Una fiesta de la palabra
La ensayista argentina Beatriz Sarlo hizo un s¨®lido elogio del potencial de la traducci¨®n, porque, salvo para quienes crean que es posible reconstruir perfectamente en otra lengua un original, la traducci¨®n establece con el pensamiento del otro una relaci¨®n abierta. "La traducci¨®n es un ejercicio de la diferencia". Antes de abordar esta cuesti¨®n, Sarlo relat¨®, para enfatizar la imagen de pobreza cultural que transmit¨ªa la Espa?a decimon¨®nica, c¨®mo la ¨¦lite del R¨ªo de la Plata empe?ada en la construcci¨®n nacional desde?¨® la lengua espa?ola, no s¨®lo porque era de los antiguos dominadores sino porque sustentaba una cultura atrasada sustentada en instituciones arcaicas, la Iglesia y la Corona.Adem¨¢s de las contundentes sesiones acad¨¦micas, las jornadas alemanas sobre el futuro del espa?ol tienen algunos alivios donde se festeja la palabra. El mi¨¦rcoles, el escritor Gustavo Mart¨ªn Garzo ley¨® fragmentos de su libro El peque?o heredero. ?l lo hac¨ªa en espa?ol y su traductora, Stefanie Grhold, en alem¨¢n. Stefanie, junto a Rudolf Wittkopf (a t¨ªtulo p¨®stumo) y Sebasti¨¢n Neumeister hab¨ªan recibido por la ma?ana los premios que la embajada espa?ola concede a traductores alemanes de t¨ªtulos espa?oles. El azar hizo que Mart¨ªn Garzo disfrutara especialmente de la sesi¨®n. La lectura se celebr¨® en los s¨®tanos de la casa donde vivi¨® Lichtenberg, autor cuyos aforismos admira y que cita expresamente en uno sus libros. Anoche estaba previsto el mon¨®logo teatral Aza?a, una pasi¨®n espa?ola, que Jos¨¦ Luis G¨®mez llevar¨¢ despu¨¦s a Madrid, a la Abad¨ªa. Releyendo los textos pol¨ªticos de Aza?a, G¨®mez estaba perplejo por c¨®mo perviven en la Espa?a de las autonom¨ªas algunos de los asuntos que m¨¢s acongojaban a Aza?a, como la ruptura del patriotismo constitucional.
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