Ren¨¦e DiResta, investigadora: ¡°El problema no es la desinformaci¨®n, sino la gente que quiere solo informaci¨®n que la haga sentir c¨®moda y feliz¡±
Esta especialista en manipulaci¨®n ¡®online¡¯ ha sido objeto de acoso por su labor. Ha publicado un libro para contar c¨®mo afrontar estos retos
Ren¨¦e DiResta, de 43 a?os, investiga la manipulaci¨®n y el acoso en redes en la Universidad de Georgetown. Su trabajo de an¨¢lisis era antes en el c¨¦lebre Observatorio de Internet de la Universidad de Stanford. Pero en 2022 observaron c¨®mo se viraliz¨® la teor¨ªa inventada de que Joe Biden hab¨ªa robado las elecciones a Trump en 2020. Meses despu¨¦s la propia DiResta se convirti¨® en el objeto de desinformaci¨®n por su labor. Las teor¨ªas conspirativas y las amenazas legales hicieron que Stanford decidiera abandonar la continuidad del Observatorio.
En 2024 DiResta public¨® en ingl¨¦s (y sin fecha prevista de traducci¨®n al espa?ol) el libro Dirigentes invisibles. La gente que convierte mentiras en realidad, donde explica el poder de propagandistas an¨®nimos en la creaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica: c¨®mo triunfa una mezcla de influencers, algoritmos y audiencias entregadas. DiResta a?ade el punto de vista especial de quien ya trat¨® en 2014 de enfrentarse al grupo de antivacunas.
Pregunta. ?C¨®mo se siente al ser objetivo de una caza de brujas de aliados del pr¨®ximo presidente de EE UU?
Respuesta. He sido objeto de demandas absurdas junto con mis colegas durante casi dos a?os, y no han encontrado nada. Si lo que quieren es hacer perder el tiempo a alguien con gastos legales y juicios caros, estas cosas van a ser cada vez m¨¢s comunes. Seguimos gastando dinero en abogados mientras ellos persiguen fantasmas y tonter¨ªas. Si eso es lo que la nueva administraci¨®n quiere hacer por el pueblo estadounidense, es su decisi¨®n, pero ser¨ªa una elecci¨®n extra?a.
P. ?Pueden llevar estas t¨¢cticas contra otras instituciones del pa¨ªs que luchan contra la desinformaci¨®n?
R. Claro que pueden, y lo har¨¢n. Pero ah¨ª es donde la academia, las instituciones y los miembros del Congreso tienen que intervenir y decir: desmantelar centros de investigaci¨®n estadounidenses por fantas¨ªas pol¨ªticas no es la forma de hacer grande a EE UU.
P. Los l¨ªderes de Silicon Valley est¨¢n tratando de crear canales directos con Donald Trump.
R. Por supuesto. Son multimillonarios interesados en asegurar que sus empresas y las tecnolog¨ªas en las que invierten generen beneficios. No es ninguna sorpresa. Es lo que siempre ha hecho la industria estadounidense.
P. ?Puede eso afectar a c¨®mo moderan los contenidos?
R. No trabajo en eso y no lo s¨¦.
P. ?Por qu¨¦ prefiere la palabra propaganda a desinformaci¨®n?
R. La desinformaci¨®n implica que el problema es de hechos, y nunca ha sido un problema de hechos. Es un problema de gente que quiere recibir informaci¨®n que le haga sentir c¨®moda y feliz. Los mensajes antivacunas no apelan a hechos, sino a la identidad del receptor, algo as¨ª: ¡°Si eres una persona de derechas, no deber¨ªas confiar en estas vacunas¡±. Todo est¨¢ muy ligado a la identidad pol¨ªtica. La desinformaci¨®n implica que si dijeras que Robert F. Kennedy Jr. es un payaso total que no sabe absolutamente nada sobre vacunas o de su relaci¨®n con el autismo, y que eso ha sido investigado hasta el agotamiento por cient¨ªficos, si fuera un problema de desinformaci¨®n, uno asumir¨ªa que la gente dir¨ªa: ¡°Oh, esta es la informaci¨®n correcta, voy por tanto a cambiar de opini¨®n¡±. Pero no es as¨ª. Es un tema de identidad, de creencias, y por eso propaganda es un t¨¦rmino m¨¢s adecuado.
P. En internet es muy f¨¢cil encontrar una identidad que encaje con tu ideolog¨ªa.
R. Todo esto viene de c¨®mo los medios surgidos en internet se han orientado hacia identidad y nichos. Un influencer no es m¨¢s que una persona que se posiciona como alguien normal, como t¨². Y t¨² buscas gente as¨ª para que te cuenten historias. Y llamamos medios a eso. Y s¨ª, son medios, pero eso no significa que den noticias. El hecho de que sea contenido no significa que sea informaci¨®n o hechos. Todo se ha vuelto muy borroso.
?If you make it trend, you make it true. ?@noUpside's ¡°INVISIBLE RULERS is an indispensable guide for navigating the complex future of information warfare.¡± ¡ª@amywebb, CEO, Future Today Institute
— PublicAffairs (@public_affairs) June 18, 2024
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P. Antes hab¨ªa m¨¢s transparencia sobre lo que ocurr¨ªa en las redes. ?Qu¨¦ ha pasado?
R. Entre 2018 y 2021, m¨¢s o menos, las plataformas sol¨ªan publicar informaci¨®n para que periodistas o acad¨¦micos pudieran revisarla. Ahora apenas ocurre. Es una consecuencia de las teor¨ªas absurdas sobre la censura en EE UU. Las plataformas empezaron a pensar: ¡°No puede parecer que cooperamos con el Gobierno ni la academia porque eso se interpreta como que somos una especie de ¨¦lite conspirativa¡±. Esas teor¨ªas absurdas tienen un impacto real, porque las plataformas han dejado de compartir informaci¨®n de manera transparente. Ahora dependemos de cosas como la europea Ley de Servicios Digitales o mecanismos similares para que se d¨¦ esa transparencia.
P. Pero mientras algunas plataformas procuran no parecer amigas de Gobierno o academia, el due?o de una red como X, Elon Musk, es casi miembro del Gobierno.
R. Es hipocres¨ªa, pura hipocres¨ªa. Para que esta queja tenga impacto, la persona debe sentir verg¨¹enza, y ellos no la sienten. No les importa porque les ayuda a ganar, les da ventaja.
P. Es dif¨ªcil de entender que no haya m¨¢s quejas.
R. Es que es una campa?a de propaganda. Necesitas un h¨¦roe y un villano. Ellos son los h¨¦roes y nosotros los villanos. Es como un universo cinematogr¨¢fico como los X-Men, los c¨®mics de Marvel. No importa que pasen seis a?os entre una pel¨ªcula de X-Men y la siguiente, cuando sale la nueva ya conoces a los personajes. No necesitas volver a establecer qui¨¦n es bueno y qui¨¦n es malo. Cuando Musk compr¨® Twitter hizo un esfuerzo por crear un universo cinematogr¨¢fico de h¨¦roes y villanos que pudiera ser desplegado en cualquier contexto para crear la percepci¨®n de una especie de conspiraci¨®n global de censura que nunca se bas¨® en hechos.
P. Ustedes en Stanford eran parte de esa conspiraci¨®n global.
R. S¨ª, tuvimos que entregar todos nuestros correos electr¨®nicos. Y no probaron ninguna conspiraci¨®n. ?Pero dijeron ¡°vaya, lo sentimos, perd¨®n, no eras el villano despu¨¦s de todo¡±? No. Cambiaron las reglas del juego. Buscaron una frase en un correo cualquiera que pudieran usar para pretender que ten¨ªan raz¨®n. Simplemente cambiaron su objetivo y toda la maquinaria medi¨¢tica de derechas, que era c¨®mplice porque esto era una campa?a propagand¨ªstica, escribi¨® las historias necesarias para reforzar las mentiras. No pueden exonerarte cuando ya est¨¢s definido como el villano. Est¨¢s ah¨ª para cumplir un rol, para ser ¨²til.
P. ?La derecha tiene una m¨¢quina de propaganda mejor preparada que la izquierda?
R. Los medios de derecha hacen un gran trabajo cit¨¢ndose unos a otros, compartiendo contenido y hablando todos de lo mismo. Crean una cadena muy efectiva de historias que repiten. Esto hace que la audiencia se familiarice con las historias los personajes y ese universo cinematogr¨¢fico. No creo que en la izquierda exista algo parecido. La izquierda no forma una constelaci¨®n, son solo estrellas separadas. No hay mucho tejido conectivo entre ellas.
P. ?En la izquierda los medios compiten m¨¢s?
R. Exacto. Las instituciones necesitan mejorar en esto. El t¨¦rmino que uso es ¡®contradiscurso en red¡¯. Cuando una instituci¨®n de salud p¨²blica necesita decir algo, lo hace a trav¨¦s de comunicados de prensa que tal vez algunos medios cubran. Pero no tienen un plan que involucre aparecer en el canal de un influencer, que luego lleve a otro, y otro m¨¢s, generando un efecto de bola de nieve. Ese impulso simplemente no sucede porque no est¨¢ organizado de esa manera. Y eso es algo muy diferente entre el aparato de propaganda de la derecha y el de la izquierda que, por supuesto, tambi¨¦n tiene su aparato de propaganda, pero es distinto.
P. Pero la creaci¨®n de un ecosistema as¨ª no depende solo de las instituciones. Tambi¨¦n sus mensajes deben ser interesantes. En el libro explica que detr¨¢s de las opiniones estramb¨®ticas de Musk o Trump hay gente real.
R. Es complicado. Yo no soy una figura partidista ni pol¨ªtica de izquierda, as¨ª que realmente no s¨¦ qu¨¦ tipo de conversaciones est¨¢n ocurriendo tras bambalinas. Ves a influencers de izquierda diciendo cosas como: ¡°Kamala Harris no hizo esto, no hizo aquello, no estuvo en ese medio¡±. Algo interesante es que su equipo intent¨® llevarla a ciertos podcasts, pero algunos no quisieron. Muestra el poder de los medios de nicho.
P. ?No les interesaba?
R. Los medios tradicionales son distintos. A pesar de sus defectos, los medios s¨ª invitar¨ªan a esos candidatos importantes porque intentan llegar a una audiencia grande y general. Los influencers, en cambio, se preocupan por c¨®mo su audiencia los percibe porque su ¨¦xito depende de su audiencia. Est¨¢n enfocados en un nicho espec¨ªfico, y no hay nada malo con eso. No es algo negativo, es solo un ecosistema diferente. Entender c¨®mo interactuar con ese ecosistema y adaptarse a ¨¦l es algo que, lamentablemente, algunos pol¨ªticos han entendido mejor. Por eso algunos logran convertirse en la voz de un nicho espec¨ªfico, en lugar de lo que antes se esperaba, un estadista.
P. En el libro hay una historia inventada de un guitarrista que empieza a hacer comentarios antiwoke y recibe m¨¢s atenci¨®n. ?Podr¨ªa ser que en estos ¨²ltimos a?os si dices ¡°lo woke es malo¡± obtienes m¨¢s clics?
R. S¨ª. Constantemente est¨¢n reforzando lo que esa audiencia quiere o¨ªr. Muchos autores han seguido ese camino. Ahora escriben sobre ni?os trans, dicen que el discurso de odio no existe, hablan de guerras culturales, de la universidad woke. Todo eso se convierte en una identidad particular, casi en un sistema de creencias para ese grupo. Y para seguir creciendo y sirviendo a esa audiencia, vas meti¨¦ndote m¨¢s en estos espacios que refuerzan esa identidad.
P. Cualquier tema que permita generar una idea de conspiraci¨®n tendr¨¢ ¨¦xito.
R. Una de las cosas m¨¢s graciosas fue ver a un autor convertirse de repente en experto en ovnis. Esta idea de que el gobierno est¨¢ ocultando ovnis se ha vuelto un tema central en la derecha, cuando antes era m¨¢s bipartidista: los marcianos interesaban a todos. Pero ahora, la idea de que el gobierno y el Estado profundo est¨¢n encubriendo a los marcianos atrae mucho a esa audiencia.
P. Quiz¨¢ la soluci¨®n sea que este grupo siga por ese camino hasta que se estrelle y otro tipo de temas ganen inter¨¦s.
R. Tambi¨¦n lo he pensado. Ahora estamos teniendo grandes conversaciones en EE UU sobre nombramientos de Trump. Mitch McConnell, un c¨¦lebre l¨ªder republicano influyente, ha dicho: ¡°Yo sobreviv¨ª a la polio, ?por qu¨¦ estamos haciendo esto contra las vacunas?¡±. El problema es que este discurso est¨¢ tan integrado en esa identidad grupal que no est¨¢ claro si tendr¨¢n el valor de rechazar a los nombramientos m¨¢s rid¨ªculos o las pol¨ªticas m¨¢s da?inas. La pregunta es: ?habr¨¢ eventualmente una reacci¨®n p¨²blica en contra?
P. Puede que tarde a?os.
R. Tal vez. Es una de las grandes preguntas: ?qu¨¦ es lo que finalmente romper¨¢ el ciclo? ?C¨®mo volveremos a una pol¨ªtica de derechas basada en la realidad, en lugar de una convencida de que el gobierno oculta marcianos, que la vacuna contra la polio es peor que la polio, y que los partidarios de la leche cruda luchan por su derecho a contraer salmonela?
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