Enganchados al teatro
"La mujer piensa que el hombre cambiar¨¢, y se equivoca. El hombre piensa que su mujer nunca cambiar¨¢, y tambi¨¦n se equivoca". Maribel Verd¨² lanza la frase para contar algo de Te quiero... mu?eca, montaje que protagoniza con Luis Merlo. Escrito y dirigido por Ernesto Caballero, el montaje, convertido en espect¨¢culo de moda, llega ahora al Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde se estrenar¨¢ el d¨ªa 19.Est¨¢n enganchados al teatro. A Merlo le supura por todos sus genes. Hijo de Carlos Larra?aga y Mar¨ªa Luisa Merlo, sobrino de Amparo Rivelles, nieto de Ismael Merlo. Desde 1985 hace cine, teatro y televisi¨®n.
A Verd¨² le pic¨® el veneno de la escena siendo muy joven, pero su brillante carrera cinematogr¨¢fica, iniciada a los 14 a?os, le aparta a menudo de las tablas. Frente a sus docenas de pel¨ªculas, s¨®lo ha intervenido en siete montajes, el ¨²ltimo hace cuatro a?os. Ahora ha vuelto arropada por la productora de los hermanos Larra?aga Merlo, es decir, su marido, Pedro, y sus cu?ados Amparo y Luis.
El personaje de Luis es un cr¨ªtico de cine, mis¨®gino y manipulador. El personaje de Maribel es la v¨ªctima de un hombre que quiere crearla a su imagen y semejanza. "Pero lo de la misoginia no es patrimonio del hombre, tambi¨¦n hay muchas mujeres", dice Verd¨².
Merlo dice saber poco de misoginias, dada su biograf¨ªa: "En mi entorno la mujer ha sido m¨¢s importante, pero lo que s¨ª observo por ah¨ª es la mujer que piensa que ha conseguido una parcela de poder que s¨®lo estaba permitida a los hombres, porque ella no era tan gilipollas como el resto de las mujeres".
Ambos piensan que las figuras m¨ªticas de Pigmali¨®n y Galatea, en las que se ha inspirado Caballero, hoy no tienen sentido o al menos est¨¢n abocadas al fracaso. "Tambi¨¦n se dan las pigmalionas y los galateos, pero como recomendaci¨®n pienso que no se puede pretender que la imagen que uno tiene de alguien sea la realidad de ese alguien, algo que nos pasamos la vida queriendo hacer..., yo ahora trato conscientemente de dejar de hacerlo y me va mucho mejor", comenta Merlo.
Maribel incide en el asunto: "No se puede pretender crear a alguien a tu medida, porque si no se rebela, a la gente hay que aceptarla como es y en todo caso tratar de amoldar algunas cosillas".
Como muchos profesionales del teatro, afirman que el proceso de ensayos es m¨¢s gozoso que la representaci¨®n frente al p¨²blico: "Es el momento en el que m¨¢s se crece como actor", dice Verd¨². La opini¨®n de Merlo es similar: "Lo m¨¢s l¨²dico y creativo se vive en esa etapa, despu¨¦s entras a depender de la opini¨®n del pr¨®jimo, que siempre suele ser un putada".
Ambos descubren cada d¨ªa cosas nuevas de sus personajes a los que van incorporando cambios: "Como dice Tamayo, los personajes siempre son m¨¢s grandes que nosotros", comenta Merlo del director teatral con el que realiz¨® una aplaudida interpretaci¨®n de Cal¨ªgula.
De hecho la funci¨®n llega distinta a Madrid: "Caballero es un director decente, sigue la funci¨®n y la trata como lo que es, algo vivo, que se transforma, es muy gracioso cuando hace de director y nos recomienda que no seamos tan respetuosos con el autor", dice la actriz.
Respecto al eterno dilema de si el teatro llena m¨¢s que el cine, Verd¨² se?ala: "Si te pones negativo el cine vac¨ªa tanto como el teatro, pero como soy una persona positiva el cine me llena much¨ªsimo, pero el teatro me llena m¨¢s".
A pesar de sentirse arropada con el equipo, no le ha desaparecido su habitual cangueli: "Me muero de miedo con la cr¨ªtica, antes del estreno y, lo m¨¢s terrible, en cada actuaci¨®n que hago; cada d¨ªa, valeriana para el cuerpo, y es que el p¨²blico me impone mucho, sea de Madrid o del pueblo m¨¢s remoto..., menos mal que ante las dificultades me crezco".
Verd¨² y Merlo comparten escenario con los actores Aurora S¨¢nchez, Marisa Pino y Federica Celada. Todos ellos han contado con escenograf¨ªa de Gerardo Trotti.
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