Un toro fiero
Manuel Caballero se encontr¨® con un toro fiero de Zalduendo, con un toro emocionante que se ven¨ªa de lejos luciendo dos impresionantes pitones y un ansia tal que le hac¨ªan perseguir el vuelo de los enga?os dejando secas al un¨ªsono las gargantas del diestro y los aficionados. El corn¨²peta peg¨® cabezazos en el capote del manchego y recibi¨® un gran puyazo del que se fue suelto. En el segundo encuentro se repuch¨® y en banderillas persigui¨® sin remisi¨®n a todo el peonaje.Manuel Caballero se plant¨® con la muleta en la mano derecha y empez¨® someti¨¦ndole por bajo, con mando y torer¨ªa. El toro, que no terminaba de humillar, se desplazaba como una locomotora tras una muleta colocada a distancia y que no dud¨® nunca ante la presi¨®n que significaba aguantar imp¨¢vida aquel torrente de casta. Es verdad que Caballero se vio desbordado en alguna ocasi¨®n, pero ser¨ªa injusto no reconocer que aunque no termin¨® de bajar la mano, lig¨® todos los lances en una faena corajuda a la que s¨®lo le sobr¨® la ¨²ltima tanda.
Varias / Bote, Caballero, Abell¨¢n
Cuatro toros de Zalduendo (1, 2, 3 y 4), muy bien presentados, con cuajo y astifinos. El segundo, muy fiero. Dos toros de Algarra (3 y 5), de menos trap¨ªo. El tercero, sin fuerzas, y el quinto con gran movilidad. Jos¨¦ Luis Bote: dos pinchazos -aviso- descabello (silencio); estocada corta (saludos). Manuel Caballero: estocada desprendida y dos descabellos (silencio); estocada baja y estocada desprendida (saludos). Miguel Abell¨¢n: estocada ca¨ªda y descabello, se echa el toro (pitos); estocada atravesada -aviso- descabello (saludos). Plaza de toros de Logro?o. 23 de septiembre. Tercera corrida de feria. Lleno.
Caballero factur¨®, en el quinto, un trasteo a media altura que tuvo la virtud de la limpieza y la colocaci¨®n. No se apret¨® ni pudo hacer humillar a una embestida, que cuando pas¨® a la mano izquierda, pas¨® a ser m¨¢s superficial.
Jos¨¦ Luis Bote tore¨® con calidad a su segundo enemigo en la primera parte de la faena. Despu¨¦s, recurri¨® al arrim¨®n y al encimismo envalentonado. En el primero de la tarde, se las vio con un serio y flojo ejemplar que no le dej¨® estar m¨¢s que voluntarioso. Al principio del trasteo dio la sensaci¨®n de estar cogido m¨¢s de una vez porque el toro nunca consinti¨® que le dieran fiesta por arriba.
Abell¨¢n se encar¨® con el presidente por no conceder el cambio de tercio tras el primer puyazo. En la faena, el toro se fren¨® en seco y el madrile?o se dirigi¨® de nuevo al palco para pedir explicaciones. En el sexto, otro Zalduendo que ten¨ªa mucho que torear, dict¨® un trabajo repleto de enganchones recetados, eso s¨ª, de uno en uno.
Por otra parte, Javier Vill¨¢n, cr¨ªtico taurino de El Mundo, denunci¨® ayer al padre de Miguel Abell¨¢n y a varios miembros de la cuadrilla del diestro madrile?o por una agresi¨®n cometida en un hotel de Logro?o.
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