Europa sigue enganchada al tabaco
Consumo importado
Cada minuto muere un europeo a causa del tabaquismo. Por eso la Uni¨®n Europea prepara ya una cuarta directiva, la m¨¢s dura, para mantener las espadas en su contra. Mientras tanto, la propia UE, mantiene los 166.000 millones de pesetas de subvenci¨®n anual al cultivo del tabaco. El comisario europeo de salud p¨²blica ha pedido que Europa resuelva esta contradicci¨®n, pero los t¨¦cnicos y los pol¨ªticos esgrimen s¨®lidos y enfrentados argumentos para mantenerla."Yo no fumo. Y me gustar¨ªa que la gente dejara de fumar porque es nocivo para la salud, pero ?c¨®mo vamos a retirar las subvenciones al cultivo del tabaco? Pondr¨ªamos en peligro 200.000 puestos de trabajo". Estas palabras son de una europarlamentaria espa?ola, Pilar Ayuso, del PP, ex directora general de Agricultura en Espa?a, que personifica a la perfecci¨®n esta contradicci¨®n pol¨ªtica europea.
Cultivos menos nocivos
Ayuso es ahora miembro de la comisi¨®n parlamentaria de salud y medio ambiente, que hace s¨®lo una semana ha pedido a la Comisi¨®n Europea que se retiren las subvenciones al cultivo del tabaco, si bien ella vot¨® en contra. Pero Ayuso, adem¨¢s, forma parte como suplente de la comisi¨®n de Agricultura, que acaba de pedir a la CE que aumente tales subvenciones. El papel salom¨®nico lo ejercer¨¢, como es habitual, la comisi¨®n de Presupuestos, que dejar¨¢ las ayudas en su nivel actual y mantendr¨¢, por tanto, en los mismos t¨¦rminos la contradictoria pol¨ªtica europea del tabaco.
Los argumentos del sector agr¨ªcola por parte de la Comisi¨®n Europea son s¨®lidos. En efecto, el cultivo del tabaco mantiene unos 200.000 puestos de trabajo en peque?as explotaciones. Este cultivo utiliza malas tierras y no hay alternativa agr¨ªcola viable. El sector es deficitario y, sin las ayudas europeas, quedar¨ªa estrangulado.
En el departamento que dirige el comisario Franz Fischler est¨¢n convencidos de que si la producci¨®n europea de tabaco desapareciera no tendr¨ªa efectos en el consumo. La gente no dejar¨ªa de fumar por ello; sencillamente, cambiar¨ªa a marcas extranjeras. De hecho, s¨®lo el 20% del consumo europeo de tabaco proviene de la producci¨®n comunitaria. La ¨²nica consecuencia real de cortar las ayudas, aseguran, ser¨ªa la de generar unos cuantos miles de parados m¨¢s.El comisario de salud p¨²blica y consumo, David Byrne, no dispone de la soluci¨®n a este problema, pero s¨ª tiene claro que la Uni¨®n Europea en su conjunto deber¨ªa meditar sobre esta cuesti¨®n que, a todas luces, contradice la l¨®gica m¨¢s elemental. En este departamento sospechan, adem¨¢s, que tras los datos sobre los supuestos efectos devastadores econ¨®micos y laborales de abandonar la subvenci¨®n al tabaco hay una bien orquestada campa?a de la industria tabaquera.
Byrne no pide decisiones inmediatas. "S¨®lo pretende abrir el debate", explica su portavoz Beate Gminder. Es el primer paso para unas instituciones, las europeas, que suelen caminar despacio pero firmemente. El actual sistema de ayudas agr¨ªcolas est¨¢ vigente hasta 2003, por lo que en 2002 tendr¨¢ que negociarse uno nuevo. Para entonces, quiz¨¢, la invitaci¨®n de Byrne a reflexionar sobre este asunto no quede en el mero debate.
Para entonces tambi¨¦n entrar¨¢n en vigor directivas ya aprobadas que proh¨ªben en Europa la publicidad del tabaco e incluso el patrocinio para actividades deportivas por parte de la industria. Medidas todas ellas tendentes a reducir el consumo y que, por consiguiente, deber¨ªan poner en riesgo a este sector productivo. ?Seguir¨¢ entonces Europa subvencionando el cultivo de hoja de tabaco e invirtiendo en la mejora de su calidad?
De momento, el departamento comunitario de Agricultura ya est¨¢ destinando parte de las subvenciones a investigar sobre el cultivo de hojas menos nocivas para la salud y en buscar cultivos alternativos. Tambi¨¦n tiene claro que, al menos, las ayudas no deben aumentar.Ocho pa¨ªses europeos son los destinatarios de las ayudas al tabaco, si bien Italia, con el 40% de la producci¨®n, y Grecia, con el 36%, son los principales beneficiarios. Espa?a es, tras Grecia e Italia, el tercero en importancia, con el 13% de la producci¨®n de hoja de tabaco de Europa. A nivel mundial, la producci¨®n comunitaria representa s¨®lo el 5,4% del total. La mayor parte del tabaco que se consume en Europa procede de China (el 36,9%), del resto de los pa¨ªses asi¨¢ticos (19,7%) o de Norte Am¨¦rica (13,2%).
Dentro de las ayudas agr¨ªcolas comunitarias, la que recibe el cultivo del tabaco es una parte peque?a. Del total de 39.780 millones de euros (6,6 billones de pesetas), s¨®lo 1.000 (166.386 millones de pesetas) se destinan al tabaco. "Si hay que revisar estas subvenciones", dice Ayuso, "que se revisen tambi¨¦n las ayudas a la industria, pues lo que no vale es quitar la subvenci¨®n al agricultor y dej¨¢rsela a la industria tabaquera del Reino Unido, por ejemplo. Si vamos a revisar esta pol¨ªtica, que no sea de forma simplista".
En todo caso, los partidarios de mantener las ayudas admiten que el tabaco es mortal para la salud. 500.000 europeos mueren cada a?o por culpa del tabaquismo, que es el origen de la tercera parte de los casos de c¨¢ncer.
Con cultivos propios o sin ellos, Europa, de todos modos, se est¨¢ blindando contra sus perniciosos efectos. La directiva que se est¨¢ elaborando obligar¨¢ a reducir los niveles de alquitr¨¢n (10 mg por cigarrillo), de nicotina (1 mg) y de mon¨®xido de carbono (10 mg). Las cajetillas llevar¨¢n grandes etiquetas alertando del peligro del tabaco y quedar¨¢ prohibido vender bajo el reclamo del light. Son estrictas medidas que tendr¨¢ que cumplir el tabaco producido tanto en Europa como en el exterior. Si tantas prevenciones tuvieran efecto en el consumo, las subvenciones se extinguir¨ªan por s¨ª solas tras el abandono progresivo del cultivo; resolviendo a la postre esta pol¨ªtica de las contradicciones.
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