Langreo en 1964, y en el que los capitales ajenos a la comunidad (accionistas madrile?os, primero; Banca Catalana, luego; los March, despu¨¦s; Natwest Bank, m¨¢s tarde, y desde junio de 1996, el Banco Sabadell) siempre tuvieron la mayor¨ªa dominante en la sociedad.