La guerrilla colombiana mantiene a 500 polic¨ªas y soldados en un campo de concentraci¨®n
Los colombianos han visto en televisi¨®n, por primera vez, otra cara del conflicto: polic¨ªas y militares en poder de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Algunos llevan encerrados, en lo que parece un campo de concentraci¨®n, tres a?os. Parecen sombr¨ªos, sin esperanza, amontonados frente a una fr¨ªa y alta alambrada. Para el Gobierno se trata de "secuestrados"; para la guerrilla, "prisioneros de guerra".
La crudas im¨¢genes y los testimonios presentados por una cadena privada de televisi¨®n, que acompa?¨® a dos familiares de los m¨¢s de 500 capturados en combate, dejaron en evidencia las duras condiciones de detenci¨®n: "Por no tener derecho a muchas cosas que son fundamentales para sobrevivir con dignidad, considero que est¨¢n violando nuestros derechos", asegur¨® un preso.Los generales, la prensa y muchos m¨¢s hablan de "campos de concentraci¨®n" o de "jaulas de alambre". El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos record¨® que "toda persona privada de su libertad tiene derecho a ser tratada con dignidad" y exhort¨® a la guerrilla a permitir el acceso del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja a los lugares en que "se encuentren personas privadas de la libertad en relaci¨®n al conflicto".
El dolor de las madres y familiares de los cientos de prisioneros y el asunto del canje de ¨¦stos por guerrilleros en prisi¨®n, exigido como cuesti¨®n prioritaria por las FARC, alcanz¨® las primeras p¨¢ginas tras meses de olvido.
El presidente Andr¨¦s Pastrana, quien hasta ahora se ha negado a recibir a las madres y esposas de los uniformados, encarg¨® esta tarea al comisionado de paz y anunci¨® que el "canje debe tratarse en la mesa de negociaci¨®n". Antes puso como condici¨®n que se aclare el caso de Arnobio Ramos, un miembro de las FARC canjeable que, aprovechando un traslado para cumplir una cita judicial, secuestr¨® un avi¨®n para llegar a la zona desmilitarizada donde a¨²n se encuentra y se celebran las conversaciones de paz.
El proyecto que plantea facultades extraordinarias para el presidente, con el fin de realizar un "intercambio humanitario", se volvi¨® a tratar en el Congreso. "El pa¨ªs est¨¢ maduro para asumir un debate sensato sobre este asunto", dijo el senador Juan Manuel Ospina, que present¨® la iniciativa acompa?ado de familiares de polic¨ªas y soldados, quienes vest¨ªan camisetas con fotos de sus parientes detenidos.
La iniciativa plantea dificultades legales. "Al presidente no se le pueden dar funciones judiciales", sostienen algunos. El fiscal asegura que s¨®lo pueden ser beneficiados los acusados de delitos pol¨ªticos, no los detenidos por los llamados delitos atroces, incluido el secuestro.
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