"La literatura es una conversaci¨®n sin fin, no un p¨²lpito"
Es mesurado, inteligente, observador. Premio de la Cr¨ªtica de Poes¨ªa, Herralde y Navarra de Novela, excelente traductor, cr¨ªtico de libros en Babelia, columnista de El Pa¨ªs Andaluc¨ªa, el granadino Justo Navarro (1953) acaba de publicar su cuarta novela El alma del controlador a¨¦reo y, el pasado s¨¢bado, La Fura dels Baus estren¨® en el Liceo D.Q., una ¨®pera donde es el libretista.
Decir que Justo Navarro es uno de los mejores escritores espa?oles del momento no es una exageraci¨®n. Aunque para opiniones hay foros y desiertos, lo cierto es que su escritura se va pegando al pensamiento del lector hasta atraparle por completo en sus laberintos y obsesiones. ?stas no han cambiado mucho desde que public¨® en los a?os ochenta dos poemarios deslumbrantes: Los Nadadores y Un aviador prev¨¦ su muerte y una novela, El doble del doble. All¨ª ya se marcaban con nitidez ciertos temas recurrentes: el doble, la memoria, el conflicto entre realidad y ficci¨®n, la conformaci¨®n del individuo, la verdad social o colectiva como una construcci¨®n no como un hecho irrefutable o su fascinante capacidad para describir escenarios cotidianos (estadios, piscinas, aeropuertos, hangares, cines, gasolineras) ilumin¨¢ndolos hasta dotarlos de un fulgor amenazante. Tras Hermana muerte, Accidentes ¨ªntimos, La casa del padre, una novela juvenil, Oppi, y algunas muy celebradas traducciones, Navarro, desde su "retiro" de Nerja (M¨¢laga) ha publicado la fascinante El alma del controlador a¨¦reo, un intenso ensayo novelado sobre las personalidades que conforman a un ser humano, la sociedad en la que vive y sobre las difuminadas fronteras entre realidad y ficci¨®n. Y la Fura dels Baus ha estrenado la ¨®pera D. Q. (Don Quijote), una partitura de Jos¨¦ Luis Turina bajo libreto del propio Navarro.
Pregunta. Vamos a empezar por la ¨®pera. ?C¨®mo es su Quijote?
Respuesta. La ¨®pera trata de la relaci¨®n que hoy en d¨ªa tenemos con El Quijote. La Fura me plantea la idea de hacer un Quijote en Barcelona y yo les propongo esta historia. La ¨®pera empieza en el futuro en el a?o 3000 y pico en una subasta de maravillas antiguas. Hay una m¨¢quina localizadora en el tiempo que localiza un Don Quijote. Pero ya nadie sabe qui¨¦n es. Y Don Quijote aparece en el futuro creyendo que est¨¢ en la Cueva de Montesinos, un pasaje de la novela, pronunciando nombres y palabras alucinadas, que nadie entiende. Pr¨¢cticamente como hoy pasa, que nadie sabe ni qui¨¦n es Durandarte, ni Montesinos, y s¨®lo suenan los molinos de viento.
P. ?Por qu¨¦ ha ido abandonando el verso, salvo para encargos como ¨¦ste? Muchos opinan que es un g¨¦nero que usted domina.
R. Estas cosas no tienen nada que ver con mis libros de poemas. Yo he escrito D. Q. pensando en la Fura dels Baus. A ellos les gusta provocar y yo quer¨ªa provocar a la Fura dels Baus para que crearan un espect¨¢culo lo m¨¢s imaginativo posible.
P. Usted tiene mucha relaci¨®n con la m¨²sica, sobre todo con la cultura del rock y el pop. ?C¨®mo no ha hecho canciones?
R. Yo he hecho muchas canciones. Pero para mis grupos de m¨²sica, cuando era joven: Los Clavos y Escribano Velilla Co. Pero es que a m¨ª lo que realmente me gusta es escribir novelas.
P. ?Y c¨®mo se llega a escribir novelas?
R. El secreto en escribir una novela est¨¢ en pensar que est¨¢s estableciendo un di¨¢logo con alguien. Alguien invisible que est¨¢ contigo y te escucha cosas que valen la pena. Cosas que recuerdas o que te inventas, que es una manera de atrapar tus recuerdos. Una de las maneras que la qu¨ªmica utiliza para ver determinados elementos es ponerles un reactivo para verlos mejor. Y en eso consiste inventar una novela, inventar una ficci¨®n: encontrar reactivos para iluminar la realidad que t¨² realmente has vivido. Una novela no es inventar cosas fant¨¢sticas e imposibles. No, no. Tiene que partir de la realidad y reinventarla si quieres para poder verla mejor. Porque una novela tiene que decir la verdad.
P. ?Construye usted la novela a partir del terreno del lenguaje?
R. En absoluto. Yo siempre escribo a partir de cosas concretas y palpables. El valor de la literatura viene de la capacidad de describir lo que has sentido o has reconstruido. Inventar una historia es ponerse en el lugar del otro pero para decir cosas que son verdad.
P. En su novela hay vidas ocultas y verdades contradictorias. ?D¨®nde est¨¢ la verdad?
R. El juicio le corresponde al lector. La gracia de la memoria es que nadie recuerda las cosas de la misma manera. A m¨ª me gusta esa sensaci¨®n de que varios personajes recuerden la realidad de maneras distintas. Quiz¨¢ una sea verdad y otra mentira. Quiz¨¢s todas sean mentira. La manera de recordar es la mejor lecci¨®n sobre lo que es la visi¨®n del mundo que tenemos.
P. ?Y qu¨¦ cree que le pueden decir sus lectores?
R. Las respuestas de mis lectores me las tengo que inventar yo. Yo soy el primero que cuando leo mis novelas pienso si esto o aquello es un desastre. Por fortuna tengo amigos que me dicen cosas. Lo que no entiendo es a las personas que pretenden decir la ¨²ltima palabra. La literatura es una conversaci¨®n sin fin. No un p¨²lpito.
P. ?Desde cuando comienza escribir?
R. Desde chico. Desde que tengo memoria.
P. ?Siempre con la intenci¨®n de que lo leyeran?
R. Todos tenemos la intenci¨®n de que nos quieran. La escritura nace de un desdoblamiento de pararse a mirarte y al mundo y a ti en el mundo y contar lo que ves. La literatura es un juego de dobles. Es lo que dice el controlador a¨¦reo: yo era cinco en aquel momento.
P. En sus novelas los personajes suelen buscar espejos en otros donde mirarse, modelos donde fijarse para ser lo que son. Hasta crear un sistema de conducta o una ideolog¨ªa.
R. La mayor parte de nuestras inclinaciones pol¨ªticas y sentimentales nacen de la fascinaci¨®n hacia ciertas personas. Nos atraen m¨¢s las personas que los valores que representan. Nos adherimos a los valores porque nos gustan las personas que los encarnan.
P. Usted al describir la Granada de los a?os setenta a los noventa ha hecho un retrato intenso de la historia de una generaci¨®n.
R. Una novela tiene que tener el tiempo hist¨®rico que lleve dentro. Una buena novela tiene que lograr que la historia ¨ªntima de sus personajes se confunda con la historia colectiva. Casi sin darme cuenta, la historia ¨ªntima del controlador a¨¦reo, que es casi una autobiograf¨ªa resumida, coincid¨ªa con la de su tiempo. Pero me preocupo mucho de nunca recurrir a experiencias personales de personas que conozco, las quiera o no, por respeto.
P. Su protagonista busca una identidad desesperadamente.
R. Y quiz¨¢ lo que encuentra es la imposibilidad de hallar una identidad estable. Que estamos condenados m¨¢s que a ser una identidad a una suma de muchas. Cuando una persona sale de la adolescencia es cuando descubre todas esas identidades. Nos dicen de chicos "tienes que ser fiel a ti mismo". Pero un d¨ªa descubres que eres una confusi¨®n permanente. Hacerse mayor es estar en contradicci¨®n continua. Hacerse una persona que duda. La literatura est¨¢ hecha de percepci¨®n de la realidad concreta.
P. Utiliza varias citas de Lou Reed en su libro. ?C¨®mo nos fascinaban tanto unas letras que no entend¨ªamos?
R. De las canciones del rock no entend¨ªamos ni una palabra. Imagina el mundo de los a?os setenta en Granada y luego el mundo de esos grupos fascinantes de las fotos y los discos que cantaban con palabras que no entend¨ªamos pero que eran absolutamente sagradas. Era el sonido del idioma de dios, de un mundo verdadero mucho m¨¢s atractivo que lo que nos rodeaba.
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