El historiador Benassar retrata a Juan de Austria como un h¨¦roe

Bartolom¨¦ Benassar le ha hincado el diente a un personaje de pel¨ªcula. Don Juan de Austria, hijo de Carlos V, medio hermano de Felipe II, estratega, h¨¦roe de Lepanto, hombre de acci¨®n en la Espa?a de la Edad Moderna, es objeto de estudio por parte de este historiador franc¨¦s, autor de varias obras sobre el periodo, que ha descubierto la estela de una figura "apasionante", dice, a la altura de otros grandes de la ¨¦poca, como Hern¨¢n Cort¨¦s, o Alejandro Farnesio.Juan de Austria, un h¨¦roe para un Imperio (Temas de hoy) tiene intenci¨®n de aclarar algunos puntos de la biograf¨ªa de este hombre nacido a escondidas, producto de la relaci¨®n del emperador con la flamenca B¨¢rbara de Bloomberg, reconocido como descendiente leg¨ªtimo, personalidad de peso en la Corte y muerto demasiado joven, a los 32 a?os, que han sido escalonadamente difuminados por los historiadores. Como, por ejemplo, su relaci¨®n con Felipe II, "mucho mejor de lo que se ha cre¨ªdo hasta ahora", seg¨²n Benassar.

Quiz¨¢ por eso, el libro empieza por el final, con el traslado del cad¨¢ver de Don Juan hasta la Corte, "una historia fabulosa que prueba que el rey lo trat¨® muy bien y le reconoci¨® su papel hasta el final, a pesar del deterioro de sus relaciones desde Lepanto hasta entonces, algo en lo que tuvo mucho que ver Antonio P¨¦rez, secretario y consejero del rey", cuenta Benassar.

Cortejo surrealista

Probablemente, las hemorroides mataron a Don Juan de Austria en 1578. Al hecho siguieron una serie de funerales barrocos bastante surrealistas. De Namur, lugar donde se produjo la defunci¨®n, a San Lorenzo El Real, la procesi¨®n con el cad¨¢ver pas¨® por Par¨ªs, Nantes, Santander y diversos pueblos de Castilla, hasta llegar, cinco meses despu¨¦s, al lugar de reposo. Entre su nacimiento y su muerte, Benassar retrata una vida intensa, que ofrece un contrapunto a la oscura personalidad de Felipe II. "Eran muy diferentes. Felipe, un hombre de pensamiento, encerrado, aunque tambi¨¦n en contacto con la naturaleza, que evitaba el campo de batalla; Don Juan, hombre de acci¨®n, con don de gentes y mucho carisma", cuenta el autor de libros como La Inquisici¨®n espa?ola, Historia de los espa?oles, Los cristianos de Al¨¢, La historia extraordinaria de los renegados o la novela El ¨²ltimo salto. "No es cierto que hubiese tantos celos, aunque llegaron a desconfiar el uno del otro. Pero tambi¨¦n es verdad que no podemos sondear el coraz¨®n de los muertos", dice el hispanista.Adem¨¢s, se adentra en el papel de Juan de Austria en la creaci¨®n de la Santa Liga, inventada entre el Vaticano, Venecia y Espa?a para frenar el avance turco y que vio la luz, seg¨²n Benassar, "por el empe?o de P¨ªo V en sacar adelante la uni¨®n por la confianza que le merec¨ªa Juan de Austria para llevarla a cabo".

Tambi¨¦n el papel de Don Juan en Flandes es parte fundamental del estudio, lo mismo que su importancia en la expulsi¨®n de los moriscos de Espa?a, "que tuvo que hacer por obligaci¨®n y lealtad al rey como militar".