Serrat desdobla su personalidad y presenta a su '¨¢lter ego', Tarr¨¦s, en su nuevo disco
'Cansiones' incluye 13 temas latinoamericanos y explica la relaci¨®n con su personaje
Despu¨¦s de la monumental reedici¨®n de su obra completa en 29 cuidados compactos, Joan Manuel Serrat reaparece con un disco ins¨®lito, Cansiones, que saldr¨¢ a la venta el pr¨®ximo 2 de octubre; viene firmado por Tarr¨¦s/Serrat y contiene 13 piezas de autores latinoamericanos m¨¢s 1 de introducci¨®n donde se explica la "¨ªntima relaci¨®n" entre Serrat y Tarr¨¦s: "Ese tal Tarr¨¦s / no me cabe en la piel / y saca a mi animal / de parranda con ¨¦l". Ambos son pal¨ªndromos entre s¨ª, lo que revela la naturaleza de un juego que permite al cantante presentar en p¨²blico su doble personalidad.
'In situ'
"No es como cuando Jaume Sisa se reencarn¨® en Ricardo Solfa, o lo de Santiago Auser¨®n y Juan Perro. Aqu¨ª presento la duplicidad de mi persona: digamos que Serrat es un buen ciudadano, un padre de familia responsable, mientras que Tarr¨¦s [su apellido le¨ªdo de derecha a izquierda] parece todo lo contrario, un vividor que no tiene m¨¢s objetivo que disfrutar del presente. De todos modos, es un tipo imprescindible. Como dice mi canci¨®n, "cuando ¨¦l no est¨¢ / se atraganta el licor / los amigos se van / y no me quiere mi amor".Para dar cuerpo a Tarr¨¦s, Serrat viaj¨® en pleno verano caribe?o a Cuba. En La Habana, con la ayuda del realizador Javier Rivera, se realiz¨® un reportaje fotogr¨¢fico, un videoclip y un documental donde se indaga sobre la relaci¨®n entre ambos: "Fueron diez d¨ªas deliciosos y de mucho trabajo, con amigos como Jorge Perugorr¨ªa entrando en el juego. Se refleja todo tipo de opiniones, desde los que creen que Tarr¨¦s es un h¨¦roe, el verdadero autor de mis composiciones, hasta los que consideran que es una sanguijuela, que vive a cuenta m¨ªa. Costaba mantener la cara seria. Al final, ya no se sab¨ªa muy bien qui¨¦n era el que trataba con las tres mulatas de bellas nalgas. S¨ª, igual que en el anuncio aquel de Ducados, una imagen muy er¨®tica que me acompa?¨® durante la grabaci¨®n del disco".
Cansiones se hizo en Montevideo, Buenos Aires, Bogot¨¢ y Barcelona, con mezclas finales en Madrid. "Entend¨ª que algunas piezas necesitaban hacerse in situ, con el ambiente, con el sabor de los m¨²sicos del lugar. Luego, tuve la suerte de contar con instrumentistas extraordinarios que andaban cerca, como el acordeonista Gil Goldstein, que normalmente toca jazz. Kitflus fue el director musical, y tocan tipos incre¨ªbles como Tino di Geraldo y Pedro Javier Gonz¨¢lez. Y la se?orita Olvido Lanza, en el viol¨ªn".Serrat ha grabado en numerosos idiomas europeos: "Del La, la, la hice versiones en catal¨¢n, castellano, portugu¨¦s, italiano, ingl¨¦s, alem¨¢n y franc¨¦s". Y en Cansiones prueba con el guaran¨ª en 'Che pykasumi': "Siempre nos olvidamos del Paraguay, cuya lengua es de una sonoridad hermos¨ªsima, que unas veces parece euskera y otras franc¨¦s. Fue un trabajo de todos los demonios, el guaran¨ª tiene ocho vocales... ?Suerte que Tarr¨¦s es un pol¨ªglota! ?l insisti¨® en que el disco se titulara como se titula, alega que la inmensa mayor¨ªa de los hispanoparlantes pronuncia as¨ª la palabra canciones".
"La idea de Cansiones era vomitar lo que he comido, compartir con mi p¨²blico las canciones que me han nutrido en tantos viajes por Am¨¦rica, un continente que siempre se ha volcado conmigo. Luego, se trataba de darlas un toque personal y en eso s¨ª que parece que he acertado, hay gente que se cree que se trata de composiciones m¨ªas... ?y de Tarr¨¦s!". En algunos casos, eso supone llevar ese repertorio hacia palos flamencos: "S¨ª, El amor, amor es un vallenato que se recicla perfectamente en rumba flamenca. En la vida todo es ir, originalmente un son puertorrique?o de Roy Brown, ha quedado como una colombiana, el otro d¨ªa me llam¨® Lolita para felicitarme, me dijo que le habr¨ªa encantado a su padre, El Pesca¨ªlla".
En otros casos se ha quitado hierro dram¨¢tico a los originales: "Por ejemplo, he llevado los tangos hacia las baladas al modo, digamos, serratiano. De un mundo raro es un bolero-ranchera de Jos¨¦ Alfredo Jim¨¦nez, pero yo siempre he cantado esa canci¨®n de madrugada, qued¨¢ndome con el poso de tristeza, como si fuera el cierre de un cabaret". Advierte Serrat que el disco no pretend¨ªa retratar musicalmente toda la Am¨¦rica hispana, "faltan temas de Centroam¨¦rica, Bolivia, Ecuador, Rep¨²blica Dominicana. En realidad, pesaron m¨¢s los autores que sus pa¨ªses. Hay que tener en cuenta que yo llegu¨¦ a tratar con Jos¨¦ Alfredo, V¨ªctor Jara, Virgilio Exp¨®sito, todos aquellos gigantes. Evit¨¦ muchas canciones contempor¨¢neas que me gustan y tambi¨¦n los grandes ¨¦xitos latinos; aparte de Soy lo prohibido y De un mundo raro, es un cancionero pr¨¢cticamente desconocido en Espa?a".
Se podr¨ªa desear que Serrat aplicara ese proceso de reinvenci¨®n a sus propias canciones cl¨¢sicas: ocurre que algunos de los arreglos suenan hoy..., insensibles a la vez que desfasados. "No sabr¨ªa qu¨¦ decir, tampoco yo estoy muy modernizado, ¨²ltimamente s¨®lo escucho a Beethoven y a Charles Aznavour. No tengo mucho inter¨¦s por mi pasado: cuando remasterizaron mis compactos, me mandaron unas muestras, lo escuch¨¦ brevemente... y me desentend¨ª. Cierto que se pueden revitalizar mis canciones, yo lo hago en directo y a veces se editan en discos y en v¨ªdeos. Pero... ?volverlas a grabar en estudio? Ya me van a dar bastantes tortas con este nuevo disco, dir¨¢n que se me ha agotado la inspiraci¨®n, como para que me lance a recuperar mi repertorio. ?Me crucificar¨ªan!".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.