El fondo es et¨ªope
Abera cambia el escalaf¨®n de la larga distancia y triunfa en un marat¨®n que castiga a los espa?oles
El legado de Abebe Bikila no corre peligro. Cuarenta a?os despu¨¦s de su c¨¦lebre victoria en el marat¨®n (42,190 kil¨®metros) de los Juegos Ol¨ªmpicos de Roma, otro et¨ªope venci¨® ayer en el de Sydney. Lo que un d¨ªa fue novedoso -el triunfo de un africano- se ha convertido en moneda corriente. Gezahgne Abera super¨® al keniano Wainana en una prueba que cambia el escalaf¨®n de las carreras de fondo. Etiop¨ªa ha superado a Kenia. Ya no se trata de la solitaria hegemon¨ªa de Haile Gebrselassie, sino de un numeroso grupo de atleta dispuestos a recuperar el liderazgo que tuvieron en los a?os setenta con Mirus Yfter.Los et¨ªopes han ganado en Sydney las carreras de los 5.000 y los 10.000 metros y el marat¨®n. Y otra atleta excepcional, Derartu Tulu, repiti¨® en los 10.000 metros su triunfo de Barcelona. Los et¨ªopes han vuelto por donde sol¨ªan, en la tradici¨®n que comenz¨® Bikila y que continuaron Mamo Wolde e Yfter. Abera es el ¨²ltimo de una gloriosa saga. Se ten¨ªan noticias de su clase, pero no era el favorito. Se hablaba de su compa?ero Tola, del surafricano Thugwane, del portugu¨¦s Pinto, de los italianos y, por supuesto, de los espa?oles. Desde los Campeonatos del Mundo de 1994, Espa?a ha sido el principal referente en la distancia. Pero esta vez hubo s¨ªntomas de declive. Abel Ant¨®n pag¨® todos sus problemas con la rodilla. Un quiste le ha importunado desde hace cuatro meses. Algunos m¨¦dicos le aconsejaron que se operara. Ant¨®n se neg¨®. Prefer¨ªa recibir inyecciones en la zona dolorida. Las infiltraciones no han aliviado su lesi¨®n, lo que se hizo evidente ayer: "Cada vez que bajaba las cuestas se me bloqueaba el b¨ªceps de la pierna izquierda. Me di cuenta muy pronto de que no ten¨ªa nada que hacer".
Las dificultades de Ant¨®n y el desfondamiento de Alberto Juzdado dejaron a Mart¨ªn Fiz en medio del grupo de los l¨ªderes. Con 38 a?os, Fiz volvi¨® a escribir otra gran p¨¢gina. Ya no tiene el gas que le hizo famoso en el Mundial de Helsinki y en el Europeo de Gotemburgo. "Soy un coraz¨®n con piernas", dice. Todo coraz¨®n, no pudo resistir la exigencia del puente de Anzac, sobre la bah¨ªa de Sydney. Al porcentaje de subida hab¨ªa que a?adir un problema superior: el viento.
La ma?ana se levant¨® limpia, pero ventosa, circunstancia que debilit¨® mucho a los atletas. "Corr¨ªa un aire atroz en el puente y, con 37 a?os, ya no tengo la chispa de antes", declar¨® Fiz, que se descolg¨® hasta el d¨¦cimo puesto. Aun as¨ª, termin¨® el sexto, superando a ilustres como Thugwane, campe¨®n en Atlanta, o Pinto, colocado en el primer lugar de los pron¨®sticos.
El puente hizo la selecci¨®n natural. "M¨¢s que un marat¨®n parec¨ªa un cross", a?adi¨® Fiz. La gente lleg¨® muy desgastada a Anzac, circunstancia aprovechada por los et¨ªopes Tola y Abera, el keniano Wainana y el brit¨¢nico John Brown, un especialista en cross que se vio ante la oportunidad de su vida para sacar una medalla. Brown aguant¨® con los africanos hasta el kil¨®metro 37. Fue el momento que escogi¨® Wainana para sacar de rueda a Tola y Abera. Estaba obligado a lanzar su ataque con un cierto margen de maniobra; de lo contrario, caer¨ªa v¨ªctima de la pinza et¨ªope. Tola cedi¨®, pero Abera no pas¨® demasiados problemas para seguirle. Corr¨ªa con una naturalidad asombrosa, con un paso redondo, perfecto. Sab¨ªa adem¨¢s que su punta de velocidad era superior a la del keniano. Jugaba con las cartas marcadas y a nadie sorprendi¨® que su aceler¨®n a falta de tres kil¨®metros no tuviera respuesta.
Por detr¨¢s, Fiz avanz¨® hasta colocarse en el sexto puesto en una demostraci¨®n de tenacidad. Pero nunca estuvo cerca de los primeros. Su m¨¦rito radic¨® en convertir la carrera en un desaf¨ªo estrictamente personal, sin pensar en unas medallas que ten¨ªan due?os: un keniano y dos et¨ªopes. Es decir, un mensaje para el futuro. Si los africanos orientales vuelven su mirada hacia el marat¨®n, los dem¨¢s tendr¨¢n que conformarse con las migajas.
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