El etarra herido regres¨® al piso antes de su captura para destruir documentos

Harriet Iragi, el etarra que fue detenido hacia la una de la madrugada del pasado martes, casi seis horas despu¨¦s del tiroteo con la polic¨ªa en el que result¨® herido en un brazo y detenido su compa?ero Jon Igor Solana, regres¨® al piso que ambos ocupaban, en la sevillana calle Playa de Marbella, para tratar de destruir documentos. La polic¨ªa ha encontrado dicha vivienda numerosos papeles dentro de una palangana llena de agua.Tambi¨¦n se ha incautado de un listado de objetivos en poder de los etarras, con recortes de prensa y algunas fotograf¨ªas de posibles v¨ªctimas; entre ellas, concejales, militares y miembros del Poder Judicial.

Los investigadores est¨¢n evaluando hasta qu¨¦ punto y en qu¨¦ casos se trata de informaciones ya elaboradas o de una mera recopilaci¨®n inicial de datos.

Los terroristas dispon¨ªan, igualmente, de carn¨¦s falsos de polic¨ªas, funcionarios del Ministerio de Industria, periodistas e incluso de afiliados al Partido Popular, as¨ª como 300.000 pesetas en met¨¢lico. La escasa cantidad de explosivo encontrada en el piso, s¨®lo un kilogramo, hace pensar que los terroristas preparaban una nueva mudanza.

Harriet Iragi fue dado de alta ayer tarde del Hospital V¨ªrgen del Roc¨ªo de Sevilla, donde se encontraba ingresado desde las cinco de la madrugada del martes. El etarra, de 24 a?os, fue intervenido quir¨²rgicamente de urgencia por una herida de bala en el brazo derecho.

La juez de la Audiencia Naciobal Teresa Palacios acord¨® ayer, a petici¨®n de la Polic¨ªa, prorrogar por 48 horas la detenci¨®n de los dos etarras detenidos tras el asesinato del coronel m¨¦dico Antonio Mu?oz Cari?enos.

Jon Igor Solana est¨¢ siendo interrogado en las dependencias de la Jefatura Superior de Polic¨ªa de Sevilla desde el lunes por la noche. El pr¨®posito de los responsables de la operaci¨®n es apurar el m¨¢ximo tiempo que permite la ley, antes de que los integrantes del comando Andaluc¨ªa sean trasladados a Madrid y puestos a disposici¨®n judicial, previsiblemente el s¨¢bado.