El Plan Hidrol¨®gico plantea el reparto del agua subterr¨¢nea compartida por varias cuencas
Entre los 16 acu¨ªferos afectados proporcionan m¨¢s de 1.400 hect¨®metros c¨²bicos anuales
Adem¨¢s de proponer el trasvase de 1.000 hect¨®metros c¨²bicos desde el Ebro al litoral mediterr¨¢neo, como opci¨®n m¨¢s viable, el Plan Hidrol¨®gico Nacional (PHN) tambi¨¦n se ocupa de repartir las aguas subterr¨¢neas que se encuentran en acu¨ªferos a caballo entre dos o m¨¢s cuencas hidrogr¨¢ficas. El reparto afecta a 16 de ellos entre los cuales almacenan m¨¢s de 1.400 hect¨®metros c¨²bicos de agua consumible anualmente, un volumen muy superior al propuesto trasvase del Ebro. El plan considera que de los 51 acu¨ªferos propuestos s¨®lo 16 merecen que se haga un reparto de usos.
Sobreexplotados
Desde la cima de una monta?a salta a la vista la frontera que divide una cuenca de otra. A 200 metros de profundidad no hay ning¨²n l¨ªmite f¨ªsico que facilite qu¨¦ aguas de un acu¨ªfero corresponden a una y otra; son ajenas a los lindes geogr¨¢ficos terrestres.En la mayor¨ªa de los casos es as¨ª, de manera que no resulta f¨¢cil determinar el reparto de esas aguas subterr¨¢neas. ?Qu¨¦ vol¨²menes corresponden a cada cuenca? Aunque del Plan Hidrol¨®gico s¨®lo se ha destacado la propuesta de trasvasar agua superficial desde el r¨ªo Ebro hacia todo el litoral mediterr¨¢neo, uno de sus anexos se ocupa de cartografiar los acu¨ªferos compartidos entre dos o m¨¢s cuencas hidrogr¨¢ficas y de adjudicar la cantidad de agua que corresponde a los usuarios de cada una de ellas.
Inicialmente los organismos que gestionan las nueve grandes cuencas fluviales identificaron 51 acu¨ªferos susceptibles de ser compartidos por m¨¢s de una cuenca. El Libro Blanco de las aguas subterr¨¢neas (1994) era mucho m¨¢s modesto; s¨®lo consideraba 20. En el Centro de Estudios y Experimentaci¨®n de Obras P¨²blicas (CEDEX), donde se ha elaborado el plan, los han reducido a 16, siempre que se tratara de acu¨ªferos sobre los que pesa una declaraci¨®n provisional o definitiva de sobreexplotaci¨®n (extracci¨®n de agua no sostenible, en vol¨²menes superiores a la capacidad de recarga). Entre todos ellos proporcionan 1.400 hect¨®metros c¨²bicos anuales de agua, m¨¢s que el proyectado trasvase del Ebro.
El reparto viene obligado por la Ley de Aguas que aprobaron los socialistas, recurrida sin ¨¦xito por el PP ante el Tribunal Constitucional. De no haberse producido este cambio legislativo, la distribuci¨®n que propone el PHN no tendr¨ªa raz¨®n de ser, porque hasta entonces todas las aguas subterr¨¢neas eran de propiedad privada. Cualquiera que abriera un pozo se convert¨ªa en amo del agua. Una disposici¨®n transitoria de la ley permite que los due?os de los pozos puedan mantener su propiedad hasta el a?o 2060.
Como dice el subdirector de Planificaci¨®n Hidrol¨®gica del Ministerio de Medio Ambiente, Francisco Cabezas, "la mayor parte de las aguas subterr¨¢neas que hay en el subsuelo de Espa?a son de titularidad privada, pese a que el agua es un bien p¨²blico". Seg¨²n manifestaba Cabezas en el Congreso de Recursos H¨ªdricos organizado por el Colegio de Ingenieros de Obras P¨²blicas celebrado en Madrid esta semana, ¨¦se es uno de los motivos por los que el PHN no se decanta por un aumento significativo de los recursos procedentes de acu¨ªferos.Pese a la condici¨®n de sobreexplotaci¨®n que pesa sobre los 16 acu¨ªferos, el reparto de sus aguas a las distintas cuencas (ver gr¨¢fico) se ha resuelto sin grandes dificultades en reuniones mantenidas por t¨¦cnicos del CEDEX con las confederaciones hidrogr¨¢ficas. Los regantes, de momento, no han puesto ninguna objeci¨®n.
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