Los l¨ªmites de la fusi¨®n
La fusi¨®n de Endesa e Iberdrola, aprobada el martes por sus respectivos consejos de administraci¨®n, provocar¨¢ con toda seguridad un terremoto en el mercado el¨¦ctrico espa?ol e influir¨¢ probablemente en el mercado europeo. La presencia de Repsol como candidato alternativo a la compra de Iberdrola con un proyecto competidor ofrece adem¨¢s la posibilidad de comparar ventajas e inconvenientes entre una integraci¨®n entre empresas dedicadas al mismo negocio (el el¨¦ctrico) y el proyecto de unir Gas Natural (dominada por Repsol) e Iberdrola, que quiz¨¢ permitir¨ªa poner en marcha negocios de servicios integrados (gas, electricidad, telefon¨ªa, televisi¨®n) con mayor valor a?adido que la mera producci¨®n y distribuci¨®n de kilovatios. La concentraci¨®n empresarial que plantean Endesa e Iberdrola lleva un cuerpo de ventaja en este momento. No s¨®lo porque los consejos han aprobado la fusi¨®n, sino porque cuenta con la aprobaci¨®n gen¨¦rica oficial del Gobierno.Las concentraciones son un instrumento muy ¨²til para que las empresas puedan reforzar posiciones en el mercado, ahorrar costes y aumentar beneficios. Desde la perspectiva de una estrategia empresarial de crecimiento son operaciones leg¨ªtimas, incluso convenientes; oponerse a ellas sin m¨¢s es un ejercicio de ingenuidad a contracorriente. Dicho lo cual, hay que apresurarse a explicar que no son pocos los riesgos de que la empresa resultante de la fusi¨®n Endesa-Iberdrola controle arrolladoramente el mercado el¨¦ctrico espa?ol y se convierta en un monopolio de hecho. Incluso contando con la buena voluntad mostrada por el presidente de Endesa, Rodolfo Mart¨ªn Villa, para no s¨®lo mantener, sino incluso aumentar, el n¨²mero de operadores en el mercado espa?ol (cuatro en la actualidad), y bajo el compromiso de respetar en todo caso las cautelas establecidas por el Gobierno para que una empresa el¨¦ctrica no pueda superar la cuota del 40% del mercado de generaci¨®n, existen evidencias significativas de que una compa?¨ªa el¨¦ctrica con m¨¢s del 20% de dicho mercado puede controlar los precios a su antojo. M¨¢xime si Espa?a se mantiene como un coto cerrado, en el que no act¨²an operadores extranjeros y que est¨¢ configurado como una isla el¨¦ctrica.
El pretendido intercambio de activos con operadores extranjeros, esgrimido como se?uelo de que la operaci¨®n procurar¨¢ una mayor competencia en el ¨¢mbito interior, es una declaraci¨®n de intenciones de inter¨¦s, pero insuficiente para garantizar un mercado din¨¢mico. Al fin y al cabo, las empresas que arribaran al mercado espa?ol por este procedimiento tendr¨ªan, se quiera o no, una relaci¨®n de dependencia respecto del operador dominante.
Lo m¨¢s urgente es minimizar esos riesgos. Ser¨ªa la ocasi¨®n para que el Gobierno, que finalmente deber¨¢ aprobar la operaci¨®n de acuerdo con la inadecuada legislaci¨®n actual, endureciera las condiciones de competencia que debe cumplir la nueva empresa (y las futuras concentraciones que se planteen) para garantizar no s¨®lo que no se convertir¨¢ en un imperio el¨¦ctrico aplastante, sino tambi¨¦n que los consumidores industriales y dom¨¦sticos resulten beneficiados.
Para ello deber¨ªa imponer a la resultante de la fusi¨®n Endesa-Iberdrola l¨ªmites m¨¢s severos que el 40% fijado por el Gobierno en los decretos de liberalizaci¨®n de junio para los mercados de generaci¨®n y distribuci¨®n, vigilar estrechamente las desinversiones que realice la empresa fusionada con el fin de que los activos que venda a otras compa?¨ªas sean competitivos y, sobre todo, considerar muy seriamente la posibilidad de adelantar al a?o pr¨®ximo la fecha de liberalizaci¨®n total del mercado el¨¦ctrico, ese momento en el que todos los consumidores podr¨¢n elegir a su suministrador.
De nuevo, los hechos econ¨®micos y la din¨¢mica empresarial han demostrado que la econom¨ªa espa?ola es deudora de una arcaica estructura de defensa de la competencia. El Gobierno act¨²a como juez y parte en decisiones empresariales en las que aparecen implicadas compa?¨ªas con golden share en vigor (Repsol y Endesa, que en este caso compiten por Iberdrola) y sus decisiones aparecen o pueden aparecer contaminadas por las filias y fobias pol¨ªticas del partido gobernante o por el extra?o maridaje que ha instituido el poder pol¨ªtico con las empresas privatizadas. De nuevo hay que reclamar que las decisiones sobre competencia se tomen desde un organismo regulador fuerte, independiente y capaz de tomar la iniciativa al margen de zascandileos pol¨ªticos en el entorno de La Moncloa. En la actualidad, el Tribunal de Defensa de la Competencia es una triste ficci¨®n que act¨²a como instrumento vicario del Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Consejo administraci¨®n
- Opini¨®n
- Gesti¨®n empresarial
- Competencia
- Fusiones empresariales
- Iberdrola
- Repsol
- Comercio
- Petroleras
- Petr¨®leo
- Combustibles f¨®siles
- Materias primas
- Combustibles
- Energ¨ªa no renovable
- Fuentes energ¨ªa
- Industria
- Endesa
- Compa?¨ªas el¨¦ctricas
- Sector el¨¦ctrico
- Empresas
- Energ¨ªa el¨¦ctrica
- Econom¨ªa
- Energ¨ªa