La trastienda de Waterloo

Sabotage! es, despu¨¦s de La novena puerta -y en espera del tan anhelado Fu Manch¨² de ?lex de la Iglesia- y con sus 1.500 millones de pesetas de coste reconocido, la pel¨ªcula m¨¢s cara del cine espa?ol, una coproducci¨®n con Francia y Reino Unido hablada en ingl¨¦s, por aquello del mercado internacional. Presenta actores solventes, como Stephen Fry, David Suchet, Alexandra Vandernoot y Dominique Pinon, y sin embargo, esta segunda pel¨ªcula de los hermanos Jos¨¦ Miguel y Esteban Ibarretxe tiene un problema grave, un pedrusco que se les col¨® a sus autores en el engranaje de alta precisi¨®n en el que hubiesen querido convertir esta trastienda de la batalla de Waterloo, esta ir¨®nica revisitaci¨®n de la enemistad entre Napole¨®n Bonaparte y el duque de Wellington, y que hace que tal engranaje se encalle, primero, y salte por los aires, despu¨¦s.Ese pedrusco no es otro que un gui¨®n sencillamente impresentable, lleno de frases que se pretenden dotadas de un alto sentido metaf¨®rico, de un soterrado humor, pero que, en realidad, no hacen otra cosa que atascar el necesario avance narrativo. Claro que los 1.500 millones se notan, que hay algunos planos de la batalla de Waterloo como no se hab¨ªan visto casi nunca en el cine espa?ol.

Pero los Ibarretxe no se muestran capaces de controlar la duraci¨®n de los gags, de los discursos y de las secuencias, de modo que lo que logran es una narraci¨®n cansina que hace expl¨ªcito el defecto de cualquier parodia: resultar indiferente.

Los hermanos Ibarretxe defendieron ayer en Sitges su obra ante la prensa. "Comparada con Chiquito de la Calzada", afirmaron, "seguramente nuestra pel¨ªcula es poco graciosa, pero es exactamente el filme que hemos querido hacer y que a nosotros nos gustar¨ªa ver".