El jurado decide que dos pel¨ªculas de signo contrario compartan el primer premio

El jurado de esta Seminci cort¨® por lo f¨¢cil y concedi¨® el m¨¢ximo galard¨®n, la Espiga de Oro, a dos filmes que parecen complementarios pero que en realidad son opuestos. Uno es El pueblo est¨¢ tranquilo, vasto drama colectivo sobre el infierno de la droga, de gran riesgo est¨¦tico y no menos sentido del compromiso pol¨ªtico y moral, escrito y dirigido por el franc¨¦s Robert Gu¨¦diguian. El otro es R¨¦quiem por un sue?o, obra facilona sobre drogadicci¨®n en una familia neoyorquina, escrita y dirigida por Darren Aronofsky, cineasta habilidoso pero que resuelve de forma tramposa un complejo asunto.

Compon¨ªan el jurado que decidi¨® este enjuague del reparto del gran premio, decisi¨®n evidentemente oportunista y de dudosa legitimidad, ya que deval¨²a la credibilidad de un festival que goza de un ancho y profundo cr¨¦dito dentro y fuera de Espa?a, las siguientes personas: el director canadiense Charles Binam¨¦, la productora y distribuidora belga Rita Goegebeur, la directora y distribuidora mexicana Mar¨ªa del Carmen de Lara, la productora sueca Gudrun Nykvist-Sondell, el espa?ol Carmelo Romero, funcionario del Ministerio de Cultura, y Hamlet Sarkissian, director estadounidense. La actriz italiana Sandra Cecarelli, s¨¦ptimo componente del jurado, abandon¨® hace unos d¨ªas sus funciones por razones privadas. ?ste fue el jurado que decidi¨® el insostenible reparto de la Espiga de Oro, pero que se moj¨® algo m¨¢s al elegir a la pel¨ªcula espa?ola Las razones de mis amigos, dirigida por Gerardo Herrero, para ocupar el segundo escal¨®n de la lista de galardones, el llamado Premio Especial del Jurado. Varios eran los t¨ªtulos que aspiraban a este bonito lugar, pero el jurado se decant¨® por esta s¨®lida pel¨ªcula arguyendo "la honestidad con que refleja la evoluci¨®n de un sector de la actual sociedad espa?ola a trav¨¦s de una acertada interpretaci¨®n coral", que no es una manera muy sagaz de describir las virtudes de esta buena pel¨ªcula, pero que al menos no peca de decisi¨®n tramposa ni de equilibrismo en la cuerda floja.

El apartado m¨¢s certero de la lista de premios es que distingue con dos a la pel¨ªcula mexicana La ley de Herodes, dirigida por Luis Estrada. ?ste no se llev¨® nada a su casa, pero Norman Christiason obtuvo el premio t¨¦cnico, dedicado esta vez a la mejor fotograf¨ªa, por su trabajo en esta magn¨ªfica exploraci¨®n de las ra¨ªces desp¨®ticas de la vida pol¨ªtica mexicana en los a?os cuarenta. Para redondear el buen destino de esta pel¨ªcula, Damian Alc¨¢zar, su protagonista, se llev¨® el premio al mejor actor.

Este galard¨®n fue, al parecer, concedido por unanimidad del jurado, circunstancia que se repite en el apartado a la mejor interpretaci¨®n femenina, que beneficia a la maravillosa actriz francesa Ariane Ascaride, protagonista de El pueblo est¨¢ tranquilo, que es una de las dos Espigas de Oro de esta f¨¦rtil cosecha vallisoletana, que complet¨® su generosa oferta de cereales con la Espiga de Plata a la pel¨ªcula estadounidense Girlfight, dirigida por Kary Kusama, en la que la poderosa y singular¨ªsima fotogenia de la actriz hispana Michelle Rodr¨ªguez logra abrirse paso a pu?etazo limpio en la espesa barrera de celuloide opaco que la rodea.

El premio Pilar Mir¨® al mejor director primerizo fue a parar, tambi¨¦n por decisi¨®n un¨¢nime del jurado, a las manos del brit¨¢nico -todo un veterano en el teatro- Stephen Daldry, por su trabajo en la pel¨ªcula, ciertamente preciosa, Billy Elliot, que obtuvo tambi¨¦n el Premio del P¨²blico, que organiza el peri¨®dico El Norte de Castilla..

Por otro lado, el Premio de la Juventud, que aqu¨ª tiene solera y fuerza gracias a la s¨®lida y fiel clientela de gente joven que ha venido forjando a?o tras a?os la Seminci en ¨¦sta su ciudad, fue a parar a la rusa Luna Papa, una brillante y gozosa f¨¢bula dirigida por Bajtiar Khudojnazarov, que merec¨ªa un lugar que no ha obtenido en la lista de los premios oficiales, por no hablar de otras clamorosas, o vergonzosas, ausencias, como las de Yiyi y Fast food, women fast, dirigidas respectivamente por el chino de Tawan Edward Yang y el israel¨ª afincado en el cine neoyorquino Amos Kollek, que son obras magistrales que, junto con la media Espiga de Oro de El pueblo est¨¢ tranquilo, alcanzaron sin discusi¨®n, aunque el jurado no se diera por enterado de ello, el punto cumbre de este festival, cuyo balance global, pese a las arbitrariedades, oportunismo e indecisiones de los encargados de diagnosticar las calidades que se manejaron aqu¨ª durante estos d¨ªas de buen cine, sigue siendo positivo, como cada a?o y desde hace muchos.

Finalmemnte, el jurado de cr¨ªticos de la Cipresci decidi¨® otorgar su premio a la pel¨ªcula argentina, dirigida por Daniel Burman Esperando al Mes¨ªas, "por su honesta y a la vez realista y simb¨®lica descripci¨®n de la esperanza humana en el Buenos Aires de nuestros d¨ªas".