La Euroc¨¢mara reclama el acceso a los documentos secretos de la UE

El Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros de la Uni¨®n protagonizan estos d¨ªas un claro enfrentamiento a cuenta de qui¨¦n y c¨®mo se puede tener acceso a los documentos clasificados como "secretos" o "altos secretos" relacionados con la pol¨ªtica exterior y de seguridad de la Uni¨®n. El Consejo decidi¨® en agosto restringir ese acceso a la Euroc¨¢mara y mientras ambas partes negociaban esta semana una f¨®rmula de consenso el Parlamento ha optado ya por presentar un recurso ante el Tribunal de Luxemburgo.El Consejo de Ministros de la UE mantiene que el desarrollo de una pol¨ªtica de seguridad supone el manejo de documentos que deben ser considerados secretos, especialmente los procedentes de otras organizaciones como la OTAN, o de terceros pa¨ªses. Por ese motivo, aprob¨® el citado acuerdo que restringe la actual reglamentaci¨®n de acceso p¨²blico a los documentos comunitarios, pero lo hizo con el voto en contra de Suecia, Finlandia y Holanda, pa¨ªs que tambi¨¦n ha acudido al Tribunal de Luxemburgo.

"Si la UE, por ejemplo, interviene en la gesti¨®n de una crisis, no pueden estar todos los planes y documentos a la vista del p¨²blico", argumentan en el Consejo. La presidenta del Parlamento, Nicole Fontaine, participa de esa opini¨®n, pero agrega: "Para el Consejo, la confidencialidad deber ser la regla y la transparencia, la excepci¨®n; para el Parlamento, por el contrario, la confidencialidad debe ser la excepci¨®n y debe estar justificada caso por caso".

El pasado d¨ªa 5, y con ¨¢nimo de calmar algunas protestas de la Euroc¨¢mara, el secretario general del Consejo, Javier Solana, propuso ante el pleno en Estrasburgo que los documentos secretos podr¨ªan ser conocidos por el Parlamento, pero a trav¨¦s de una comisi¨®n restringida. Esta semana, ambas instituciones iniciaron los contactos para intentar un acuerdo. El mi¨¦rcoles, se reunieron el vicesecretario general del Consejo, Pierre de Boissieu, y el representante permanente franc¨¦s, Pierre Vimont, con los eurodiputados Elmar Brok, Ana de Palacio y Pasqualina Napoletano.

Falta de acuerdo

Al d¨ªa siguiente, el Consejo remiti¨® a la C¨¢mara un posible texto de acuerdo, pero en el mismo ya no se hablaba de que un comit¨¦ de eurodiputados pod¨ªa tener acceso a los documentos, sino de que pod¨ªan ser informados de su contenido. "Las negociaciones no han alcanzado un resultado satisfactorio", ha se?alado Fontaine para justificar la presentaci¨®n del recurso ante el Tribunal de las Comunidades Europeas.Pero, adem¨¢s del fondo, en el problema entre Consejo y Parlamento hay tambi¨¦n un conflicto de formas. Por eso Fontaine destaca que, en este caso, el Consejo ha adoptado decisiones "unilateralmente pese a las nuevas disposiciones del Tratado de Amsterdam".

Ese Tratado, en efecto, se?ala en su art¨ªculo 255 que todo ciudadano europeo "tendr¨¢ derecho a acceder a los documentos del Parlamento Europeo, del Consejo y de la Comisi¨®n", pero a?ade que el Consejo "determinar¨¢ los principios generales y los l¨ªmites que, por motivo de inter¨¦s p¨²blico o privado, regulen el ejercicio de este derecho de acceso". No obstante, el Parlamento sostiene que el Consejo debiera haber consensuado la f¨®rmula con la Euroc¨¢mara.

Est¨¢ previsto que el Parlamento presente el recurso ante el Tribunal el lunes, fecha l¨ªmite para hacerlo. De hecho, la iniciativa se presenta para que la Euroc¨¢mara no pierda esa posibilidad legal si deja transcurrir m¨¢s d¨ªas. El Parlamento est¨¢ dispuesto a seguir negociando y a retirar el recurso si hay acuerdo. Ahora, en cambio, es el Consejo el que se plantea si debe o no mantener los contactos. "Los informes jur¨ªdicos de los Gobiernos indican que el acuerdo del Consejo es conforme a la legislaci¨®n europea; por lo que el recurso est¨¢ llamado al fracaso", conf¨ªan en el Consejo.